martes, 14 de julio de 2020

INVIRTAMOS MEJOR EL TIEMPO PRESIDENCIAL


Ayer nomás analizábamos en ésta entrada el tuit de Cristina recomendando un artículo de Alfredo Zaiat a propósito de la escenografía del acto oficial del 9 de Julio en Olivos, y la convocatoria del presidente a los sectores empresarios.

Decíamos allí que "...junto con el sueño fallido de encontrar una burguesía nacional o construirla (sueño que, como dijimos, es parte del peronismo fundacional), el gobierno de Alberto Fernández y el presidente en particular, creen posible introducir una cuña en la oposición, entre los "racionales" y los "gurkas". Pero el intento falla por la base: no hay diferencias allí ni en la base social de representación, ni en los intereses materiales, objetivos, concretos y poderosos, que vehiculizan en el sistema político institucional. Esos intereses son los que no consentirán que se divida la oferta y el voto opositor, y los que alimentan la estrategia "gurka".".

Y tal parece que la oposición mayoritaria nucleada en "Juntos por el Cambio" se empeñara en darnos la razón, con sus insólitos planteos de vedettismo político para asistir al diálogo al que fueron convocados por Alberto: que si vamos, que si no vamos, que nos avisaron con poca anticipación, que el temario es pobre y queríamos discutir otros temas, que si vamos solos porque no queremos que nos mezclen con la izquierda y los aliados del gobierno, que no vaya Cristina, que como no fue.

Si bien se mira, no es más que la continuación de la patética saga de la discusión por la modalidad con que las Cámaras del Congreso hacen sus sesiones, o como se conforma el temario que discuten, o el tenor de los discursos de los oradores porque guarda que si dicen tal cosa o hablan de tal otra, nos levantamos y nos vamos (como con la ley de alquileres), y así hasta el cansancio.

Reiteramos: un insólito vedettismo que no se merece ni éste ni ningún gobierno, ni tampoco la convivencia democrática; y menos proviniendo de gente que lo primero que tendría que hacer, es pedirles disculpas a los argentinos por el desastroso gobierno que perpetraron durante cuatro años, hace tan solo siete meses.

Y acá nos queremos detener: los otros días Macri en su entrevista con el hijo de Vargas Llosa se ufanaba de "haberle dado tiempo al gobierno que votó el 48 % de los argentinos", guardando un silencio obsequioso durante estos meses, como dando a entender que tenía muchas cosas para decir, pero se las guardaba para mejor oportunidad.

En realidad eso es falso: ni el propio Macri se privó -por ejemplo- de estampar su firma en cuanto manifiesto "libertario" andaba dando vuelta alertando sobre dictaduras inminentes, democracias en peligro y libertades vulneradas, ni las fuerzas políticas a las que él condujo hasta diciembre le han dado el más mínimo respiro al gobierno de Alberto Fernández y del "Frente de Todos". Ni por supuesto tienen autoridad moral para criticar nada, considerando el desastre que dejaron.

Sin embargo, aquello de Mario Negri en los comienzos de la pandemia y la cuarentena de "en las crisis debe haber uno solo que mande y marque el rumbo, por eso señor presidente nos ponemos a su disposición" quedó en el olvido. De allí para acá cuestionaron la cuarentena, las medidas tomadas por el gobierno para afrontar la pandemia, el modo de sesionar del Congreso y en general, todo lo que hizo y dijo el gobierno, excepto quizás la renegociación de la deuda; y habría que verlo en detalle.

Y hace poco firmaron un bochornoso comunicado de tono golpista, del cual casi ninguno se desmarcó en público, acusando casi directamente a Cristina de la muerte de Fabián Gutiérrez, y planteando que un caso policial revestía gravedad institucional, y nos ponía poco menos que al borde de la disolución como sociedad. 

Eso, sin dejar de reclamar nunca diálogo para arribar a consensos, cuestionar presuntos desbordes autoritarios del gobierno, o señalar que ellos hubieran resuelto las cosas de otro modo, y mejor, antes o con menos costo. Sin que nadie les pregunte, así como al pasar, porque no lo hicieron cuando fueron gobierno, sin pandemia de por medio.

Porque éste es el otro dato relevante: los tipos andan por la calle, sueltos de boca y de cuerpo, como si no hubieran sido gobierno, o como si cuando lo fueron, les hubiera ido bárbaro y simplemente la gente no los votó para que vuelvan a ganar, porque no los supo comprender.

A nosotros acá, desde nuestra modesta opinión, se nos ocurren mil formas más productivas de emplear el tiempo presidencial que tratando de satisfacer los caprichos y veleidades de estos impresentables; seguramente al propio Alberto también. Acaso sea llegado el tiempo de respetarnos más a nosotros mismos, y a nuestro voto, y ocuparnos de lo importante, en lugar de perder el tiempo en pavadas.

3 comentarios:

  1. Y Massa? El mismo del tema del memorandum...

    ResponderEliminar
  2. 10 puntos la nota. De pe a pa. Y entre los tres que miraban las pantallas 2 (dos) iban a la marcha de los fiscales diciendo que habían matado a Nisman. Uno no. El hijo de Ella. No es para trosquear ni nada parecido. Peronismo,nada más. Decía el General, atentos y vigilantes. Y cada vez más nos estamos quedando con menos atentos.

    ResponderEliminar
  3. Si quieren tener diálogo, que vayan al sicólogo.
    El Colo.

    ResponderEliminar