Como se venía anunciando
desde hace varios días, finalmente apareció el DNU de Macri (uno más y van)
metiendo mano en la Ley del Deporte 20.655, sancionada durante el tercer
gobierno de Perón y que luego tuviera varias modificaciones; la última de ellas
mediante la Ley 27.202 sancionada al final del gobierno de Cristina creando el
Instituto Nacional del Deporte y la Actividad Física.
Precisamente el nuevo
decretazo (completo acá) lo disuelve junto con la Secretaría de Deportes, creando en su reemplazo la Agencia de
Deporte Nacional en la órbita de la Secretaría General de la Presidencia; pero
va mucho más allá de eso: en primer lugar hay una virtual intervención del
ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) creado en 2009 por la Ley
26.573, al disponer que la nueva Agencia pasará a instrumentar, “junto con el...
el desarrollo de programas, fomento y actividades de capacitación
vinculadas al deporte de alto rendimiento deportivo.”
Pero el verdadero propósito de los cambios (como no podía ser de
otro modo, tratándose de la asociación ilícita que nos gobierna), es hacer
negocios: el DNU amplía las funciones que tendrá la Agencia respecto a los
organismos precedentes, al darle como facultad propia la de “ Administrar los bienes
bajo su jurisdicción y fijar los aranceles de los servicios que preste a
terceros”.” (las negritas son nuestras); y al modificar el artículo 15 de
la Ley del Deporte, establece como recursos operativos propios de la misma los
ingresos provenientes de: recaudaciones que se obtengan
por las actividades que se realicen en sus instalaciones, las ventas,
locaciones u otras formas de contratación de sus bienes muebles y servicios, el
producido total o parcial de la organización de concursos, actividades
deportivas y otros eventos análogos, conforme a la modalidad en que hayan sido
convenidos (¿apuestas por ejemplo?).
También pasarán a ser recursos del nuevo ente los obtenidos, por
la celebración por parte de la Agencia de Administración de Bienes del Estado
de contratos onerosos de concesión, permiso de uso, locación, derechos
publicitarios y comercialización de espacios publicitarios de los bienes bajo
su jurisdicción o custodia, así como los fondos provenientes de la
explotación de bienes muebles y de los aranceles y tasas que perciba como retribución por
servicios adicionales que preste; todo lo cual supone una virtual privatización de la infraestructura deportiva pública, en beneficio de negocios privados, y la intervención de la AABE autoriza a pensar que el objetivo último es vender instalaciones, ¿acaso el precio del CENARD?.
Sin embargo, estos nuevos
recursos que pueda obtener la Agencia no necesariamente estarán destinados al desarrollo del deporte: el DNU
suprime la excepción establecida en la ley vigente para no transferir los
recursos afectados específicamente al deporte a Rentas Generales al cierre del
ejercicio. Todo sea por ayudar a Nico Dujovne a cumplir con el déficit cero
comprometido con el FMI; y la recaudación de los recursos de la Agencia se
destinará -en primer lugar- a los gastos de funcionamiento de la misma.
También hay cambios en el
régimen de las becas que el Estado nacional paga a los deportistas: ahora podrán
ser no solo en dinero, sino también en prestaciones alimentarias, médico asistenciales, educacionales
y/o en alojamiento, y si bien no elimina la Asignación Universal por Deportista
creada en 2015 por la Ley 27.201, hay que recordar que desde entonces, el
gobierno de Macri jamás la pagó; y además es incompatible con el pago de becas,
de lo que se sigue que seguirá sin pagarla, e intentando reemplazar las becas
en dinero por “becas en especie”: todo sea porque cierren las cuentas.
El DNU también mete mano
en la organización de las entidades deportivas: hace desaparecer la Confederación
Argentina de Deportes, y suprime la participación de los propios deportistas,
técnicos y entrenadores en las asociaciones deportivas de representación
nacional que introdujo la Ley 27.202 en el texto de la Ley del Deporte 20.655.
A contrapelo de las
declamaciones del macrismo contra los intentos de perpetuación en el poder,
elevan de una a dos reelecciones inmediatas las permitidas para los presidentes de las asociaciones civiles deportivas de primer y
segundo grado, de las asociaciones civiles deportivas de representación
nacional y superiores. ¿Qué “pollo” tendrá Macri para alguna de ellas, que
estará alcanzado por la restricción vigente y no puede presentarse para otro
mandato?
Finalmente el
decreto mutila numerosos artículos de la Ley 20.655 y sus modificatorias (por
ejemplo eliminando el Observatorio del Deporte, los Consejos Regionales, la
participación de las provincias y municipios y el, capítulo sobre el deporte
educativo, incorporados por la Ley 27.202), y de la Ley 27.201.
Como ven, la irrefrenable pulsión autocrática y de negocios
de Macri no se detiene: donde hay una necesidad de hacer negocios, hay un
decreto de necesidad y urgencia. Y al igual que todos, con una pobreza
franciscana de argumentos (léanlo si no nos creen), soslayando el debate
público y escapándole a la discusión en el Congreso donde ya ni siquiera tiene
la certeza de contar con la oposición “amigable”.
Y -por supuesto-
ocultando los verdaderos propósitos (currar) echándole la culpa a “la pesada herencia” recibida del kirchnerismo. Justo es decirlo, las
advertencias sobre la inminente salida del DNU no generaron ninguna reacción en
contrario, salvo la aparición en los medios de Marcos Milinkovic, el ex jugador
de la selección de vóley oponiéndose y llamando a impedir que saliera. Habrá
que ver que pasa ahora, que los anuncios se concretaron.
Además del predio del. Cenard está en juego el menos conocido del Cenade, en Ezeiza, un lugar maravilloso con pista para entrenar ciclismo, un espacio de rampas para entrenar bmx y tres piletas de 70x79 en las que se puede entrenar (en forma profesional, amateur o recreativa) y se realizan torneos de waterpolo y otros deportes para los cuales es muy difícil conseguir espacios de estas características. Ese predio además cuenta con un sector de dormitorios utilizado, entre otras actividades, por la colonia de vacaciones a la cual concurren chicos de todo el país por períodos de una semana en forma gratuita. Pibes que dificilmente tengan acceso a vacaciones como las de Antonia, por ejemplo. No van a dejar en pie nada que nos de felicidad.
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