martes, 9 de enero de 2024

EL ENIGMA ARGENTINO

 

Aclaración preliminar para los que se adentren en la lectura del post: no está planteando un tema abierto a debate porque más que reflejar una opinión cerrada o certezas, expone perplejidades y dudas sobre un enigma persistente de la política argentina: el comportamiento del voto gorila. Tantas veces explicado desde la sociología, la historia o la cultura, y aun así inexplicable: la persistencia de cierta gente en tomar decisiones electorales que atentan contra sus propios intereses a menos -claro está- que sean Paolo Rocca o Galperín.

Como al señor del video de apertura, a muchos les pasó con Macri y les está volviendo a pasar con Milei, pero mucho más rápido. Por supuesto que están los que creen en lo que el tipo dice y hace y por eso lo votaron, y no faltarían quienes lo volverían a votar, si se ganarle al peronismo o impedirle volver al gobierno se tratara. Porque para esa gente -sin importar lo que se discuta en cada elección- siempre se trata de eso.

También es cierto que hay muchos que ya advirtieron que la volvieron a cagar votando, y que en consecuencia los volvieron a cagar, que la casta eran -entre otros- ellos, que votaron creyendo que "el ajustado es el otro" pero los alcanzó la motosierra, pero jamás de los jamases -ni bajo tortura- lo admitirían; porque les va una vida de amistades, familia, relaciones sociales, económicas o laborales en sostener la ficción.

El voto del gorila argentino es en sí mismo un enigma porque son tipos (salvo, claro los talibanes que los tienen, más incluso que nosotros) que nunca estarán contentos, ni cuando gobierna el peronismo, ni cuando gobiernan los que ellos votaron para que no gane el peronismo. En todo caso en ese supuesto se consolarán pensando-y algunos lo dirán- "cualquier cosa con tal de que no gobierne el peronismo". Pues bien, en ese caso "cualquier cosa" es literalmente eso, como por ejemplo esto que ahora estamos padeciendo.

El problema, claro, es que votando como votan se joden ellos (salvo que pertenezcan a la ínfima minoría de los dueños del país), pero nos terminan jodiendo a todos los demás. De no ser por ese pequeño detalle, contrario no nos preocuparían más que como caso digno de estudio de la sociología (más bien a esta altura, la psicología social)

El enigma es por qué cuando llegan (como el tipo del video de apertura) a la conclusión de que al final con el peronismo estábamos todos mejor -incluso ellos, a veces más que nosotros mismos- y aunque no lo digan, vuelven a reincidir en la adicción de pegarse tiros en el pie. Es una pulsión de daño y muerte ciertamente difícil de explicar, o de entender.

Porque aun con el peor peronismo que se les ocurra, hay cosas que no pasan: no hay rajes masivos en el Estado, tarifazos brutales, liberación total de precios, recortes en las jubilaciones, privatizaciones o remate de bienes públicos, recorte de derechos laborales, abandono de toda regulación en materia de alquileres o servicios financieros, es decir todas esas cuestiones que impactan en la vida cotidiana de casi todo el mundo, más allá de como y a quien haya votado.

O en todo caso para encontrar un peronismo así (o un gobierno en su nombre) hay que remontarse al gobierno de Menem, que es justo el peronismo que les gustaba a ellos, y el que ahora Milei reivindica explícitamente. El peronismo anti peronista, digamos.

El misterio es por qué esa gente no comprende que si gana el peronismo ellos pueden seguir pensando igual, usufructuando todos los beneficios de ser opositores al gobierno: ese clima de resistencia contra la opresión del que les gusta rodearse, las indignaciones nimias por estupideces que les sirven como tema de conversación en los círculos sociales que frecuentan, sus consumos culturales y mediáticos y hasta seguir diciendo -y nosotros seguir haciendo como que les creemos- que les preocupan la pobreza, la corrupción o las instituciones republicanas. 

Y mientras seguir aprovechando todos los beneficios que les brindó y les brinda el peronismo, sin necesidad de afiliarse, repetir las 20 verdades o cantar la marcha: el aguinaldo, las paritarias, la educación universitaria gratuita, el Procrear, el Pre Viaje , los créditos a tasa subsidiada, el Ahora 12, las moratorias previsionales o la jubilación de las amas de casa. Algunos incluso pensados expresamente para ellos, o que son ellos los que están en mejores condiciones de aprovechar; más incluso que los sectores populares que son la base electoral tradicional del peronismo.

Total nosotros en el fondo no los vamos a joder, si hasta han conseguido domesticarnos y elegir -de un modo indirecto- nuestros candidatos y hasta nuestras prioridades de gobierno: ya no insistimos con el IAPI, ni siquiera con las retenciones móviles o la ley de medios, y estábamos por expropiar Vicentín pero nos frenaron los bocinazos de cuatro boludos en un Duna.

Si hasta los troscos -la rama izquierda del gorilismo- ganan cuando gobierna el peronismo; usufructuando la eterna promesa de la revolución inminente en la que han de capitalizar el descontento de las masas con el capitalismo, sin correr el riesgo de que les apliquen protocolos anti-piquetes, o los los caguen a palos.

4 comentarios:

  1. 👏🏽👏🏽👏🏽 coincido 200 %. Fraternal abrazo peronista.

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  2. La clase media quiere ser algo que nunca va a ser, clase alta.
    Y en ese aunque sea parecer en lugar de ser, acciona, vive y habla como la clase que los detesta.
    No seremos pero aunque sea parecemos, entonces votamos , opinamos y nos indignamos como ellos, y así cual pensamiento mágico, somo cultos, aristocráticos, rubios y de ojitoz color zielo, incluso terratenientes, aunque nomás no sea terratenientes de maceta, de un pobre malvón en el balcón del monoambiente de caballito.
    Básicamente la historia de siempre.

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  3. Hola, me llamo María Iribarren. Vivo en la CABA. Hace años los leo en el blog y en X. Coincido con sus análisis y diagnósticos, con sus ironías y sus chistes. Hasta hace unos meses participé en el espacio Aires (Cabandié) del que me alejé por la falta de (la renuencia a) la discusión política. Mí pregunta es si en mí ciudad, hay algún espacio que responda a la misma perspectiva ideológica de ustedes. Les agradezco la respuesta. Mí mail es iri.periodista@gmail.com

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  4. Estimado Rudolf, es así tal cual Ud. lo cuenta. La burguesía europea se tiene y acepta como tal y con virtudes y defectos han contribuido a que el viejo mundo siga siendo un próspero continente, en algunos aspectos en otros no tanto y otros casos nulo. Pero nuestros burgueses y los terratenientes se creen y comportan como aristócratas, y así nos va. Como decía Hernández Arregui "...nuestra clase media es: media inteligente y media tonta, media rica y media pobre, media culta y media bruta, etc., " Y Don Arturo Jauretche decía "...a la clase media cuando le va bien vota mal y cuando le va mal vota bien". Pero dejaba en claro que no le teníamos que soltar la mano, sino, esclarecerla y ganarla.

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