martes, 9 de junio de 2020

EL CASO VICENTÍN Y EL FIN DEL ESTADO BOBO


En el mes de Enero de éste año, luego de comunicada la cesación de pagos del Grupo Vicentin “……las autoridades de la Bolsa de Comercio de Rosario, de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario y de Matba Rofex se reunieron con representantes del Centro de Corredores de Rosario y de la Sociedad Gremial de Acopiadores de Granos de Rosario para evaluar los pasos por seguir frente a la falta de respuesta que presenta Vicentín SAIC ante la cesación de pagos vigente desde comienzos del mes pasado, como reflejaba la página valorsoja.com 
Allí se expresaba que además de generar problemas en la cadena de pagos granaria, provocaba un terremoto comercial y que  A la fecha representantes de Vicentín no presentaron una propuesta de pagos para las obligaciones defaulteadas (fundamentalmente granos tomados tanto a fijar como en el disponible) en ámbitos tanto públicos como privados. Ni en audiencias realizadas en el marco de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario ni en reuniones con directivos del Banco Nación (principal acreedor bancario) los delegados de Vicentín mostraron un atisbo de propuesta. Nada.
Por su parte ya en el mes de Febrero, ante la deliberada inactividad en la que se mantenía el grupo económico, la Federación de Centros Comerciales (Fececo) expresaba que  «Es larguísima la lista de proveedores de la empresa, productores, empleados y las ramificaciones que cada uno de estos tiene. De persistir su inactividad y sus incumplimientos de compromisos, los daños por la incipiente ruptura en la cadena de pagos crecerán en forma continua y a niveles insospechados, derramando dificultades insalvables a toda la pirámide que, directa o indirectamente, depende de ellos» agregando que «Para quienes conocen la envergadura y la relevancia que la empresa tiene en la región no es difícil manifestar que varias decenas de miles de familias, pequeños emprendimientos y productores de todas dimensiones serán afectadas en mayor o menor medida y, por ende, la actividad comercial y productiva se verá seriamente golpeada». Como finalmente ocurrió.
Más allá de la importancia que reviste la empresa para la Provincia de Santa Fe y para sus distintos segmentos de productores, el grupo resulta un fuerte jugador en el agronegocio, el cual antes de la planificada cesación, representaba alrededor del 10% del total nacional de las exportaciones del rubro incluyendo procesamiento de granos y exportación de harinas y aceites. 
Muy llamativa resultó la declaración de cesación de pagos y la presentación en concurso preventivo ante el Juzgado Nº 2 de Reconquista, ya que durante el período del gobierno macrista, el Grupo VicentÍn alcanzó un destacado lugar entre los exportadores. A ello se suma que en un año de buena cosecha como el 2019 tuvo incremento de sus exportaciones, y con un tipo de cambio muy favorable por la fuerte devaluación del peso producida a partir de Agosto de 2019. Además, como último favor antes del fin del mandato de Macri,  el grupo recibió un préstamo de 300 millones de dólares otorgado por el Banco Nación.
Naturalmente en el concurso de acreedores, medio idóneo si los hay para la licuación de deudas, otros representantes del agronegocio como  Cargill, Dreyfus o Glencorel,  sobrevuelan sobre el Juzgado para quedarse con los enormes activos del grupo, que posee grandes instalaciones de producción y acopio en la provincia de Santa Fe y concesiones en la Terminal Puerto Rosario (TPR), concesión que dicho sea de paso, el ex gobernador socialista Miguel Lifschitz antes de terminar su mandato, intentó prorrogarle hasta el año 2057.  Como en cualquier concurso, la deuda que finalmente se abonaría a los acreedores -entre ellos el Banco Nación- sería estrepitosamente menor a lo adeudado por el Grupo.
Es elocuente el vaciamiento económico generado por el Grupo Vicentín. Si se lo dejara continuar actuando según sus planes, esto terminaría indefectiblemente en un enorme perjuicio para el Estado, para los miles de empleados del grupo que perderían su fuente de trabajo, y para los productores que verían esfumados sus créditos.
Esto demuestra el acierto de la medida dispuesta por el Gobierno Nacional, defendiendo sus propios intereses, el de los trabajadores y productores, a través primero de la intervención del grupo, para luego la declaración por ley de utilidad pública de la empresa y su expropiación, lo que entre otros efectos, permitirá al Estado poseer una empresa testigo en la comercialización de granos y en la producción de alimentos, en un momento económico clave como el presente. Tuits relacionados

1 comentario:

  1. Que pasa con el concurso de quiebra, los demás acreedores y las deudas de Vicentin en caso de estatización?
    Será que la idea es que el Estado se haga cargo? O que el Estado se desentienda?
    O es que se expropie, se pague y después se liquide la empresa?
    Sin esos datos todavía no se que pensar al respecto. Y de Alberto espero cualquier cosa (mala)

    20verdades

    ResponderEliminar