Hace falta exponer al Presidente a decir “que la inflación está bajando” 12 horas antes de que salga el dato de que la inflación volvió a subir???— maRIO rioRDA (@marioriorda) 14 de febrero de 2019
Es eso una estrategia???
Una táctica???
Lo están cuidando???
No se cuida él???
Cuando lo
escuchamos a Macri decir que la inflación estaba bajando y a las pocas horas
fue desmentido por el INDEC, todos nos hicimos más o menos las mismas preguntas
que se hacer Riorda, y pensamos “¿este tipo es, o se hace?)”.
Lo que no
necesariamente nos tiene que llevar a la disyuntiva que planteaba (y resolvía)
Ana Castellani en esta nota de Página 12 que nosotros comentamos hace unos
días, cuando dice “Desarmar el “voto confianza”con el “no saben
cómo hacerlo, agravaron todos los problemas y crearon nuevos”,que es una idea
que ya está bastante instalada en el votante indeciso, en vez de dedicarse a
demostrar que en realidad “saben lo que hacen porque vinieron a hacer esto”,
que es una estimulante discusión entre núcleos duros pero que no permea al votante
independiente.”, pero aplicada a la
estrategia comunicacional del gobierno”: el consabido “tapan tal cosa con tal
otra”, “nos tienen hablando de...mientras”, o la teoría de los gaffes
presidenciales “programados”: ponerse la bata o los guantes al revés, meter
furcios en un discurso, cosas por el estilo; para llevar la agenda de la
discusión pública hacia la vía muerta de las anécdotas insustanciales.
En este caso no se
trata simplemente de una de las habituales pifias de Macri de las que hay
abundantes registros (como haber anunciado el acuerdo con el FMI antes de que
siquiera se comenzara a discutir), pero se terminan perdiendo en la fugacidad
de las redes sociales, en los tiempos del bombardeo infomativo y la post
verdad; sino de un tema de otro volumen, que afecta directamente a la promesa
macrista de “gobernar con la verdad”, y en un tema central, para la memoria
histórica de los argentinos como la inflación.
Que fue uno de los
principales recursos de campaña de “Cambiemos” para pegarle al kirchnerismo
(una inflación alta era la muestra de la incapacidad para gestionar), promesa
electoral contundente (iba a ser lo más sencillo de resolver) y fracaso rotundo
en la gestión: la inflación sube en lugar de bajar y las marcas del macrismo en
el rubro están muy por encima de las del kirchnerismo; que parecían ya
insoportablemente altas.
Ni que decir que la
persistencia de altos niveles de inflación afecta otra promesa de campaña como
la “pobreza cero”, siendo a su vez que el propio Macri dijo que la evolución de
la pobreza durante su mandato era el único punto de partida desde el que
aceptaba ser juzgado como presidente. Perder credibilidad por lo que se dice
(además de por lo que se hace) es crucial para un gobierno que luego de apelar
al pasado, volvió a desempolvar en los últimos días el recurso de escaparle a
un presente áspero, apelando a las expectativas de un futuro mejor.
Y para eso Macri no
tuvo mejor idea que elegir un tema que, más allá de las polémicas metodológicas
sobre mediciones, cualquiera puede palpar y sentir a diario, donde por ende el
margen de error es mínimo: y el tipo va y dice lo que dice, en el momento y
contexto que lo dice: horas antes de que su propio INDEC lo desmienta
rotundamente, cosa que no hizo falta para que mucha gente sintiera que les
estaba tomando el pelo; o confirmar la percepción de que gobierna para los
ricos, o que no le interesan los pobres, o para decirlo más sencillo, que está
alienado de la realidad, vive en una nube de pedos o no tiene conciencia cabal
de lo que está pasando.
Si esto último es o
no cierto, es otro dato inconducente a los fines del análisis: el punto es que la inflación volvió a
subir aunque el presidente diga que está bajando, que el plan oficial para
bajarla fracasó rotundamente una vez más, aunque sí haya servido para que la
actividad económica se derrumbe estrepitosamente, con los efectos conocidos por
todos conocidos y palpables sobre el empleo, el consumo, la distribución del
ingreso y los niveles de pobreza.
Tampoco podemos
seguir todo el tiempo discutiendo en círculos si esto es lo que vinieron a
hacer y lo están consiguiendo, porque para poder seguir haciéndolo necesitan
mantenerse en el poder, y para eso es imprescindible sostener ciertos niveles
de consenso social, al menos en un régimen de democracia abierta, en lo formal.
Para enfrentar ese
cuadro que ellos mismos han creado con sus políticas, el gobierno (el
presidente, para peor) niega el dato evidente que los propios organismos
oficiales certifican, y desde esa negación de lo evidente se para apelar una vez
más a las expectativas. ¿Cómo se hace para decir lo que dice Navarro (que te
toman por boludo) sin decirlo como lo dice él?
Pero además el
episodio plantea dudas respecto al grado de control de Macri sobre todo el
proceso, porque está claro que el problema puntual (la inflación) no lo
controla, pero el interrogante político es más amplio, y va hacia donde lo
plantea Riorda: el uso de la imagen y la figura presidencial como fusible
permanente, en un gobierno que se supone vino a instalar la noción de “equipo”;
cuando de lo que no existen dudas (al menos para nosotros) es que encima al
sujeto en cuestión no le dan los quilates para encarnar con dignidad el rol que
el voto del pueblo le ha confiado.
¿Gastan a cuenta de
un supuesto vínculo indisoluble de Macri con sus votantes, y aun así, al resto
no lo tienen en cuenta, tan holgados están, tan seguros de que ganan pese a
todo, hagan lo que hagan?
¿O simplemente no son esa maquinaria infalible que
a veces nosotros mismos insistimos en creer que son, ni todos sus movimientos
-como diría el Chapulín Colorado- están fríamente calculados y el principal
electrón suelto es el propio Macri?
Opinan los expertos.
La deuda que nos espera pagar, con bonos exóticos de vencimientos variados es lo que querían manipular, mas las tierras y bienes fiscales en enajenacion constante. Se apropiaron de numerosas variables empezando por la devaluacion del dólar y el autopago buiter...innumerables jueces y fiscales o sea, si sumamos todo ya se robaron mas que un PBI.
ResponderEliminarQuizás , por ahora esta´hechos, quien sabe
Si el coso es o se hace, si vive en una nube de pedos o no, son discusiones irrelevantes y debieran preocuparnos lo mismo que le preocupan a él, nada.
ResponderEliminarHay una estrategia que tiende a llenar de temas que hagan ruido (sea que los pongan ellos o aprovechen los que aparecen) y silenciosamente el saqueo sigue sin pausa y con prisa... justo cuando estorzionelli y el agente 86 se hacen más famosos.... despacito, despacito, dos usinas pasan a precio vil a manos del testaferro del alma del excelentísimo delegado del FMI, hay un juicio que más temprano que tarde se diluirá pero, mientras, repercusión 0...
Hasta ahora el ruido es el paisaje habitual de esta porquería, ahí ganan, lo que hace falta saber es si la oposición ES O SE HACE?, hay mucho franeleo y nada de qué se va a hacer una vez desalojados los apestosos...