EL CRECIMIENTO DEL SOCIALISMO

Como parte de su estrategia para instalarse como el principal candidato opositor de cara a las elecciones de octubre, Binner anunciará la semana próxima la conformación de un interbloque parlamentario del Frente Amplio Progresista, de 20 diputados y 3 senadores; nucleando a los legisladores de las fuerzas que lo componen: el socialismo, el GEN, el Partido Nuevo de Juez, la pyme de Lozano, De Genaro (que es el dueño de todas las bancas al decir de Pino) y Liebres del Sur.

Ya en la nota de Clarín se trasunta la verdad de la milanesa: "Una preocupación (de los bloquecitos parlamentarios que conforman el FAP) es que 13 de sus diputados terminan el mandato en diciembre y si se repiten los números de las internas sólo renovarían 7"; o sea: menos becas legislativas, menos chapas, menos contratos, menos asesores; que de eso se trata todo esto de los frentes, los progresismos y los límites.

Y en el caso del socialismo, pone en juego en octubre 5 de las 6 bancas con que cuenta en la Cámara de Diputados; que corresponden 2 a Santa Fe, 1 a la Capital Federal, 1 a la provincia de Buenos Aires, y la restante a Entre Ríos.

Con los números del domingo, retendría las dos de Santa Fe y sumaría una más (aunque en rigor se la regaló a la Federación Agraria), porque el cuarto de la lista provincial pertenece al GEN de Stoblizer, retendría el de la CABA (Roy Cortina) y perdería uno que arriesga en la provincia de Buenos Aires (donde debió ceder los primeros lugares a Donda, De Genaro y el GEN) y otro en Entre Ríos; donde Clarín se equivoca porque no reparó en que la lista de diputados del FAP obtuvo menos de la mitad de los votos que la fórmula presidencial (41.287 contra 89.278); por lo que de los cinco diputados que se renuevan, cuatro serían del Frente Para La Victoria, y el restante para la UCR.

Ahora reparemos en este dato desde una óptica santafesina: para poder mantener cinco bancas en el Congreso, de las que al final terminará reteniendo cuatro -una de ellas regalada a Buzzi, otra en manos del socialismo porteño-, Binner rompió con Alfonsín y puso en riesgo la construcción del Frente Progresista Cívico y Social en la provincia, y la estabilidad futura del gobierno de Bonfatti; que tendrá minoría en las dos Cámaras de la Legislatura, un senador socialista contra 7 radicales (y 11 del PJ), y 5 diputados contra 10 de las otras fuerzas del FPCyS, 28 del PJ y 7 del PRO.

Quedarían entonces 5 diputados nacionales socialistas en el Congreso, correspondientes a dos distritos (Santa Fe y la CABA) de los 24 que hay en el país; a lo que hay que sumar que en seis provincias no presentaron lista (ni sólos ni con sus aliados), en dos quedaron afuera de la competencia en octubre por no haber llegado al 1,5 % de los votos válidos emitidos, y en otras siete -si repiten la perfomance del domingo- tampoco entrarían siquiera al reparto de bancas, por no alcanzar el piso del 3 % del padrón que establece el artículo 160 del Código Electoral Nacional.  

En Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires deberían duplicar en octubre los votos para poder aspirar a meter al menos un diputado, y en Tucumán, Mendoza, Neuquén y Río Negro deberían multiplicar por entre tres y cuatro veces su caudal, para lo mismo.

Y pensar que algunos hablan del crecimiento del socialismo.