Durante la presentación de la llamada "ley ómnibus" (y antes el mega DNU) y su discusión en el Congreso permanecieron en las sombras, para que no se notara mucho que fueron ellos los que en realidad los redactaron.
Porque nadie en su sano juicio puede pensar que el chimpancé drogado que se tuitea encima y funge el cargo de presidente fue el mentor intelectual de tamaños adefesios, aunque concuerde con su sentido.
Salvo algún exceso de entusiasmo con la UIA con la reforma laboral flexibilizadora planteada en el DNU, siguieron optando por la discreción hasta que la ley ómnibus fue aprobada en general en Diputados.
Cuando vieron los números de la votación supusieron que estaba el gato en la bolsa y que sus presiones sobre el conjunto de la política para que la ley saliera habían tenido efecto, y se comunicaron encima (ver abajo imagen).
Fueron por todo con la voracidad insaciable que los caracteriza, incluso al riesgo de provocar una crisis institucional que se lleve puesto un gobierno que es -sin dudas- suyo. Acaso porque suponen que otros gobiernos que les respondan -incluso aunque no los hayan apoyado- no les van a faltar, y en esto quizás no les falte la razón: hace tiempo que los contornos y límites de la política los imponen ellos y no los ciudadanos con su voto.
Pero no perdamos de vista la importancia del hecho de que con el cajoneo de la ley ómnibus, hayan sido ellos -no Milei ni su gobierno- los principales derrotados.
Porque la ley expresaba la idea que ésta gente tiene del país: un coto de caza privado para sus negocios; a costa de lo que sea: la democracia, las instituciones, los derechos y las expectativas de la mayoría de los habitantes del país.
Veámosles las caras, conozcamos quienes son y como operan, porque con su prontuario a la vista, no parece gente que se tome con calma las derrotas, o acepte así nomás que le pongan freno a su ambición. Tienen herramientas muy poderosas para desquitarse, y las han usado cada vez que lo han creído convenientes.
Aunque se lleven puesto todo en el camino.
Los empresarios generan riqueza ,dan empleo, pagan impuestos, etc. En realidad lo unico que hacen es quedarse con la riqueza generada por sus obreros . NO SIRVEN PARA NADA , SON LA ESCORIA DE LA SOCIEDAD Y SI ESTAN O NO ESTAN EL MUNDO SIGUE FUNCIONANDO, QUIZAS MEJOR.
ResponderEliminarDe la rentabilidad sideral, con porcentajes de ganancias que no se obtienen en ningún lugar del mundo, el Comunicado no habla.
ResponderEliminarDe la fuga de ganancias al exterior a través del dólar cable o del CCL, tampoco habla.
Deben ser infamias de los colectivistas, mientras Rocca o Braun hacen malabares para pagar un alquiler. Basta de difamar a los patriotas del mercado.
El Colo.