martes, 17 de mayo de 2022

LA FALACIA DEL HOMBRE DE PAJA

 


O una versión muy parecida, que consistiría en inventarse interlocutores imaginarios que le dicen a uno lo que uno piensa, y a partir de esos testimonios, validar su posición.

El año pasado fuimos unidos a las elecciones (porque hubo elecciones, aunque algunos finjan demencia y pretendan que no ocurrieron) y sin peleas en público y mensajes cruzados entre los dirigentes. Y perdimos feo en casi todo el país, perdiendo entre cuatro y cinco millones de votos en relación a las presidenciales del 2019, según como se cuenten.

Lo que hubo sí antes fueron unos cuantos señalamientos en público de Cristina sobre el rumbo de la política económica, y la advertencia -cuando el 2021 no había empezado aun- de que el país iba a crecer pero había que tomar las medidas adecuadas para que ese crecimiento no se lo llevaran cuatro vivos. 

Las advertencias no fueron oídas, las medidas no se tomaron, y las elecciones se perdieron: se puede elegir creer que se perdieron por culpa de Cristina y no de las medidas que no se tomaron, del mismo modo que se puede elegir hacer como si las elecciones no hubieran tenido lugar. Claro que con ninguna de las dos cosas, la realidad deja de ser lo que es y lo que fue. 

Acá no sabemos con que militantes hablará Katopodis, pero nosotros no conocemos ninguno preocupado (al menos no en términos de barra braca) por unirnos o morir. Sí hay muchos de ellos -como hay muchos argentinos- preocupados por la inflación, por sus ingresos o por llegar a fin de mes. Y por la falta de medidas para mejorar esa situación.

Otra vez: se puede elegir -desde ahora- una excusa para justificar derrotas futuras, porque en realidad no se está dispuesto a cambiar lo que haya que cambiar (políticas, más que nombres, aunque haya nombres insostenibles). O también se puede optar por tomar nota de que perdimos, y preguntarse que hay que hacer para no volver a perder, que no es simplemente estar unidos y no pelearnos.

Porque de lo contrario lo que pareciera que está pasando (nos podemos equivocar, pero es nuestra impresión) es que en lugar de estar trabajando para construir otro triunfo popular como el del 2019, se están buscando de antemano los culpables de una nueva derrota. 

Que no serían (seríamos) ni más ni menos que los que estamos pidiendo que se gobierne como el pueblo votó, haciendo lo que dijimos que íbamos a hacer cuando nos dieron el voto. Tuits relacionados: 

(Nota ultra requete recontra relacionada y recomendada de Ricardo Aronskind acá en "El cohete a la luna") 

2 comentarios:

  1. Pedirle al PJ Capital y su breve número de comebilleteras que ganen una elección, es como pedir que las vacas vuelen. Nunca ganan. Perdedores natos, y por eso más cerca del Guasón que de Cristina, porque siempre estan viendo que ganancia personal sacan de otra derrota.
    Los militantes lo saben. De sobra. Así que Katopodis debe haber hablado con fantasmas.
    El Colo.

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  2. La paliza electoral que se nos viene encima. Gracias Alberto!

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