¿NO LO HABÍAN INAUGURADO YA?

¿Se acuerdan que ayer les contábamos acá como el gobierno provincial afectaba más de 500 millones de pesos de mayor recaudación sobre la proyectada en el presupuesto, para pagar "redeterminaciones de precios", "adicionales de obra" y "trabajos complementarios" en contratos de obra pública? 

Dijimos también que parte de esos 500 millones de pesos se asignaron a mayores gastos en obras que en teoría ya estaban terminadas, como el nuevo hospital Iturraspe, al que le asignaban 20 millones de pesos más.

Deben haber sido para los "trabajos complementarios" de los que habla el decreto de apertura, firmado por Lifschitz a fines del mes pasado; que además cuenta la tortuosa historia de la última etapa de la obra, común a tantas otras: prórrogas, "adicionales de obra", eso sin contar las "redeterminaciones".

Y son raros los "trabajos complementarios", porque la última etapa de la obra era la "arquitectura interior", y estos trabajos se refieren a repavimentación de calles aledañas, recambio de luminarias del alumbrado público (¿no lo debería hacer la muicipalidad?) y "puesta en valor" de la plaza que está enfrente. 

El tema es que el Lifschitz que dijo el 20 de septiembre que le otorgaba a la UTE contratista (integrada por Pecam y Dinale, dos de las empresas más favorecidas con obra pública provincial en el socialismo) casi 21 millones de pesos para hacer "trabajos complementarios", y un plazo de 30 días (o sea, hasta fines de éste mes) para terminarlos, es el mismo que el 14 de mayo pasado (o sea, hace cinco meses, en plena campaña) inauguró la obra, con bombos y platillos: 

Y además de todo eso, parece que pagaron casi 21 palos por algo mal hecho, porque cuando llueve el hospital sigue siendo inaccesible porque es todo barro y agua: