Cuando Macri firmó el DNU "reperfilando" la deuda emitida en pesos para ser pagada en el país, decíamos acá: "También el gobierno quiere que ahora intervenga el Congreso para avalar el "reperfilamiento" de la deuda con los tenedores institucionales de bonos pagaderos en el país, bajo ley argentina. En esos casos hay numerosas autorizaciones legislativas para que el Ejecutivo lo haga por sí, sin intervención del Poder Legislativo, pero con una condición: que el "reperfilamiento" mejore las condiciones del endeudamiento, por mayores plazos de pago, reducción de intereses, o quitas sobre el capital.
Incluso la misma Ley 24.156 así lo dice en su artículo 65: "El Poder Ejecutivo Nacional podrá realizar operaciones de crédito público para reestructurar la deuda pública y los avales otorgados en los términos de los artículos 62 y 64 mediante su consolidación, conversión o renegociación, en la medida que ello implique un mejoramiento de los montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales.". Si la ley rige para haber excluido al Congreso de la discusión del acuerdo con el FMI, también rige para esto.
En consecuencia, solo cabe interpretar que el repentino apuro del gobierno por obtener la anuencia en éste caso en el que los "reperfilados" serían -según lo anunciado por el ministro Lacunza- los inversores "institucionales" (bancos y fondos de inversión), obedece estrictamente a que está gestando un nuevo Megacanje como el del 2001, que agravará el peso del endeudamiento, mediante suba de las tasas de interés, u otras condiciones leoninas."
Sobre el mismo tema, nos cuenta acá Ambito Financiero: "El presidente Mauricio Macri recibe este miércoles por la mañana en la Quinta de Olivos a los diputados del PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica para delinear la estrategia legislativa que le permite contar con la ley que estira los plazos del pago de la deuda.
En la previa, los bloques del PRO y de la UCR se reunieron por separado para repasar los puntos que plantearán en la reunión con el presidente y sus funcionarios. La bancada macrista habló de la estrategia para defender las medidas del gobierno y de los posibles escenarios legislativos en caso de que ingrese el proyecto de ley de reperfilamiento de la deuda y sobre los DNU de los últimos días. Fuentes oficialistas no descartan que si no hay acuerdo con la oposición para sancionar la ley, Macri decida firmar otro Decreto de Necesidad y Urgencia. " (Todas las negritas son nuestras)
Cuando a los dos días del DNU "reperfilatorio" se conoció el del "cepo", muchos se sorprendieron: ¿para qué defoltear deuda en pesos para que los tenedores no se fueran al dólar, si se iban a imponer restricciones para la compra de dólares?
La aparente contradicción no sería tal o se comprende si se advierte que el "cepo" macrista deja abierta la puerta para que las personas físicas (su base electoral) sigan comprando hasta 10.000 dólares por mes, y las personas jurídicas que no lo pueden hacer (bancos y fondos de inversión, sobre todo) vean "reperfilada" su acreencia contra el Estado argentino por inversiones especulativas alentadas por el gobierno, con el alegado propósito de no dejar escapar al dólar.
Si al mismo tiempo se repara en que ninguna de las medidas tomadas luego de las PASO por Macri atacan el grave problema de las LELIQ'S (todas ellas en poder de los bancos), y por el contrario las tasas vuelan por encima del 85 % (un 135 % nominal anual), generando una deuda cuasi fiscal que por su volumen más temprano que tarde se transformará en fiscal (o sea, del Tesoro y no del Banco Central), se verá que la afirmación de que Macri decidió "pensar más en su rol de presidente que en el de candidato", debe al menos relativizarse.
De lo contrario, no parece prudente que amenace a la oposición con convalidar su plan de saqueo (denominado "reperfilamiento") a ciegas, o sacarlo por DNU: quedaría en evidencia que no es ni más ni menos que otro "Megacanje" como el del 2001.
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