martes, 20 de diciembre de 2011

DIEZ AÑOS



Se cumplen hoy diez años del final del gobierno de la Alianza, con la ignominiosa huída de De La Rúa en el helicóptero, dejando atrás la Plaza de Mayo y sus alrededores colmada de muertos por una represión insensata, y un país en llamas por la eclosión de un modelo económico y político.

El triste final de un proyecto político que llegó como la esperanza de vastos sectores sociales para remontar la noche neoliberal del menemismo (verdadero laboratorio político y económico en que se gestó la explosión del 2001), y terminó componiendo una versión remixada de éste, sin siquiera cumplir sus módicas promesas de terminar con la corrupción.

Sirvan las imágenes compaginadas en el video que encabeza el post para recordar aquéllo que hoy parece tan lejano, y que sin embargo está separado del presente por una década, apenas un pestañeo en la historia de un pueblo.

Para no olvidar aquel diciembre del 2001, su recorte de sueldos y jubilaciones, su corralito; cuando nos aseguran ahora que el gobierno está preparando un ajuste.

Para no olvidar aquel diciembre del 2001, su represión y sus muertos, cuando hoy nos hablan de que el gobierno se apresta a criminalizar y reprimir la protesta social.

Para no olvidar aquel diciembre del 2001, y el grupo Sushi, cuando nos dicen ahora que un grupo de jóvenes imberbes de la Cámpora entornan a la presidenta, y la aíslan de la realidad social.  

Para no olvidar aquel diciembre del 2001, con legisladores encerrados en el Congreso para sancionar a tambor batiente las leyes exigidas por Cavallo y el FMI, y para protegerlos de la furia ciudadanía; cuando hoy nos dicen que ese mismo Congreso se ha vuelto a convertir en una escribanía del Poder Ejecutivo.

Para no olvidar aquel diciembre del 2001, con estado de sitio declarado por un presidente tambaleante estando el Congreso en funciones, y con arrestos de personas puestas a disposición del P.E. como en los tiempos de la dictadura; cuando hoy aparecen personajes como Gil Lavedra y los demás radicales, a rasgarse las vestiduras a cada rato porque -dicen- el gobierno vulnera garantías constitucionales.
 
Para no olvidar aquel diciembre del 2001, con 39 muertos en todo el país y responsables políticos de esas muertes que siguen impunes todavía hoy, desde Reutemann al propio De La Rúa; cuando nos lanzan alegremente a la cara que el kirchnerismo promueve la vioilencia, la crispación y el enfrentamiento entre los argentinos.

Para no olvidar aquel diciembre del 2001, con una seguidilla de tapas de Clarín intentando tapar el cielo con las manos y justificar lo injustificable, ahora que aparecen con tapas en blanco o apropiándose de la Constitución Nacional para defender sus negocios sucios con la dictadura.

Porque si no olvidamos nada de todo aquello, habremos dado como pueblo un enorme paso adelante para no volver a repetirlo, y para no dejar que otra vez nos vendan gato por liebre. 

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