No podía ser de otra manera, era lo
que ya se tenía decidido, el final anunciado de semejante desaguisado: la provincia se hará cargo de la repavimentación de la Autopista Santa Fe- Rosario.
Es que el final anunciado estaba
cantado desde que se conocieran los
Decretos N° 1033/10, mediante el cual el Poder Ejecutivo aprobó
los Pliegos de Bases y Condiciones Generales (PBCG), Pliego Particular (PBP),
Pliego Técnico (PT) y Proyecto de
Contrato de Concesión (PC) para la Licitación Pública Nacional e
Internacional para la ¨Concesión por
Peaje de la Construcción, Mejoras, Reparación, Conservación, Ampliación,
Remodelación, Mantenimiento, Administración, Gerenciamiento y Explotación de la
Autopista Provincial Santa Fe Rosario.
Nada que no hubiéramos adelantado (acá, acá, acá, acá, acá; y acá, entre varios otros), que solo tiene que ver con el facilitamiento de la
gestión socialista de negocios para las empresas amigas (una UTE conformada por las constructoras MILICIC S.A.
– OBRING S.A.- VIAL AGRO S.A. – LAROMET S.A. – ROVIAL S.A. – PECAM S.A).
En esta clave debe entenderse que:
1. Siendo que el
proyecto de concesión de obra pública que diseñaran los pliegos es la selección
de quién se ocuparía de la administración, explotación, gerenciamiento,
mantenimiento, mejoras, ampliación, conservación, remodelación y
repavimentación de la autopista mediante
el sistema de peaje, donde la tarifa del peaje la fija la Provincia y lo que le
correspondía percibir al concesionario para cumplir sus obligaciones
contractuales era la diferencia en el precio, llamada ¨pago por vehículo
pasante¨, y que la mejor oferta resultaba aquella que propusiera el “pago por
vehículo pasante” menor,
que no se definiera técnicamente en
qué consistía la repavimentación, tanto en el pliego general de bases y
condiciones –punto 2.31-, como en el técnico –puntos 9 y 10-);
2. No tuviera ninguna significación lo que se
ofertara, la viabilidad económica para la empresa de lo que proponía en el
plazo previsto de duración de la concesión (10 años), porque se sabía que se
iba a entrar en una renegociación permanente a su favor, o como ahora, la
asunción de la Provincia del cumplimiento del objeto central del contrato –la
repavimentación-, incluso manteniéndoselo a las empresas incumplidores,
reservándoles solo las actividades que le dan ganancias sin ningún tipo de
riesgo empresario;
3. Todo fuera en violación de la Ley de Obras Públicas Nº 5188, que expresamente
establece que “previo al llamado a
Licitación de una obra, o antes de su ejecución si aquel no correspondiere,
deberá estar aprobado su proyecto y presupuesto, con conocimiento de todas las
condiciones, elementos técnicos, y materiales que sean necesarios para su
realización” -Art. 10-;
4. Nunca se abriera la cuenta especial del “fondo de obras”, fondo de propiedad de
la Provincia pero dejado en manos del concesionario para las obras menores que
tenía a cargo, por fuera de la repavimentación que sí era a su íntegro cargo y
a afrontar de su ganancia, y que la concesionaria cumpliera con el depósito
diario de lo que correspondía por el tránsito de vehículos dado;
5. Nunca se le exigiera a la concesionaria que integrara su capital social por una
suma no inferior al 30% de los egresos totales de los dos primeros años de la
concesión, conforme su propio Plan Económico Financiero de su oferta (punto
7.5.5. del pliego general de bases y condiciones);
6. Se consintiera que la UTE concesionaria alegara
"vicios ocultos" en la traza y que lo que debiera ir al fondo de obra
termine en la cuenta del concesionario como crédito por PVP, y que para hacer
trabajos en el autopista el gobierno tenga que socorrer con partidas
complementarias de otra fuente de financiamiento;
7. A nadie interesara
que la auditoría “permanente” dispuesta
por el Tribunal de Cuentas de la Provincia a comienzos de 2013 no se conociera
o directamente no se hiciera; o que
el órgano de control de la autopista acompañara la ejecución de este desmadre
sin decir nada al respecto.
Y todo a la vista de
todos.
En la Legislatura,
tal vez un poco tarde, se hacen movimientos y se escuchan voces críticas. Más
que pedir informes y hacer declaraciones, tal vez lo que les sería útil es que
el Ministerio y el Órgano de Control les manden los expedientes de toda esta
historia y los analicen por sí mismos.
ResponderEliminar¿quién hizo este paupérrimo análisis técnico / económico?. Sin dudas es de un ignorante, o un principiante
El artículo demuestra un total desconocimiento sobre las especificaciones técnicas requeridas para la obra, a la vez que un muy pobre análisis de los requuisitos de los pliegos de licitación
Por último: Me da la sensación que se acordaron un poco tarde de revisar las condiciones de contratación y seguimiento de obra pública (leáse Lázaro Baez)
Che pelotudo intergalàctico : ¿si en lugar de calificar aportàs algùn argumento en contrario?Andà a cagar y lejos, ni te molestès en volver
ResponderEliminarAy Canepa, pasan los años y seguis siendo el mismo bruto del que todos se reían en la Inmaculada.
ResponderEliminarUn malo se puede convertir en bueno, pero un bruto en inteligente, imposible.
Lo tuyo puede ser la cerámica, la porcelana fría.
Y aflojá con la tintura, que te está neutralizando la única neurona que trajiste de fábrica. Saludos al peluquero.