En cualquier momento vamos a ver aparecer
algo más o menos parecido a lo que dice el titulo del post en los avisos
clasificados de La Nación; a menos que prefieran seguir creyéndose su propio
"relato" de la realidad como ellos dicen que hacemos los
kirchneristas.
Esta columna de Rosendo Fraga de hoy ranquea en el cúmulo de disparates y
zonceras que viene diciendo hace años, y que lo han convertido en una especie
de Broda en versión poliltólogo: casi nunca ha pegado una, por lo menos desde
el 2003 para acá.
Porque sostener
que ahora (sí, justo ahora) cuando la crisis empieza a golpear y uno de sus
efectos más notorios es las dirficultades fiscales de las provincias, ha
llegado la hora de que los gobernadores asuman un rol político más protagónico,
es no entender absolutamente nada de nada.
Hace un par de
días Scioli (con la ayuda de Cristina y el gobierno nacional) terminó apenas de
juntar la plata para pagar el aguinaldo, y modificar el régimen de
coparticipación federal exige el acuerdo de todos los gobernadores, más el Jefe
de Gobierno de la CABA, más (y éste detalle se le escapó al amigo Fraga) del
gobierno nacional): hoy por hoy, una tarea políticamente imposible.
Y no ha sido
Scioli el único: varias provincias han recibido en estos días auxilio
financiero del gobierno nacional para apagar incendios, como Santa Cruz; o
están intentando endeudarse a largo o corto plazo, con suerte diversa.
Por otro lado y 54
% mediante, el gobierno controla ambas Cámaras del Congreso, y los legisladores
que accedieron en las listas del Frente Para La Victoria fueron elegidos por
Cristina personalmente en casi todos los distritos, justamente para evitar que
operaran para una eventual "liga de gobernadores", como fue en medio
de la crisis del 2002 que rememora Fraga; que omite que en esas circunstancias
(cuando Duhalde fue elegido presidente) fracasaron antes otros cuatro
candidatos (entre ellos Rodríguez Saá, que era gobernador), y el gobierno que
cayó era el de De La Rúa, nada menos.
Sostener
que justo en éste momento, y en esas condiciones, los gobernadores (en especial
los peronistas) están llamados a jugar un rol más protagónico es confundir los
deseos (buscando la esperanza blanca que no halló en la oposición, dentro del
peronismo) con la realidad, y de un modo bastante severo por cierto.
Con
sólo ver como le está yendo a Scioli, y sobre todo como le empezó a ir desde
que blanqueó sus aspiraciones presidenciales, se tiene una idea bastante clara
del futuro que tendría hoy relanzar la "liga de gobernadores" (y aun
así, ¿quién la conduciría o haría punta en el intento?) para contrapesar el
poder presidencial, y nada menos que de Cristina.
Y
lo más ridículo de todo es pretender que se amalgamen en un polo de poder
intereses tan contrapuestos como los de las provincias del interior no pampeano
(NEA, NOA y Patagonia) junto con la PBA, y nada menos que hablando de
coparticipación federal: un absurdo por donde se lo mire; pues las primeras son
las más interesadas en mantener el actual régimen, que objetivamente las
favorece en términos relativos.
Otro disparate más de Fraga (y van), como cuando lo imaginaba a Macri
liderando al peronismo anti kirchnerista.
Digno hijo del Gral Rosendo M. Fraga, eterno golpista fracasado, a tal punto que se le terminó llamando "fragote" a toda conspiración frustrada.
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