El crédito de éste post no nos pertenece, sino que es entera responsabilidad del amigo Romualdo Moros, que nos mandó las imágenes que los ilustran, e hizo la investigación correspondiente; y al que le agradecemos el trabajo.
Lo que están viendo es la evolución de los aumentos de la tarifa de luz en Santa Fe desde el 2015 (último año del gobierno de Cristina, con la política de subsidios a pleno) hasta éste año, pasando por el desmonte progresivo de los subsidios que inició la gestión de Macri con Aranguren.
La hipótesis central del amigo Romualdo (demostrada en los gráficos con las cifras del caso) es que el tarifazo está pensado para castigar más a los que menos tienen, porque el porcentaje de aumento del valor del kilowat (y en consecuencia de la baja de los subsidios) es mayor en los primeros 120 Kw de consumo (un consumo básico, de un hogar con pocas personas y escasos electrodomésticos, supongamos un jubilado) que en los siguientes 120, para disminuir nuevamente en el tercer tramo; que excede los 240 kw de consumo.
En el segundo cuadro (el de arriba) se puede ver cuanto costaba cada kilowat por tramo de consumo en 2015 (en verde), el año pasado (rosa) y éste (rojo).
Y en el de acá abajo, el nivel de subsidios a la tarifa para cada segmento, comparando otra vez el gobierno de Cristina (donde el mayor peso estaba en los consumos menores, el primer tramo; o sea que cuando más se consumía menos subsidio había), con el de Macri, donde la ecuación es exactamente al revés (ver el cuarto y quinto cuadros):
Resta señalar que como cualquiera que vive en Santa Fe sabe, entre 2007 y 2015 (es decir durante los gobiernos de Cristina en el país, y de Binner y Bonfatti en Santa Fe) pese a que la electricidad que la EPE compra al mercado mayorista estaba subsidiada, los santafesinos tuvimos un promedio de dos aumentos de la luz por año, rigurosamente.
Por eso volviendo al primer cuadro del post, en la columna "Cuota de servicio" se expone lo que la distribuidora provincial les factura a los usuarios por su parte del trabajo (distribuir la energía), y como vemos no es poco.
Y además tampoco es muy progresista que digamos, porque repite lo apuntado por Romualdo para los diferentes tramos del consumo: el aumento del VAD (Valor Agregado de Distribución) pesa más en los menores consumos, y por ende afecta proporcionalmente más a los que menos tienen.
Sobre esto debería hablar un poco más el locuaz ministro Contiggiani (hoy candidato) y explicarnos por qué pagamos una de las tarifas de electricidad más caras del país.
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