¿Para qué van los funcionarios a ciertos lugares donde es como si les tomaran exámen, convalidando así ese rol que se dieron a sí mismos?: https://t.co/CfNr9QcUBK
— La Corriente K (@lacorrientek) December 10, 2020
Para el caso es lo mismo si es el coloquio de IDEA, la exposición de la Rural en Palermo, una cena en la AEA o las jornadas que suele organizar Costantini en el MALBA. O un seminario para Pymes organizado por el Grupo Techint, que es más o menos lo mismo que una jornada contra la violencia de género organizada por Barreda.
Tampoco importa demasiado si el funcionario en cuestión sale más o menos airoso y pudiendo decir lo suyo, como en éste caso hizo el ministro Guzmán frente a los planteos del empresario del caso (en ésta oportunidad nada menos que Paolo Rocca), que ya son sabidos de antemano: rebaja de impuestos, la presión fiscal es excesiva, son necesarias reglas de juego claras y estables para invertir, bla, bla, bla.
Lo que hace ruido es el montaje escenográfico en torno al asunto: el pope empresarial de ocasión (ovarios de ellos) se sientan como si presidieran un tribunal examinador, y el funcionario en cuestión es puesto en el rol de un estudiante que debe demostrar si ha aprendido bien la elección, y recita más o menos convencido las "chinches" de los profesores para ser aprobado.
Y también, para qué negarlo, hace ruido la concurrencia de los funcionarios de un gobierno democrático, electo por el pueblo, a ese tipo de ámbitos, en esas condiciones: es muy fuerte la imagen visual que nos dice que el poder de las instituciones democráticas rinde en cierto modo pleitesía a quienes se han autoproclamado tribunal examinador de los destinos del país; sin otro título que la riqueza y el poder económico.
Es allí donde uno se pregunta ¿con qué necesidad se tienen este tipo de gestos simbólicos, cual es el beneficio que se obtiene a cambio cumpliendo ciertos rituales?
Los otros días decíamos acá a propósito de las maniobras de la AEA (de la que Rocca y Techint son actores principalísimos) que no solo no están contribuyendo en nada para resolver los graves problemas que tiene el país, sino que por el contrario, son parte esencial de esos problemas: en éste año de gestión del "Frente de Todos" no hubo iniciativa más o menos trascendente del gobierno que no cuestionaran, o lisa y llanamente sabotearan
Así como no hubo una vez -como le pasó ahora a Guzmán- que estando con el presidente o sus funcionarios, no les plantearan sus demandas corporativas, en tono de exigencia.
De hecho, al mismo tiempo que le pedía al ministro Guzmán bajar la presión fiscal rebajando impuestos, Rocca le reclamaba la continuidad del Plan Gas, que supone destinar cuantiosos recursos públicos a subsidiara las petroleras; plan del cual Tecpetrol (la petrolera de Techint) ha sido una de las principales beneficiarias.
La pregunta entonces, y a riesgo de ser reiterativos, se impone de nuevo: ¿con qué necesidad se hacen estos gestos que -quiérase o no- serán leídos como de pleitesía?
A estos gestos inútiles se los pide Massita, que está convencido de ser un estadista predestinado a la presidencia de la Nación. Y no va andar.
ResponderEliminarEl Colo.
Los grandes empresarios, aún los enormes, tienen el mismo derecho a reclamar que cualquier otro gremio.
ResponderEliminarLa cuestión es, por que otros, nosotros, no estamos reclamando? si también tenemos derechos. Y más aún, por qué, aún si reclamamos, nuestros reclamos no son escuchados?
Una marcha oficialista hace falta. Un reclamo oficialista.
Porque un reclamo oficialista, con este gobierno, no se puede atacar desde los medios opositores. Al fin, fue Alberto quien pidió que le avisarán si pifiaba