Sobre el "rulo", el "contado con liqui" y las mil y una artimañas utilizadas para burlar el "cepo" a la compra y fuga de dólares, leemos en El Cronista que hay empresas locales que están pagando hasta un 20 % de sobreprecio para hacerse con dólares y sacarlos del país, comprándolos a través de bonos que no están alcanzados por el tope de 10.000 dólares mensuales puesto por el gobierno para las personas físicas.
Se trataría de clientes "institucionales", como empresa informáticas o cadenas de electrodomésticos, que cobran sus facturas, con la plata compran los bonos, con la venta de estos se hacen con los dólares y fugan los billetes verdes del país. Pero por supuesto no deben ser los únicos: cualquiera con espaldas financieras para hacer la maniobra, seguramente la intentó
Recuerda el artículo que durante el gobierno de Cristina y ante el anterior "cepo" se producían este tipo de maniobras, por lo cual entonces se dispuso que los que compraban bonos con ese fin los depositaran en caución por lo menos tres días en la Caja de Valores antes de hacer la operación para hacerse con los dólares, para limitar estas maniobras. Hecha la trampa, se hizo la ley, digamos; o adaptando la frase de Perón, "el cheto de la city es bueno, pero si se lo vigila es mejor".
Ayer el rumor en el mercado era que el Banco Central se aprestaba a repetir esa regulación (otro sapo que se tragan los defensores de la desregulación del mercado, y van), por la distancia que está alcanzando el dólar "contado con liqui" respecto a la cotización del billete en el mercado oficial con las restricciones.
Y acá en La Politica Online lo confirman: por la Comunicación "A" 6780, el Central dispone "...establecer como requisito para el acceso al mercado de cambios para la compra de moneda extranjera por parte de personas humanas residentes dentro de los límites mensuales establecidos en el punto 6 de la Comunicación 'A' 6770, la presentación de una declaración jurada por parte del cliente respecto a que los fondos comprados no serán destinados a la compra en el mercado secundario de títulos valores dentro de los 5 días hábiles a partir de la fecha de liquidación de dicha operación de cambio...".
O sea, una joda: con una simple declaración jurada, zafan, sin que la norma contemple ninguna sanción en caso de que la falseen; con la misma laxitud en ese sentido con la que está montado todo el "cepo cheto", en palabras de Luli Salazar.
Y acá en La Politica Online lo confirman: por la Comunicación "A" 6780, el Central dispone "...establecer como requisito para el acceso al mercado de cambios para la compra de moneda extranjera por parte de personas humanas residentes dentro de los límites mensuales establecidos en el punto 6 de la Comunicación 'A' 6770, la presentación de una declaración jurada por parte del cliente respecto a que los fondos comprados no serán destinados a la compra en el mercado secundario de títulos valores dentro de los 5 días hábiles a partir de la fecha de liquidación de dicha operación de cambio...".
O sea, una joda: con una simple declaración jurada, zafan, sin que la norma contemple ninguna sanción en caso de que la falseen; con la misma laxitud en ese sentido con la que está montado todo el "cepo cheto", en palabras de Luli Salazar.
Lo curioso -o no tanto- es que el DNU 609 dictado por Macri el pasado domingo 1º de septiembre (es decir hace 11 días), o sea la norma que estableció el "cepo", ya contemplaba que pudieran hacerse este tipo de maniobras, y por ende en su artículo 3 dispuso lo siguiente: "Facúltese al BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA para establecer reglamentaciones que eviten prácticas y operaciones tendientes a eludir, a través de títulos públicos u otros instrumentos, lo dispuesto en esta medida.". (las restricciones a la compra de dólares, aclaramos nosotros).
O sea que las autoridades del BCRA dejaron hacer "al mercado" durante casi dos semanas de operaciones, para empezar a tomar cartas en el asunto; cuando ya se fueron unos cuantos dolarucos por esa canaleta, que dejaron abierta aunque sabían que iba a pasar. Y cuando al fin intervinieron, resolvieron todo con una simple "declaración jurada".
Cuesta creer que haya sido simple negligencia o mala praxis, y solo nos bastaría conocer el monto de las operaciones, y la nómina de los que a través de ella fugaron dólares del país, para tener la certeza de que lo hicieron a propósito, para permitírselos.
Son los dólares de los amigos que venían demorados en la escapada. Una vez que Macri y amigos hayan salido, llega el incendio bancario y cambiario.
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