jueves, 30 de mayo de 2024

HAY QUE SER MUY SORETES

 

Cualquiera que entraba esta semana al portal oficial del gobierno de la provincia se encontraba con esta nota que daba cuenta de la historia de una maestra que cumple funciones como directora en la escuela primaria de la Isla del Espinillo, frente a Rosario. Alguien que sin dudas con esfuerzo y vocación de servicio desempeña sus tareas por amor a lo que hace y a los chicos y su educación, eso está fuera de discusión y no es el tema.

El tema es que uno se pregunta que hace la historia de la maestra rotulada como "Gestión" del gobierno provincial, como si no existieran muchas historias así, o como si lo que ella hace depende de una política pública del gobierno. Y esa muchas historias -de las que todos podríamos dar cuenta- no aparecen en el portal oficial de la provincia.

La respuesta está en éste párrafo de la nota: "Hizo referencia (la maestra del caso, aclaramos) al programa a la Asistencia Perfecta del Gobierno provincial: “No me parece mal que se reconozca el trabajo o el proceso que tiene un docente dentro de una escuela y que se esmera por lo que hace. Sé que hay complicaciones que a veces no nos permiten ir. No lo entiendo como un presentismo, eso sería otra cosa. No nos van a descontar por no venir o por faltar, sino que es un reconocimiento a aquellas personas que venimos todos los días y trabajamos. Es sentir un poco el apoyo de parte del gobierno.”.".

Ahí está el huevo y no lo pise, diría Inodoro Pereyra: el objeto de la nota no es reconocer el esfuerzo de la docente, sino convalidar con la historia de la maestra (y con su testimonio personal) el presentismo docente (porque es eso, aunque apelen a eufemismos) reinstaurado por decreto por Pullaro, para quebrar las huelgas de los maestros cuando reclaman mejores salarios y condiciones de trabajo. 

Reforzando de paso con el loable ejemplo de la maestra, todos los prejuicios y estereotipos de buena parte de la sociedad (en especial de su base electoral) contra los paros, los sindicatos y los reclamos de los trabajadores: los que no trabajan es porque son vagos, e inventan excusas para no hacerlo. 

No porque tengan buenas razones, como por ejemplo estar enfermos, tener que cuidar a un familiar (dos situaciones que a cualquiera le pueden suceder, y le hubieran hecho perder el premio a la maestra del ejemplo si se le ocurrían) o hacer paro porque ganan poco y el sueldo no les alcanza para vivir, o trabajan en malas condiciones.

Tenés que ser muy sorete para reimplantar el presentismo con la excusa de que los docentes faltan mucho, y más sorete aun para no animarte a llamarlo por su nombre, apelando a eufemismos.

Pero por sobre todas las cosas tenés que ser muy sorete para apelar al ejemplo de una trabajadora, para justificar una forma de cagar a los demás trabajadores.

1 comentario:

  1. Porcentaje de docentes que votaron a Pullaro: ¿ 45% ?, ¿ 50% ? , ¿ 55% ?, ¿más?
    ¿Cual es la diferencia con los lúmpenes que votaron a Milei y hoy no encuentran comida en un comedor social?

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