lunes, 28 de abril de 2014

AL LADO DE SIRVÉN, ROBERTITO FUNES ES LACLAU, MIRÁ LO QUE TE DIGO


(*)

Es un zurcido de muchos y por eso está latente el riesgo de descoserse por cualquier lado. Pero si los sastres se esmeran podrían llegar a hacer el traje a medida para que las elecciones de 2015 sean algo más que una mera interna peronista.
El martes último se mostraron todos juntos y contentos, pero mudos, sobre el escenario del teatro Broadway. Hasta allí subieron 18 dirigentes de distintas extracciones para lanzar el Frente Amplio-UNEN. Su acto fundacional tuvo reminiscencias alfonsinistas, con Jairo cantando el himno nacional y el actor Luis Brandoni a cargo de la lectura de un documento.
Después de once años de intentos autoritarios de imponer un discurso único y personalista desde el poder, es una brisa fresca el disenso de opiniones y la variedad de presidenciables, que se dirimirá en las PASO.
El periodismo ha comenzado a fijarse en ellos, una ventaja de la que hasta hace poco sólo gozaban las infinitas coloraturas de peronistas. Pero tienen dos cuestiones pendientes graves por neutralizar mediáticamente: no ser asociados todo el tiempo con la Alianza ni embarcarse tan temprano en la discusión sobre si ir o no ir a las urnas con Pro. Pero ambas cosas ya sucedieron y no han demostrado hasta el momento mayor destreza para sacárselas de encima.
Los medios y periodistas oficialistas taladran obsesivamente sobre esas dos presuntas debilidades. Ligar a FAU con la Alianza resulta tan arbitrario como anclar la historia del peronismo al desastroso gobierno de Isabel Perón, el Rodrigazo y la violencia desparramada entonces por las bandas de ultraderecha y ultraizquierda prohijadas desde el poder.
Una delegación del Frente Amplio-UNEN, instalada durante varios días en la provincia del Chaco para relevar sus urgencias sociales, sería una respuesta más contundente y eficaz que polemizar con Jorge Capitanich, el vocero de un gobierno embroncado con este lanzamiento. Y aceptar hablar de Macri tan prematuramente es un "cazabobos" que sólo busca fomentar las divisiones dentro del Frente e instalar al jefe de gobierno porteño en un sobrevalorado papel de árbitro de las elecciones del año próximo.
Página 12, escéptica, habló de "cierta esperanza de llegar juntos a 2015", en tanto que 6,7,8 y los activos tuiteros K sólo buscan dinamitar este nuevo espacio político.
Siempre son complicadas las fotos de conjunto. La oposición se caracteriza por no cuidar esos detalles escenográficos, y el resultado suele ser por lo general triste y poco atractivo. Paradójicamente, la imagen más linda la aportó en su primera plana el diario ultra-K Tiempo Argentino, en la que se vio a los caciques frentistas risueños bajo una lluvia de papelitos. ¿Por qué no intentar una selfie , ahora tan de moda, y, de paso, conectar con el electorado más joven al que también deberían apuntar urgentemente?
Hace rato que venían presentando "coreografías" parciales (abrazos entre el radical Sanz y el socialista Binner; Solanas, codo a codo con Cobos; Lousteau, con los radicales porteños; Prat-Gay, lanzando su fundación apoyado por un sector de UNEN; Elisa Carrió, sola, jugando a lo que más le gusta: ser la lengua más temible de ese grupo y quien propuso la apuesta más riesgosa, el puente hacia Pro). Con razón, el diputado socialista Roy Cortina hace un tiempo apeló a uno de los más célebres títulos de Tom Wolfe ( La hoguera de las vanidades ) para caracterizar los egos superlativos de los miembros de este Frente de individualismos marcados.
Además de ser muchos, tienen estilos contrapuestos (sólo por poner dos ejemplos: Lilita es ultrapersonalista, imprevisible y con tendencia a cortarse sola, en tanto que Binner es más austero, gris y orgánico, siempre atento a los dictados de las estructuras partidarias del socialismo).
¿Cómo descontracturarlos y hacerlos más llamativos para las masas, acostumbradas a las exuberancias de los shows peronistas de todas las épocas? En el verano empezaron a atreverse a un poco más. Pantalón de baño azul, anteojos negros, sin camisa ni remera, un bronceado Julio Cobos miró a la cámara de la revista Noticias y tiró un tejo, en la playa Las Gaviotas. ¿Será suficiente?
Los más jóvenes dieron que hablar a las revistas al cambiar de estado civil. Martín Lousteau aportó el costado cool al casarse en los Estados Unidos con la actriz Carla Peterson: él, de bermudas, y ella, en short. Con un perfil todavía más hippie, Victoria Donda intercambió votos "para celebrar la vida y el amor" con el periodista y músico Pablo Marchetti, en el complejo Solares de la Laguna, en Santa Fe, donde Ricardo Gil Lavedra apareció bailando con una corbata atada alrededor de la cabeza. Para qué hablar de Elisa Carrió y Fernando Solanas, no sólo consumadas figuras mediáticas, sino popularizadas al máximo con sus caricaturas televisivas en el sketch "Casada con Pino", en el programa de Jorge Lanata.
Todo lo anterior podrá sonar superfluo, y sin duda lo es, pero la gente no vota a desconocidos y esas apariciones mediáticas despiertan curiosidad y ablandan lo retórico. Conocer pronto un plan de gobierno es prioritario. El camino es largo y no deberían dormirse en los laureles.
(*) Las negritas son nuestras, sobre textos de Sirvén. El original acá.

2 comentarios:

  1. qué cuadrazos intelectuales los columnistas de La Nación, eh?!
    Que Mariano Grondona (si se acuerda) empiece a citar a Tomás de Aquino, como para disimular tanta decadencia...

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  2. Finaliza pidiendo un plan de gobierno por parte de tantos famosos e inescrupulosos. El solo mencionarlo les causa terror en el gallinero.
    Pregunto ¿cuándo se hace pública la película privada protagonizada por doña Mirtha Legrand y Carlos Monzón allá por los '70 y pico, filmada y dirigida por Daniel Tinayre?.
    Será esa la amenaza de Luis Ventura a la vieja de mierda (textaul de él).

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