jueves, 27 de diciembre de 2012

EL PODER DE LOS SÍMBOLOS


Por Raúl Degrossi

Cuando se conoció el decreto de Cristina por el cual el Estado nacional anulaba la ruinosa venta a precio vil del predio de Palermo a la Rural y su vuelta al patrimonio público, amén de las previsibles reacciones airadas de los agrogarcas, aparecieron los intelectualoides de siempre, los que se las saben todas, a minimizar la medida.

Y lo hicieron señalando que tenía carácter puramente simbólico, que era fulbito para la tribuna, que buscaba distraer la atención ciudadana de otros asuntos más urgentes y graves, de los que el gobierno no se ocupaba; y conste que el decreto se difundió antes de que comenzaran los saqueos de la semana pasada.

Esa línea de pensamiento no es nueva, y se ha hecho particularmente frecuente en los tiempos kirchneristas; como que es el discurso constante de cierto progresismo vaporoso (e anche de la izquierda tradicional) para deslegitimar al proceso político abierto el 25 de mayo del 2003; con la idea subyacente de que, si ellos gobernaran, encararían transformaciones reales y no meramente simbólicas; y por supuesto que mucho más profundas.

Pasemos por alto el hecho de que esa hipótesis (que la progresía libre pensadora o la izquierda tradicional gobiernen) resulta ya casi indemostrable -con lo que estamos hablando más de ficción que de historia contrafáctica-, y la simplificación monista de la realidad (al estilo de "no podemos gastar en "Fútbol Para Todos" mientras hay gente con hambre") para detenernos en la cuestión de la dimensión simbólica de la política.

Que suele ser despreciada en esos mismos análisis, remitiéndola al territorio de lo mítico, mágico u onírico, absolutamente desprendido de la realidad "real": una suerte de escapismo político que provee formas de alienación de la conciencia colectiva (así como lo haría el clientelismo creando relaciones de dominación y heteronomía de los votantes), mientras las injusticias estructurales o las desigualdades profundas subsisten, y se profundizan.

Por supuesto que el dicterio no se estrenó con el kirchnerismo y -por el contrario- acompaña a toda la tradición política nacional-popular en la Argentina: el propio Perón en su tiempo fue comparado con una especie de flautista de Hamelin, que encantaba a las masas para conducirlas ciegamente, por un camino distinto al que aconsejaban sus verdaderos intereses.

Sucede que esta visión omite con frecuencia el hecho de que los símbolos son una representación de la realidad (poderosa a veces), pero que no puede prescindir de ella, porque la tiene como punto de partida: los pies de los trabajadores refrescándose en las fuentes de la Plaza de Mayo aquél 17 de octubre del 45' (símbolo potente si los hay en nuestra historia), no serían recordados sin la gesta popular de ese día, y todo lo que representa; que es el deseo de los trabajadores argentinos de ser protagonistas de su propio destino, y del del país en su conjunto.

No es menos llamativo que la impugnación a determinadas medidas en tanto se las conceptúa como puramente simbólicas, suele ser sugestivamente coincidente con intereses mucho más concretos, que se ven afectados por ellas, aun en el plano simbólico: cuando se cuestiona desde allí al decreto presidencial sobre el predio de Palermo, dan ganas de preguntarse si los críticos no desearían en realidad que esa parte del patrimonio público siguiera en manos de la Rural.

Lo mismo sucede por ejemplo con el "Fútbol Para Todos": es como mínimo llamativo que figure al tope de las medidas impugnadas por simbólicas y efectistas aquélla que significó en los hechos (no sólo simbólicamente) el primer golpe asestado por el gobierno al nudo más consolidado de los negocios del Grupo Clarín, la viga sobre la cual asentó buena parte de su explosivo crecimiento en los 90'.

El discurso bienpensante de la impugnación de lo simbólico también omite que en la acción política se delimitan campos (alianzas, adversarios, enemigos) y se construyen identidades que dan sentido a esa acción, que la ordenan; y en ese plano, el valor de los símbolos es tan importante como el de los núcleos ideológicos que aglutinan o cohesionan, y a veces, mucho más.

Porque además los "otros" (los adversarios, o si se prefiere, los enemigos) también alzan y veneran sus propios símbolos, que son la reconversión en otra dimensión de los hechos fundantes de una identidad política: sin comprender ésto no se entenderá la reacción agrogarca ante la recuperación por el Estado del predio de Palermo.

Ese lugar expresa para la Sociedad Rural en tanto entidad (y para las demás que orbitan en torno suyo, reconociéndole primacía política más allá de su representatividad real) el rol constitutivo o representativo de la nacionalidad misma que se han atribuido desde sus orígenes, con fundamento en hechos más concretos: la posesión de la tierra, en complicidad con el Estado, o manejando a su antojo la estructura de éste para repartirla.

El desfile anual de la dirigencia política por el predio de Palermo (aun de los propios presidentes, en una ceremonia equiparada a una celebración oficial) expresaba la subordinación del poder contingente (el elegido por el pueblo, o el autócrata de turno) al poder permanente, el de la tierra, el dinero y los negocios; de un modo que pocos (o casi ninguno) otros eventos podrían representar mejor simbólicamente.

Ven entonces como los despojados del predio de Palermo sí tienen en claro el valor de los símbolos, y están protestando hoy por algo más que los millones que vale, las inversiones que hicieron, o los eventos también millonarios que pueden hacer allí.

Y más allá de ponerle punto final a otro de los negociados escandolosos del desguace del patrimonio público en los 90' (como pasó este mismo año con la recuperación de YPF), no es casual que la decisión del Estado argentino se materialice en el proceso político cuyos conductores (Néstor y Cristina) eligieron no ser parte del circo palermitano anual, negándose a convalidarlo con su presencia; algo a lo que ni siquiera Alfonsín pudo resistirse, con los resultados conocidos.

De modo que al par de un acto de estricta justicia (la recuperación del patrimonio público mal habido), el decreto de Cristina no es más que la lógica consecuencia de un tiempo de afirmación de la autonomía de la política ante los poderes corporativos, lo que se dice un gesto auténticamente republicano, poco frecuente  -casi desconocido- entre los propios defensores de la República.

Nadie duda que hay cuestiones estructurales pendientes mucho más graves en el país, pero es de un binarismo primitivo plantear lo que pasó con el predio que estaba en manos de la Rural en términos de "o esto o lo otro"; ¿o acaso el Fútbol Para Todos no fue concomitante con la AUH, y precedido por la creación de cinco millones de puestos de trabajo, y el otorgamiento de dos millones y medio de nuevas jubilaciones?  

Desconocer la importancia y la potencia de los símbolos en política es -al menos en mi entender- un grave error, más si esos símbolos se apoyan en realidades más tangibles y concretas.

Por lo pronto y en mi caso, si decidieran regalarnos todas las semanas un símbolo como la recuperación del predio de la Rural, aunque fuera de valor solamente símbólico, no me voy a enojar; sin dejar por eso de reclamar que se encaren todas las transformaciones pendientes.

Porque si eso sucediera, sería el símbolo más claro de que seguimos yendo por el camino correcto.    

24 comentarios:

  1. comparto que estos actos simbolicos nos hacen sentir mejor a los que seguimos la política, pero al que no tiene luz ni agua un día de 38° sospecho que simbolicamente le chupa un huevo
    tal vez porque no se da cuenta que su planteo es de un binarismo primitivo como ud bien explica
    salu2

    ResponderEliminar
  2. Yo sugiero que la parte que dice "no podemos gastar en Fútbol Para Todos mientras haya gente con hambre", la reemplace con "no podemos gastar en Fútbol Para Todos mientras haya gente que no tiene luz ni agua un día de 38º".

    :-)

    ResponderEliminar
  3. En Santa Fe capital, si que carga una verdadera cruz, porque la falta de luz durante una semana ¿adónde?: En los barrios marginales; y de agua potable ¿adónde?: Imaginen. Y encima una tormenta severa y lluvia intensa que produjo inundaciones de hasta 1 metro ¿adónde?: puta que son rápidos para imaginar.
    Entonces a los habitantes de esos barrios no le molesta ni les preocupa "Fútbol para todos", porque en cada una de las casitas en esos barrios observamos un simbolo o bandera de Colón o Unión, y chicos y grandes lucen todos los días una de esas camisetas.
    Que hay carencias no lo neguemos, pero tengamos en cuenta que Santa Fe encabeza la lista de muertos en los saqueos, mientras que Sola (el jefe de policía) todavía no dice como construyó una casa de 500 mil dólares, que Buzzi se caga en los chacareros del norte de la provincia y que el gobierno provincial es despilfarrador compulsivo.
    Que cada uno se haga cargo de lo que le toca y se dejen de intentar asonadas populistas. Es asquerosa la derecha que trata de disfrazarse.

    ResponderEliminar
  4. yo sugiero que en vez de "no podemos gastar en Fútbol Para Todos mientras haya gente que no tiene luz ni agua un día de 38º" ponga "no podemos gastar en Fútbol Para Todos pagando el triple de lo que pagaba clarin"

    ResponderEliminar
  5. Tantas almas sensibles preocupadas por el gasto en Fútbol Para Todos no son sino la confirmación de lo que dice el artículo. El gobierno socialista gasta más del doble (unos 2700 millones de pesos por año) en subsidiar escuelas privadas, y a nadie se le mueve un pelo por eso.

    ResponderEliminar
  6. en los barrios marginales de santa fe y de gran parte del pais se ven banderas y simbolos de colon y union al lado den pasacalles que dicen "expropiemos la sociedad rural"

    ResponderEliminar
  7. y el gobierno nacional gasta 5 veces mas (10.000 millones al año) en subsidiar empresas de transporte, por ej. trenes, que tienen un accidente cada dos por tres y tampoco a nadie se le mueve un pelo

    ResponderEliminar
  8. O sea que vos estás de acuerdo con subsidiar la educación privada entonces. ¿Y con la Rural que hacemos, la devolvemos?

    ResponderEliminar
  9. Por eso es importante tener un canal como Paka-Paka que te vaya formando en valores importantes. A algunos "anónimos" se les nota una sobredosis de Pato Donald que ya es tarde para tratar, aunque al pobre pato lo vistan con una camiseta con la imagen del Che.

    ResponderEliminar
  10. "mientras se gasten en contestarle a anónimos que son el mismo tipo pago por las corporaciones" no vamos a avanzar y nos vamos a dejar manejar la agenda.

    ResponderEliminar
  11. Sonamos, llegaron los comisarios del kirchnerismo semiótico, rama guerreros de la batalla cultural

    ResponderEliminar
  12. Me gustó la respuesta de la CKSF, ello aunque lo que dije fue una ironía. No pego una, cada ironía que tiro me maltrata alguno jejeje. De cualquier modo renuncio a cualquier clase de comisariato y pongo´la gorra a disposición del primero que la reclame.

    ResponderEliminar
  13. la ironía no se entiende por culpa del binarismo primitivo que explica degrossi, no se si me explico...

    ResponderEliminar
  14. CKSF, por dios y la virgen no vaya a cortar los anonimos que son los que levantan un poco el blog

    ResponderEliminar
  15. el motor de búsqueda encuentra Sola + 500 mil u$s + socialistas y se pone reloco, y ahí sí aparecen una manga de anónimos a bardear, Hubo una generación de que de su utopía la resumía en símbolos. Para algunos de ellos lo de la rural es ver hecha realidad aquella de que lindo que va a ser el hospital de Niños en el Sheraton Hotel. Tiene razón el columnista, si de la mano de otras acciones viene estos "símbolos", nosostros, la perrada, estamos de fiesta. Salute.

    ResponderEliminar
  16. Sos muy elocuente, tendrías que ir a explicarles el valor de los símbolos, a los familiares de las 51 victimas de la tragedia de Once. Se reúnen en Plaza Miserere el próximo 21 de enero. ¿Te animás? Si te interesa, estoy dispuesto a pagarte el pasaje.

    ResponderEliminar
  17. Ah, ahora quedó claro: le devolvemos el predio a la Rural, y reviven los muertos de la tragedia de Once.

    ¿Querés hacer un video como el de Florencia Peña, haciendo vos de ella?

    Te pago el pasaje hasta mi casa.

    ResponderEliminar
  18. El ultimo comentario es de un binarismo primitivo que lo pone colorado a degrossi

    ResponderEliminar
  19. ni hace falta que revivan los 51 muertos del gobierno kirchnerista, con que a los familiares les regalen un pin con la foto de la sociedad rural grafiteada seguro se quedan tranquilos.

    perdon por el binarismo primitivo, hoy no estoy tan esclarecido como degrossi

    ResponderEliminar
  20. Degrossi qué tipo ignorante que sos. Si no sabes un corno de derecho llamate a silencio. Resultant que ahora el gobierno, luego de 10 años en el poder, se vienen a enterar de esta supuesta inequidad. El ejecutivo no puede ser juez y parte y menos que menos se encuentra facultado para determinar unilateralmente la nulidad de un acto administrativo, ya que para ello está la justicia, más precisamente el fuero contencioso administrativo federal. El decreto que anula la venta vulnera alevosamente el derecho de propiedad de los sucesivos adquirentes de derechosos regales sobre el inmueble. Cuando quieras te explico con más detalle para que no digas boludeces y pases vergüenza. Saludos, Rubén Madtronardi.

    ResponderEliminar
  21. Filosofía barata, zapatos de goma, marxismo rancio, y choripanes con salsa criolla

    ResponderEliminar
  22. Las parejas que se encuentran al borde de la disolución, eventualmente acuden a un terapeuta. Básicamente esas terapias consisten en que la pareja comprenda el poder de los símbolos. A él se le recomienda regalar flores en ocasiones especiales; pagar una cena a la luz de las velas, en un restaurante de categoría... A ella se le alienta a utilizar en la intimidad ropa interior seductora; a cambiar de perfume; a llenar la casa de velas antes que él llegue... Puros símbolos, con la intención de recuperar la "magia" perdida.
    Está de más decir que estas artimañas jamás funcionan, cuando la "magia" se pierde, ya no hay vuelta atrás. Sin embargo, todos lo intentan, todos acuden a los símbolos ante la inminencia del derrumbe. Se trata de un reflejo humano natural, el típico "manotazo de ahogado"
    Hay un concepto, que el autor de esta entrada parece ignorar, y es que a los símbolos se acude cuando ya es demasiado tarde.
    Ya no quedan dudas, estamos a las puertas de la disolución del kirchnerismo, la revalorización de los símbolos, no hace más que anunciar la inminencia del derrumbe.

    ResponderEliminar
  23. El de acá arriba es discípulo de Asís, que anunció mil veces el fin del kirchnerismo desde el 2003. Y para ser algo meramebnte simbólico lo de la Rural, se ve que metió un dedo bien gordo en varios culos, porque enseguidda saltaron gorilas varios como leche hervida.

    Y al boludo que ofrece lecciones de derecho: para poder reclamar el derecho de propiedad sobre algo, primero tenés que terminarlo de pagar, y la Rural debe 157 millones del precio (vil) pactado. Averiguça a nombre de quien sigue escriturado todavía el predio gil.

    ResponderEliminar
  24. Una cosa es que Asís anuncie el fin del kirchnerismo -eso no debería preocupar a nadie- y otra cosa muy diferente es que sean los propios kircneristas los den señales inequívocas de decadencia.
    La falta de argumentos también es un síntoma, basta preguntar sobre la inflación a cualquier kirchnerista, para que la única respuesta posible sea: -sos un gil. La descalificación ante la falta de respuesta, también es un síntoma de decadencia.

    ResponderEliminar