La noticia también aparece en el otro sitio oficial del gobierno provincial, con la crónica del acto y las correspondientes fotos.
Como ya lo señalamos en su momento en este blog, el ministro todo terreno de Binner y candidato a gobernador del Frente Progresista, Antonio Bonfatti, acapara la atención y copa la parada en el acto, aun estando presente el propio gobernador.
Raro, porque el hombre con la seguridad vial no tiene nada que ver, y hace poco se la sacó de encima.
Bueno, en realidad este es un tema en el que en el gobierno del Frente Progresista no le encuentran el cascabel al gato, y se pasan la pelota unos a otros desde que arrancaron.
Cuando se sancionó -a pedido del entonces gobernador electo Binner- La Ley de Ministerios 12.817, la materia era competencia del Ministerio de Seguridad, a cargo de Daniel Cuenca. Pero al poco tiempo de comenzar el gobierno (muy poco), le transfirieron el problema al Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, a cargo de un amigo de la casa: Antonio Ciancio.
Se ve que la cosa no anduvo, porque a los pocos meses hubo otra mudanza, esta vez a los pagos de don Bonfatti, donde se creó la Agencia Provincial de Seguridad Vial.
Y ahí estaba la cosa cuando la Legislatura (a pedido del Poder Ejecutivo) sancionó en octubre del año pasado la Ley 13.133, por la que la provincia adhería (la última provincia del país en hacerlo) a la ley nacional 26.363 que modificó la Ley de Tránsito, al convenio federal sobre el tema y se le daba a la Agencia de Seguridad Vial rango de organismo descentralizado con personería jurídica y recursos propios; siempre dentro del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado (cartera a cargo de Bonfatti).
Pero resulta que así tampoco anduvo la cosa (Santa Fe tiene un triste récord en materia de muertos por accidentes de tránsito, y los funcionarios se enzarzaban en polémicas sobre cuantos eran, en lugar de hacer algo para solucionarlos): rajaron a la titular de la Agencia (Hebe Marcogliese, funcionaria que venía del gobierno municipal de Rosario), y transfirieron al organismo a la órbita del Ministerio de Seguridad.
Silbando bajito, en el decreto de transferencia hablan de la Ley de Ministerios original (del 2007), y se pasan a nado las dos transferencias entre ministerios hechas por el propio Binner en su gobierno, y sobre todo violan groseramente lo que dispuso la Legislatura al sancionar la Ley 13.133: la Agencia debía funcionar en la órbita del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado, porque así lo pidieron Binner y Bonfatti en el proyecto de ley remitido a las Cámaras.
Nada de eso le impidió a Bonfatti -claro está- protagonizar el acto de lanzamiento de la Policía que se quiso sacar de encima. En campaña todo vale.
Pero la nueva Policía también viene con problemas: este es el decreto de creación, que como verán se remite a la Ley 13.133 ya comentada, decreto que como se ve fue dictado apenas un par de días antes del acto de lanzamiento. O sea: los muchachos compraron (o pintaron) los patrulleros, nombraron a los agentes (ya veremos que trasladaron policías a ese fin), y después arreglaron los papeles.
Arreglaron es un decir, porque al crear la Policía de Seguridad Vial volvieron a violar la ley: la insertan dentro de la estructura de la Policía provincial, y dependiendo de la Jefatura; algo que exigía modificar la Ley Orgánica de la Policía 7395, y que por ende no podía hacer Binner por decreto. Se ve que estaba apurado.
La "nueva" policía es un gran interrogante: mirando las fotos del acto de lanzamiento, podrán ver que sus miembros serían todos policías; pero el decreto de creación nada dice al respecto, y se limita a señalar que sus miembros ingresarán en base a un curso montado por la Agencia de Seguridad Vial; aunque van a cobrar suplementos salariales de la Ley 12.521 (Ley Orgánica del Personal Policial).
Ley que, dicho sea de paso, Binner también vulnera al no convocar a concursos para los ascensos del personal y continuar manteniendo en funciones a las Juntas de Calificaciones de la ley de los tiempos de Onganía, derogada en el 2005. Una cana atendida por sus propios dueños, que le dicen.
La Agencia de Seguridad Vial tiene que solventar con sus recursos a la nueva Policía, que no dependerá de ella sino de la Jefatura. Otra caja policial favorecida por las decisiones del gobierno de Binner.
El decreto se remite (para las funciones de la nueva Policía) a la Ley 7395 y las funciones que le asigna a la Policía, incluyendo por ejemplo actuar en caso de delitos (aunque sean comunes, y no cometidos por medio de infracciones de tránsito), con lo cual queda claro que ese personal tendrá estado policial, y podrá portar armas.
Nada de eso decía la Ley 13.133 sobre lo que podía hacer la Agencia Provincial de Seguridad Vial y el cuerpo de prevención de accidentes de tránsito cuya creación podía promover; sencillamente porque ni el gobierno que mandó el proyecto, ni los legisladores que lo aprobaron, querían que funcionara adentro de la Policía, y con sus propias reglas.
Todo eso dejó de lado Binner, el dialogista consensual, con su decreto.
Por eso si los paran en un operativo de tránsito los ñatos estos, díganles que no jodan, que ellos también están flojitos de papeles.
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