CANDIDATOS, PROGRAMA, ORGANIZACIÓN

 

Cada vez que se acerca una elección enseguida se acuerdan del "todos unidos triunfaremos". De lo que se olvidaron hace rato es del "combatiendo al capital" y del "para que reine en el pueblo el amor y la igualdad".

— La Corriente K (@lacorrientek) May 27, 2023

El teorema de Baglini, a full. https://t.co/Bku2zNFpr6

— La Corriente K (@lacorrientek) May 27, 2023

Comprensión de imágenes. https://t.co/DLTJhkj76t

— La Corriente K (@lacorrientek) May 27, 2023

Ojalá que de acá hasta el cierre de listas el 24 de junio discutamos más sobre el programa, que sobre los candidatos y otras boludeces. No porque discutir sobre las candidaturas sea una boludez, sino porque en definitivas la única forma que tenemos de incidir en ellas es si se habilita una paso en el FDT, o ejerciendo presión para que Cristina finalmente acepte ser ella misma la candidata, cosa que hasta acá no dio resultado.

Con Cristina candidata, ella era el programa, en el sentido de que tiene el volumen electoral propio que tiene -sin parangón no ya en el peronismo, sino en el conjunto de la política argentina- no sólo por la memoria social de lo que hizo cuando le tocó gobernar, sino porque en esos mismos sectores sociales ha logrado -por sus propios méritos- despertar la confianza de que es la única que puede "hacer lo que hay que hacer".

Dicho de otro modo, ejecutar el programa que que nos saque de la situación actual; lo que exige -inevitablemente- entrar en conflicto con fuertes intereses creados, y afectarlos. Si la candidata no es ella, el/los que sean elegidos tendrán que demostrar que son capaces de hacer lo mismo que hizo ella: para seguir administrando crisis sin buscar transformar nada, estaba disponible la reelección de Alberto. 

O como lo explicaba ella misma, los otros días en la plaza: "Pero el crecimiento se lo están llevando cuatro vivos. Y para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho, porque no se trata de confrontar. ¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51%? ¿O por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Por eso, porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser hagan lo que hagan, me quieran matar, meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo.". 

Claro que tampoco se trata de proponer por proponer, sin una organización social y política de respaldo detrás, que rodee de credibilidad esas propuestas: sin Cristina en la grilla de candidatos, muchos pueden sentirse tentados (de hecho ya lo están haciendo) de decir aquello que suponen que los que la hubierámos votado a ella sin dudar queremos escuchar, y con eso el vacío que deja CFK ya estaría llenado. 

Lo cual es un grave error -y subestimación del pueblo-, porque también Cristina -con su enorme estatura política- venía sustituyendo las falencias de la organización, hasta que quedó en evidencia que ella sola no bastaba, a esos fines. Otra vez, es ella la que lo dice mejor cuando señaló la necesidad de "...construir organización, profundidad territorial, profundidad sectorial en los sindicatos, en las fábricas. Una sola persona no puede. Tiene que haber una organización. Tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina.". 

Hubo quienes creyeron ver allí la enésima renuncia suya a una candidatura, mientras otros suponen (asidos solamente a su esperanza) que, construida la organización política que la respalde, ella podría rever su decisión: el que viva lo verá, como dicen. Hoy parece asunto terminado.

Hace unos días atrás, en ésta entrada, decíamos nosotros algo parecido a lo que señalaba Cristina en Plaza de Mayo sobre la necesidad de la organización: "...ni siquiera el "peronismo moderado" está exento de la aplanadora gorila que avanza sin oposición; porque del otro lado -aunque los alienten permanentemente a construir el "postkirchnerismo"- perciben la escasa envergadura política de una dirigencia mediocre, en su mayor parte sin vuelo más allá de sus respectivos territorios, aunque algunos hayan expresado en su momento ambiciones mayores.".

"En definitivas en este panorama desolador lo único que queda en pie es el liderazgo (más reconocido en términos sociales que políticos) de Cristina, que acaso por éste contexto y por contraste con él, sea un liderazgo no mediado por orgas ni encuadramiento alguno ni siquiera dentro del propio kirchnerismo (aunque algunos se atribuyan algún mérito al respecto), lo que en términos estrictamente peronistas no es un activo, sino mas bien todo lo contrario. Y en momentos como éstos, se nota el déficit.".