Claro, Peñasco no mentía. Hasta ese momento no estaba en los planes. Cinco minutos después que se fue del Congreso, oh sorpresa; ahora siiiii. Este monje negro de la política es un émulo de Goebbels: ¨Miente, miente, que algo queda¨. Y después se ofenden cuando se los compara con la dictadura. Y todos los imbéciles que le hacen juego al gobierno, se horrorizaron cuando Bonfatti habló.
Claro, Peñasco no mentía. Hasta ese momento no estaba en los planes. Cinco minutos después que se fue del Congreso, oh sorpresa; ahora siiiii.
ResponderEliminarEste monje negro de la política es un émulo de Goebbels: ¨Miente, miente, que algo queda¨. Y después se ofenden cuando se los compara con la dictadura. Y todos los imbéciles que le hacen juego al gobierno, se horrorizaron cuando Bonfatti habló.