SINCERICIDIO

El gobierno nacional rechazó la recusación intentada en sede administrativa por Clarín contra Martín Sabbatella (por intermedio de un decreto de Cristina al que pueden acceder acá) para que no intervenga como titular de la AFSCA en el proceso de adecuación del multimedios a la Ley 26.522, si es que alguna vez logramos destrabarla en la justicia; y que se aplique en su plenitud.

Lo primero que hay que aclarar (sobre todo ante este insidioso titular de la tribuna de doctrina, que la hace aparecer como haciendo algo que no puede) que el pedido lo resolvió Cristina ,porque fue canalizado en el marco de la Ley 19.549 de procedimientos administrativos, procurando excluirlo a Sabbatella de las actuaciones que tenga que llevar adelante la AFSCA en esa sede, en cumplimiento de la ley.

Por eso no tiene nada que ver con el desarrollo de la causa que tramita en la justicia, hoy ante la Cámara de Apelaciones en lo Clarín y La Rural.

Las causales que invocó Clarín para recusar a Sabbatella (previo haber planteado que desconocería cualquier acto administrativo de la AFSCA, hasta que no se integrara a su directorio la oposición, lo que ya sucedió) son las contempladas en los artículos 17 inciso 5 y 10 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, que transcribimos:

"5) Ser o haber sido el juez autor de denuncia o querella contra el recusante, o denunciado o querellado por éste con anterioridad a la iniciación del pleito"

"10) Tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento que se manifieste por hechos conocidos."

Explicamos: donde dice "juez" léase en éste caso "funcionario administrativo", o sea Sabbatella como presidente de la AFSCA.

Que fue recusado por Clarín por haber sido antes denunciado penalmente...por Clarín, en aquélla disparatada denuncia que también incluyó a periodistas como el amigo Javier Vicente; por "incitación a la violencia colectiva.

Cuyo propósito era entonces preparar el terreno para luego meter la recusación, y apartar a Sabbatella del proceso de adecuación a la ley, y de sus funciones en la AFSCA.

La segunda causal invocada por Clarín (atribuirle a Sabbatella "enemistad, odio o resentimiento" contra el Grupo) se funda en que intentó hacerlos cumplir con la ley; que es para lo que lo designaron.

Lo dice el decreto de Cristina en uno de sus considerandos: "Que bajo esta premisa, aplicable a los jueces, sería imposible el ejercicio del poder de policía por parte del Estado, quien no resulta completamente ajeno a la cuestión en razón de que ejerce las funciones que el Congreso le ha asignado como organismo de control de la actividad, en defensa del interés público comprometido. ".

O sea que para Clarín que alguien intente hacer que cumplan con una ley, es tenerles "enemistad, odio y resentimiento".

Si se lo mira bien, todo un sinceridio.