¿Éste no debería ser el eje de campaña de todo el gobierno, contra "Juntos por la Inflación", y no dejarlo todo en manos de Feletti?: https://t.co/EucTzkjMQd
— La Corriente K (@lacorrientek) October 21, 2021
Hay consenso casi unánime en los análisis de los resultados de las PASO del 12 de septiembre que la situación económica fue la principal causa de la derrota del "Frente de Todos" en la mayoría de los distritos, con una recuperación de los datos macro, que no se nota en la existencia cotidiana de millones de argentinos.
Y dentro de la economía, el principal problema que persiste para jugarle en contra a las chances electorales del oficialismo es la inflación, en especial en alimentos y artículos de consumo de primera necesidad. Inflación que corroe el poder adquisitivo de los salarios, y se devora cualquier mejora que al respecto se pueda hacer, lo mismo para las jubilaciones y los diferentes planes sociales.
De allí que se esperaba que, después del piñazo de las PASO, el gobierno tomara medidas para frenar la inflación y recomponer el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, de lo que hasta acá hubo poco, como no sea el complemento en las asignaciones familiares (para los trabajadores registrados), y más recientemente la designación de Roberto Feletti en Comercio Interior.
El nuevo funcionario debutó, como es sabido, firmando una resolución que congela los precios de 1432 artículos de la canasta familiar por tres meses, con el apercibimiento de aplicar las sanciones de la Ley de Abastecimiento a los que violen esos precios máximos. Naturalmente eso generó la reacción en contra de las principales corporaciones empresarias (AEA, la COPAL, CAME) que amenazan abiertamente con provocar desabastecimiento, si las obligan a congelar precios, o incluso rebajarlos en algunos casos.
Así planteadas las cosas, el conflicto es más político que económico, y un desafío abierto a la autoridad del Estado para disciplinar al mercado, o imponerle regulaciones. El que no entienda éste aspecto central del asunto y se enrede en un debate teórico sobre las causas reales de la inflación, está mirando otra película: el gobierno debe dar muestras de autoridad en general, y en éste tema tan sensible en particular, para que no se lo lleven puesto, incluso más allá del resultado de las elecciones del 14 de noviembre.
La oposición, acaso no sorpresivamente, ha cerrado filas en defensa de los empresarios, aun cuando critique al gobierno por la inflación, que atribuye -en el credo monetarista- a la presuntamente excesiva emisión monetaria. Larreta -puesto cada día más en candidato presidencial- no vaciló en repetir la misma amenaza de las corporaciones industriales alimentarias: si hay congelamiento habrá desabastecimiento: entre los consumidores y las empresas, han tomado claramente partido por éstas últimas.
El gobierno debiera tomar nota de ello, y obrar en consecuencia; haciendo de éste tema y de la postura opositora, el eje principal -si no excluyente- de lo que resta de campaña hasta las elecciones generales: nosotros defendemos tu bolsillo, ellos defienden a los que te esquilman. Incluso lo ayuda el hecho de que, más allá del nicho electoral de voto seguro de la oposición, se hace complejo explicarles a las personas comunes que los productos de Arcor, Molinos o Ledesma cuestan cada día más caros, porque el gobierno emite billetes.
Claro que para eso la cruzada contra los aumentos de precios no debería ser una quijotada personal de Roberto Feletti, sino una iniciativa (de las más importantes, sin duda) del gobierno en su conjunto, cuyas principales figuras (el presidente, el ministro Guzmán) han guardado un estruendoso silencio, como si el tema no fuera asunto de su competencia. Y otros, como el ministro Kulfas, es mejor que no hubieran dicho nada.
Nada garantiza que, aun teniendo éxito la medida, el gobierno logre revertir el resultado de las elecciones. Lo que es seguro es que si no hace nada al respecto, o incluso si cede a las extorsiones empresariales o deja que Feletti se inmole solo por la causa, no solo las volverá a perder, sino por números mayores. Tuit relacionado:
Alguien que le explique al pelotudo de Kulfas que lo del congelamiento de precios no es un problema teórico para un paper académico sobre las causas de la inflación, sino un problema político mayúsculo en el que se juega si el gobierno aguanta las presiones o se lo llevan puesto.
— La Corriente K (@lacorrientek) October 21, 2021
"como si el tema no fuera asunto de su competencia" , puedo hacer una lista de cosas que el gobierno considera que no es su competencia en un pais presidencialista donde cada puta cosa que pasa todos miran a Papa Estado Nacional. Si la idea era hacerse el boludo, Alberto debería haber rechazado su postulación y seguir como invitado de Joaquín Morales Sola en TN sobre dialogo, consenso, el sectarismo K y coso.
ResponderEliminarLos funcionarios de Alberto ya casi superan en capacidad "al mejor equipo de los últimos 50 años".
ResponderEliminarEn lugar de designarlo a Felleti, habría que haberlo designado al Profemarcos, un intelectual muy sólido y revolucionario combatiente digital. Y hippie con Osde.
ResponderEliminarA bancarlo a Feletti a muerte.
ResponderEliminarEl profemarcos!! Hippie con Osde, muy bueno!!
ResponderEliminarA los AnóNimos ni cabida.
ResponderEliminarSe llenó de gente del blog de Sentís, que pasa? Demasiada censura en el blog massista que milita el ajuste? El vacunablog
ResponderEliminarLa economía crece, todo mejora!