Como se dijo acá en su momento, se van Binner y Storero del gobierno, y la obra de la Ruta provincial 1 ni siquiera se empezó.
Encima Storero dice ahora que no puede resolver la licitación, porque está finalizando su gestión: lo que no explica es porque no hizo la obra, cuando estaba en pleno desarrollo de esa gestión.
Vemos que la apertura de los sobres de la demoradísma licitación trajo sorpresas: todas las ofertas estaban más de un 20 % por encima del presupuesto oficial.
Además de la avidez propia de la patria contratista, es el precio de la ineficacia para gobernar, y de la falta de puntualidad para pagar del socialismo: los muchachos se cubren de antemano.
También vemos que el gobierno decidió convocar a tres de las empresas (dos de ellas UTE de varias empresas) a mejora de ofertas, y se exponen los resultados, que siguen estando muy por encima del presupuesto oficial (recordemos la polémica que hubo al respecto, con el propio Binner como protagonista).
Y la oferta que queda mejor posicionada es de una UTE integrada -entre otras empresas- por los conocidísimos amigos de Ponce Construcciones: los mismos de la eternamente paralizada obra del nuevo hospital Iturraspe (por paros de los empleados por falta de pago de salarios), los mismos de las colectoras de los clubes de campo de Colón y Unión contratada sin licitación apelando a subsidios, cuando la realización de la Copa América en Santa Fe.
Y la misma que estaba ejecutando las obras en la Ruta provincial 1 cuando Binner llegó al gobierno, y rescindió el contrato con el argumento de que el proyecto estaba mal hecho; y así se fueron cuatro años.
Es decir que si se le adjudicara la licitación a la menor oferta, no se haría más que volver (casi cinco años después) al punto de partida: Ponce Construcciones construiría la Ruta provincial 1, acumulando en su haber desde aquel ya lejano 2007 un sinnúmero de incumplimientos e irregularidades en sus contratos con la provincia.
¿Será pura casualidad, o es que los socialistas son tan inoperantes que demoran varios años hasta para arreglar una coima?
De todos modos, para desalentar las sospechas siempre les queda el camino de adjudicarle la obra a otra empresa (aunque haya cotizado más caro), como por ejemplo a la UTE que integran Rovella Carranza (que es la que tiene a su cargo la demoradísima Circunvalación Oeste) y el Grupo Petersen, o sea a Eskenazy; el que ya se quedó con el contrato para ser agente financiero del gobierno provincial a través del Nuevo Banco de Santa Fe S.A..
Lástima no tener acá un Fontevecchia, un Lanata o un Majul que investiguen a los empresarios "B", tanto como investigan a los empresarios "K".
No hay comentarios:
Publicar un comentario