¿Se acuerdan el bombo que hicieron desde el gobierno provincial el año pasado, cuando sacaron un Decreto (el 1200) fijando tarifas diferenciales para los sectores vinculados al comercio, la hotelería, la gastronomía y las actividades culturales, y las pequeñas industrias?
Nos lo pintaban como un tremendo esfuerzo de la provincia para sostener esas actividades, jaqueadas por los aumentos de tarifas dispuestos por el gobierno de Macri, y también acá por el socialismo, claro está.
El asunto es que cuando el Estado provincial subsidia tarifas eléctricas, debe compensar a la EPE por los menores ingresos que eso le genera, si la empresa a su vez no lo puede compensar por sí misma, con sus propios recursos. Así lo disponen las Leyes 10.014 (Estatuto Orgánico de la EPE) y 11.257, como dice el decreto cuya imagen encabeza el post.
Decreto que está poniendo en plata el volumen de los subsidios a la electricidad dispuestos por el gobierno de Lifschitz para esos sectores, hasta el pasado 30 de noviembre: poco más de 69 millones de pesos.
O sea, el 0,037 % de los $ 183.288.570.000 gastados hasta ese momento por la Administración Provincial (sin incluir a las empresas del Estado, como la EPE), y en plata, unos pesos menos que los que la provincia le giró a la Municipalidad de Rosario para que arreglara el hipódromo.
Y dado que la compensación la paga el Tesoro a la EPE porque esta adujo no poder hacerlo con sus recursos propios (aunque solo por el último tramo de los tarifazos obtuvo 4209 millones de pesos adicionales), digamos que el subsidio representó el 0,33 % de su presupuesto del año pasado, antes de los aumentos de tarifas.
Tanta generosidad conmueve.
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