sábado, 19 de junio de 2021

LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO Y A LOS HOMBRES

 


Hace poco decíamos en ésta entrada: "...el bloque adversario está consolidado como tal más allá del nivel de puterío actual de su expresión dirigencial en sentido político partidario. Y está consolidado porque su conducción real (el poder económico) es inmune a los resultados electorales, y dispone de los medios (de producción y de construcción de sentido) para conducir las cosas a su conveniencia, todo el tiempo que media entre una elección y otra.

Frente a eso, nosotros solo tenemos las herramientas del Estado y de la política, y debemos emplearlas con inteligencia, y al mismo tiempo con coherencia: en el sentido para el que fuimos votados, para que la coalición social que se expresó en las urnas en agosto y octubre del 2019 perdure en el tiempo y se solidifique; y para que el bloque de poder que tenemos pierda gravitación y poder de daño, en la medida de lo posible. Si se sabe ver, las medidas que hay que tomar son las mismas, para conseguir ambas cosas.

Y allí es donde el gobierno parece acusar su mayor déficit, funcionando a dos velocidades: por un lado una morosidad ostensible en tomar medidas que afecten al poder real aun éstas permitan al mismo tiempo consultar los intereses de su propia base electoral (por ejemplo aumentar retenciones para desacoplar los precios internos de los internacionales, en especial de alimentos), o disminuir el poder de fuego del adversario (reponer la ley de medios, mutilada por DNU de Macri, por caso).".

Relacionado, leemos en La Política Online que desde el gobierno vinculan el proyecto presentado en la semana por  Guillermo Lipera (del Colegio de Abogados de la calle Montevideo e IDEA) para reformas en la justicia y el Consejo de la Magistratura, con la ofensiva de la nueva conducción de la UIA a cargo de Daniel Funes De Rioja.

La iniciativa es apoyada por la AmCham (la Cámara que agrupa a las empresas yanquis que operan en el país), el Foro de Convergencia Empresarial y la AEA; y tiene a disminuir la participación de los poderes electivos (en especial del Congreso) en el Consejo, especulando a su vez con que la Corte falle una causa que tiene dormida desde 2013, sobre la reforma aprobada durante el gobierno de Cristina. Es la respuesta a la frustrada reforma judicial del gobierno, y un intento del poder real por reforzar su control sobre el proceso de nominación de los jueces, y el Poder Judicial en general; como reaseguro de la defensa de sus intereses.

Pero el gobierno no puede quedarse en el comentario de las cosas, o atrapado en una puja de aparatos entre ese poder corporativo y los supremos cortesanos, que administran sus tiempos para conservar su influencia y poder de chantaje sobre la democracia y los poderes elegidos por el pueblo. Los movimientos del enemigo son sabidos, y en la medida de lo necesario, coordinados.

Cosa (coordinación y organización) que está faltando de éste lado: esta misma semana el ministro de Economía (de quien no se conocen en los últimos tiempos medidas concretas, sino ideas y conceptos más o menos felices, según las circunstancias) fue a rendir examen a un evento convocado por la misma novel conducción de la UIA, que apoya estos ensayos pseudo golpistas, o destinados a reforzar la injerencia del poder "real", en la misma medida en que se recorta el de las instituciones legítimas de la república, surgidas del voto popular.

A la necesidad de un plan económico de recomposición de ingresos de los sectores populares (vía lucha contra la inflación, y mejoras en los salarios y jubilaciones), se suma la de un plan político de todos los actores del FDT, que supere la mera perspectiva electoral, aunque la contenga. Hay que apostar a la organización y -en la medida que la pandemia lo permita- la movilización para frenar de cuajo estas maniobras; que como la nota indica, se originan no solo en el apetito irrefrenable de control del poder económico, sino en que se percibe la debilidad del gobierno, y se obra en consecuencia.   

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