“Habrá
que ver si el discurso pronunciado el
pasado 1º de marzo por el presidente Mauricio
Macri para dar por iniciadas las sesiones parlamentaria será el
último que pronuncie como presidente o sólo es el último de este mandato.” (Arrancamos fuerte, jugadísmos a fondo con las definiciones
políticas) .La observación es pertinente, (Obvia, más
bien) porque a nadie se le escapa que se trató de un discurso donde la
campaña electoral y las elecciones nacionales de octubre estuvieron presentes. ¿Está mal? Seguramente para un
opositor lo está. (O para vos, si el presidente fuera peronista) Pero
más allá de preferencias, (Exacto, de eso hablamos, de preferencias) lo cierto es que desde el punto de vista de la lógica
del poder es impensable que un Presidente de la Nación no
tenga presente la campaña electoral en la que se juega precisamente la
Presidencia de la Nación.” (Hasta acá no salimos del
terreno de las obviedades)
“Si
alguien esperaba un Presidente a la defensiva, acorralado y agobiado por las
culpas, se equivocó de palmo a palmo. (Ahí estamos de
acuerdo: esperar que Macri sienta culpa por algo es de boludos, muy) Si el
objetivo de todo discurso político es no dejar abierto ningún resquicio que
pueda ser aprovechado por el adversario, este objetivo se
cumplió con creces. (¿A
ver como es?) Y tan bien parece haberse cumplido que por
esa herida sangraron la mayoría de los dirigentes de la oposición kirchnerista.” (Ah, se confirma entonces que el objetivo del macrismo es hacer
sangrar por la herid a los kirchneristas. Lástima que hay un poco más de
heridos)
“Prestemos
atención a otros detalles. (Eso, prestemos) El supuesto (“supuesto”) gobierno
de los ricos anuncia un aumento de un cuarenta por ciento de la Asignación
Universal por Hijo. Interesante. (Lástima que la inflación en alimentos fue
del 60 %, y el aumento aun sigue en veremos, pero bueno, ponéle) Si la pobreza es su talón de Aquiles, a esa
debilidad Macri (la pobreza es el talón de Aquilles de los pobres, no de
Macri, que nada en guita) la afronta nombrándola, admitiéndola, (O sea,
te crea millones de nuevos pobres pero te lo admite, digamos) para acto
seguido distinguir entre la pobreza de bolsillo y la pobreza estructural,
pobreza estructural que no se corregiría con dádivas y clientelismo (¿Entra
o no la AUH ahí?, digo, porque terminás de elogiar que prometió que la va a
aumentar) sino desarrollando un conjunto de iniciativas que el Presidente
se ocupa de nombrar como logros de gestión: desagües, redes cloacales, caminos
pavimentados, carreteras, transportes.” (¿En qué
quedamos, son iniciativas o logros, o son “aspiraciones a largo plazol”, como
los 3000 jardines que se iban a hacer con la plata del “Fútbol Para Todos” y la
“pobreza cero”?)
“A
medida que Macri avanza en su discurso la oposición kirchnerista (La única
que importa, y te importa. Bien, nos vamos sincerando) se enfurece.
Silbatinas, insultos, risotadas. Si los enojos suelen ser un síntoma de
debilidad, las iras desatadas parecen confirmarlo en toda la línea. (Ah,
entonces Macri estaba en el horno, porque gritó enojado todo el discurso) “Los
gritos, los insultos, no hablan de mí, hablan de ustedes”, repite el Presidente en diferentes
ocasiones. (Frase armada de antemano, porque cualquiera que vio el video se
da cuenta que cuando la dijo, nadie lo silbaba ni insultaba. Y Carrió roncaba) “No
nos ofende a nosotros, lo ofende al pueblo”, declaran posteriormente los seguidores
de una jefa que cuando fue presidente se dedicó durante todos los días de su
mandato, y desde la cadena nacional, a lanzar sapos y culebras contra sus
opositores.” (“Piri cin Cristini iri piir”, versión un
millón)
“Quién
defiende al pueblo y quién no lo defiende? Difícil responder a ese
interrogante, (¿En serio, pensás que es difícil, y vos te considerás
“intelectual”?) pero por lo pronto, lo que los kirchneristas deberán
aprender de una buena vez es que el “gobierno de los ricos” le va a disputar persona
a persona, barrio por barrio, villa por villa, el voto de las clases populares. (Claro, por eso suspendieron los timbreso
aun a “casas elegidas”, y los actos públicos del presidente son puestas en
escena con pobres truchos que son punteros del PRO, y rodeado de milicos) Y
se lo va a disputar con discursos, (¡Ayyyy!) pero sobre todo con obras. (¿Posta,
en serio, están enterados de estos Dujovne y el FMI?) En todos los casos,
la “verdad” de la política se revelará dentro de ocho meses en las urnas.” (Volvió “Notiobvio”)
“Más
allá de consideraciones políticas y electorales, admitamos que un discurso es
importante, pero no decide la partida política y mucho menos la
lucha por el poder. (Siguen las grandes revelaciones, es un manantial de
descubrimientos esto) En la ocasión,
el presidente Macri cumplió con el objetivo que se había propuesto: marcó
la cancha, (Al dólar y al riesgo país, sobre todo: subieron como pedo de
buzo después del discurso. Al fin y al cabo, es un hombre de fútbol, para algo
tenía que servir) definió con singular habilidad (¿No le habrás
escrito vos el discurso, no, en lugar del pelotudo de Rozitchner?) quiénes
estaban de un lado y quiénes estaban del otro. Cada una de las palabras de
Macri definieron esa contradicción. (Pero cómo, ¿no venía a “unir a los
argentinos”?) Aludir al G20 y reivindicar una sociedad y un nación abierta
al mundo civilizado es, hasta para el observador más distraído, una mojada de oreja
a quienes pregonan el aislamiento o las alianzas con dictaduras y despotismos. (Claro, él prefiere aliarse con EEUU,
Israel y Arabia Saudita, ponéle) Mencionar a Venezuela y apoyar a Juan Guaidó, significa sugerir que la
oposición populista apoya al régimen de Nicolás Maduro." (No hace falta sugerirlo: la oposición lo
apoya. Tal como él apoya un golpe de estado y una invasión militar, alentada
por EEUU)
"Insistir con la declaración de extinción de dominio y conminar a que todos y cada uno digan de qué lado están, (¿Del lado de la constitución, que la prohíbe?) apunta en la misma línea. Insistir en que la lucha contra la corrupción será implacable, y destacar que a la hora de la justicia no habrá privilegios para nadie, (Cosa que como presidente no le corresponde definir a él, de acuerdo a la Constitución, pero bueno, metéle si querés con el entusiasmo) “ni para mi familia, ni para mí” es quizás uno de los momentos más logrados del discurso (Tanto que lo hizo palmar al padre a los dos días, mirá) y, al mismo tiempo, el instante en que se traza la línea decisiva que separa a unos y otros, en tanto que hasta el militante más leal del Instituto Patria sabe muy bien que Cristina ni en broma ni en serio, ni ebria ni dormida, se arriesgaría a proponer semejante cosa. No vaya ser cosa que…” (Ahí estamos de acuerdo: Cristina no amplió por decreto una ley de blanqueo votada por el Congreso, para que entraran los parientes, ponéle. Cuidáte un poco con el alcohol antes de escribir estas gansadas)
"Insistir con la declaración de extinción de dominio y conminar a que todos y cada uno digan de qué lado están, (¿Del lado de la constitución, que la prohíbe?) apunta en la misma línea. Insistir en que la lucha contra la corrupción será implacable, y destacar que a la hora de la justicia no habrá privilegios para nadie, (Cosa que como presidente no le corresponde definir a él, de acuerdo a la Constitución, pero bueno, metéle si querés con el entusiasmo) “ni para mi familia, ni para mí” es quizás uno de los momentos más logrados del discurso (Tanto que lo hizo palmar al padre a los dos días, mirá) y, al mismo tiempo, el instante en que se traza la línea decisiva que separa a unos y otros, en tanto que hasta el militante más leal del Instituto Patria sabe muy bien que Cristina ni en broma ni en serio, ni ebria ni dormida, se arriesgaría a proponer semejante cosa. No vaya ser cosa que…” (Ahí estamos de acuerdo: Cristina no amplió por decreto una ley de blanqueo votada por el Congreso, para que entraran los parientes, ponéle. Cuidáte un poco con el alcohol antes de escribir estas gansadas)
“A
Macri se lo notó distendido, sonriente, mundano. (Otra vez, en serio: ¿estás
seguro que viste el discurso de éste año?) El aprendizaje del ceremonial lo
ha aprendido. (Y sí, si es aprendizaje es para aprenderlo, por lo general)
No más vacilaciones, palabras inoportunas, balbuceos. (Pffff, ja, ja, ja,
ja, ja. Perdón. Fue muy fuerte) Nadie nace Presidente, y ya se sabe que ese
oficio sólo se aprende ejerciendo la investidura. Macri no es la excepción,
todo lo contrario.” (Cuanta sabiduría oculta al común
de los mortales, lo que es haber estudiado, lo parió)
“En los
trajines del poder siempre hay un inevitable toque de melancolía. (¿Y cómo
sabés eso?) Finalmente aprendió a ser Presidente casi cuando está
concluyendo el mandato. El
futuro dirá si llegó la hora de la despedida o si ese aprendizaje le permitirá
ejercer con más solvencia su pretendido segundo mandato, pretensión que deberá
convalidar no con discursos sino con votos. A Mauricio Macri se lo ve bien: sus
ojos, su sonrisa, el tono de su voz, (¿Quién no lo estaría, con 120 días de
vacaciones al año? ¿estás enamorado, Rogelio? Libéralo, hombre, estamos en
otros tiempos) son expresiones de un hombre que está bien plantado en la
vida y en la política. (Y en la cuenta bancaria y las sociedades off shore,
más que nada. ¿Estás seguro que viste el discurso de éste año y no el de la
asunción, cuando bailaba los temas de Gilda?) Pero en su rostro más que el
paso de los años lo que se registra es el paso del poder. (Del poder
levantarse temprano de vez en cuando, cosa a la que no estaba acostumbrado) Macri
lo sabrá o no, pero el poder deja sus marcas. (¿Y vos como lo sabés?) No son
llagas, no son cicatrices; son heridas de otro tipo, heridas que calan más
hondo, que no cicatrizan de un día para el otro. (Acá se nos ocurren un
montón de cosas para decir, pero lo dejamos librado a la imaginación de los
lectores) A veces no se registran a primer golpe de vista, su presencia
suele ser más discreta, más invisible si se quiere, pero está, existe y se hace
notar. Diez años en el poder no sale gratis. (Si es por nosotros decíle que
se vaya nomás, que no siga sufriendo) Y los costos en el cuerpo y en el
alma no se disimulan con sonrisas.” (Pero abultar la
herencia con nuevos negocios hechos desde el poder ayuda, más ahora que palmó
Franco)
Las negritas son
nuestras, el original acá.
El gorila pide a gritos un lugar en el geriátrico. Y ni un familiar que se ocupe.
ResponderEliminarEl Colo.
¿Quién es este añor con cara de suboficial de la bonaerense?
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