jueves, 20 de junio de 2019

PLAN ABRE VERSUS BOLETA ÚNICA


La imagen de apertura está armada con capturas de pantallas de El Litoral y La Capital, en sendas notas que daban cuenta de la distribución del voto en las ciudades de Santa Fe y Rosario, en el primer caso para la categoría de gobernador y vice, y en el segundo para intendente y concejales, aunque se dio lo mismo en la categoría anterior: donde están los círculos azules se impuso el peronismo, y en los naranjas, el Frente Progresista.

En ambos casos ganaron el PJ y sus aliados en los barrios del borde oeste de anbas ciudades, los más alejados del centro, con mayores carencias de infraestructura y donde los estragos sociales de las políticas económicas del gobierno de Macri se hacen sentir con más fuerza. A la inversa el hasta diciembre oficialismo provincial se impuso en los barrios donde tienen cloaca, asfalto, agua potable y todos los servicios, habitados en su mayoría por las clases medias.

La excepción sería en Santa Fe la elección de Emilio Jatón a intendente (ganó parejo en todas las seccionales), que sumó muchos más votos que Bonfatti para gobernador en la ciudad, y es un fenómeno de otro tenor, aunque vinculado a lo que aquí queremos en parte analizar: la boleta única.

Este corte social y geográfico del voto en las dos principales ciudades de la provincia se viene repitiendo, casi sin cambios, elección tras elección; por lo cual alguno podría preguntarse entonces donde está la novedad. La respuesta es que no la hay, pese a la propaganda oficial del socialismo en contra, que nos cuenta las maravillas del “Plan Abre”; que se despliega justamente en esos barrios marcados de azul en las dos ciudades, donde gana el peronismo; que no controla desde hace años el aparato del gobierno provincial o municipal, y desde 2015, tampoco el del gobierno nacional.

Y aquí aparece el primer dato: el publicitado plan de “inclusión social” del socialismo, tan elogiado por el Observatorio Social de la UCA (opinión para nada desinteresada, como veíamos hace poco acá) al parecer no fue tan inclusivo, o no por lo menos al punto de hacer que allí donde se aplicó, redundara en votos para el candidato socialista a la gobernación que al menos acá en Santa fe no se despegó en sus recorridas de Jatón; que ganó en esos mismos barrios, ampliamente, para la intendencia.

En Rosario este mismo comportamiento se reitera de una elección a la otra, y la mala perfomance de Bonfatti en las PASO y la elección general en los barrios periféricos de la ciudad pone en entredicho no ya la eficacia del promocionado “Plan Abre”, sino el supuesto carácter progresista e inclusivo de las gestiones municipales del socialismo, por 30 años.

Tanto como el fracaso del Plan Abre, los resultados en Santa Fe y Rosario con diferencias tan marcadas de procedencia geográfica y de clase de los votos, pero con triunfo del candidato socialista a la intendencia de la primera (la segunda estuvo a muy poco de perderla con el peronista Roberto Sukerman), se explican por otro invento socialista: la boleta única. 

En efecto, con el sistema tradicional, Jatón (que funcionó como candidato “cacht all”, atrapando votos de todos lados) podría haberle traccionado votos a Bonfatti en Santa Fe, y ponerlo en mejores condiciones para dar la pelea. Por contraste, en esas mismas condiciones la boleta de Omar Perotti a gobernador hubiera traccionado a Roberto Sukerman a ganar para el peronismo la intendencia de Rosario. 

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