UNA PENA

 

La reforma previsional impulsada por el gobierno provincial y aprobada entre gases y escándalo en la Legislatura ya empezó a producir frutos: conforme indica el decreto al que corresponde la imagen de apertura (firmado por Pullaro el viernes pasado), la Caja de Jubilaciones tendrá mayores ingresos, y es necesario modificar el presupuesto vigente, para incorporarlos: "Que los mayores ingresos previstos para el período que comprende los meses de septiembre a diciembre del corriente año derivan de la aprobación de la Ley N° 14283;...", dice textualmente el decreto.

Que incorpora recursos adicionales por casi 92.767 millones de pesos al organismo, como resultado del impacto de la reforma durante los meses de septiembre a diciembre. Lo que supondría que los mayores ingresos anualizados de la Caja fruto de la reforma serían -hoy- unos 278.401 millones de pesos. 

Una torta de guita, pero que no alcanzaría para cubrir -en un año- los 430.000 millones de pesos que el propio gobierno de Pullaro estimó como déficit para éste año, sin dar a conocer nunca de donde salía esa cifra. O calcularon mal la reforma, o tiraron cualquier batata con los números del déficit, para justificarla.

De hecho, decíamos nosotros en éste entrada que fue ése uno de los puntos que preguntaron -sin respuesta- los diputados del PJ cuando se discutió la reforma: dijimos entonces "...resulta llamativo que el gobierno de cifras de la evolución del déficit que lo hacen pasar de 129.000 millones de pesos el año pasado (último del mandato de Perotti) a 430.000 millones éste año, sin que en el medio hubieran cambios en el régimen jubilatorio vigente en la provincia.". 

De esos 92.767 millones adicionales que ingresarían a la Caja, $ 49.619.520.000 (más de la mitad) provendrían de los mayores aportes personales que tendrán que hacer los trabajadores estatales santafesinos de los diferentes sectores (administrativos, personal de salud, docentes, policías) y los jubilados, lo que proyectado anualmente sumaría $ 148.858.560.000: para que se entienda, casi 149.000 millones más.

Otros $ 41.488.633.000 (casi 42.000 millones), provienen del aumento de la contribución patronal del Estado empleador, lo que proyectado anualmente serían $ 124.465.899.000. Pero como dijimos antes, ese esfuerzo al gobierno provincial no le costará nada: "...lo que es un módico aumento de la contribución patronal (comparado con la suba de aportes personales de los empleados contemplada en el mismo proyecto), se financiaría sola, de modo que el Estado patrón no estaría en realidad aportando nada para enjugar el déficit de la Caja, sino que todo el esfuerzo lo harían los trabajadores activos y los jubilados."

Explicamos: hasta acá, el Estado empleador venía financiando la totalidad del déficit de la Caja de Jubilaciones con fondos de Rentas Generales, como manda el artículo 81 de la Ley 6915 de jubilaciones y pensiones. Esos fondos salen del mismo lugar que la contribución patronal. Pero si los aportes personales de los empleados crecen -con la reforma- en mayor medida que la contribución patronal, la verdadera cuenta que hay que hacer es que Pullaro -en sus propios números- se ahorraría 148.857 millones de pesos (los 49.619 estimados por el decreto para el cuatrimestre, anualizados), que saldrían de los bolsillos de los trabajadores activos y los jubilados (la tercera parte de los cuales tiene que hacer un "aporte solidario" por la emergencia previsional).

Una pena que el gobierno no haya contestado en su momento las preguntas de los diputados del PJ para dilucidar estas cuestiones, y que el decreto de Pullaro haya decidido no discriminar con una nomenclatura individual cada una de las fuentes de recursos de la Caja que provienen de la reforma, como para saber quienes son realmente los que están financiando el déficit. Aunque con lo visto y explicado, alcance para darse una idea.

Y algo más: dice el decreto que "...las modificaciones que se propician surgen como consecuencia de las mayores erogaciones que implican el traslado al sector pasivo de las políticas salariales dispuestas para el sector activo, como así también la incorporación de nuevos beneficios en los regímenes que administra la Caja;...". (las negritas son nuestras)

Como sabe cualquiera vinculado por razones personales, familiares o sociales a quienes trabajan en el Estado provincial, en las últimas semanas hubo un verdadero aluvión de jubilaciones precipitadas, provocadas por la reforma motosierra de Pullaro que recorta derechos y salarios, empezando por el haber base: como dijimos en su momento, "...la reforma dispone que la haber jubilatorio inicial (que se calcula sobre el promedio de los últimos 120 sueldos percibidos en actividad) se le descuente un 20 %, presuntamente "para corregir desigualdades". Otra poda a los haberes de los jubilados provinciales, en éste caso futuros.".

O sea que en lo inmediato, lo que la reforma provoca es hacer menos sustentable a la Caja (y no más) deteriorando aun más la relación entre activos aportantes, y pasivos beneficiarios. Otra pena.