...que las cámaras instaladas en las calles para el sistema de video vigilancia y el sistema de control de ellas, funcionen con electricidad.
Porque como la luz aumenta (porque la aumenta Aranguren, pero también Lifschitz, que hace lo suyo, incluso antes de la eliminación de los subsidios), cada vez pesa más en las cuentas públicas.
Como lo muestran las imágenes del decreto que ilustran el post, por el cual se modifica el presupuesto provincial de éste año en casi 20 palos, de los que casi 12 (11.771.500 para ser más precisos, recuadros verdes) se destinan a "Servicios Básicos", es decir la partida con la que se pagan las facturas de luz, gas y agua (que dicho sea de paso, también aumentaron).
Otros $ 5.372.000 (recuadro rojo) se destinan a ampliar la partida "Mantenimiento y Reparación" del "Servicio de Video Vigilancia Urbana", por el reajuste del abono mensual que se le paga a la única empresa que proveyó instaló las cámaras, y que viene ganando todas las licitaciones en el rubro (en la que es la única oferente) desde el 2013: ver más información al respecto acá.
¿De dónde se reducen partidas?
Lo dice el mismo cuadro anexo de abajo (recuadro celeste): de obras de infraestructura en diferentes comisarías, de los "módulos habitacionales básicos" (las casillas de las "comisarías móviles) y casi la mitad ($ 9.143.500) de las obras de adecuación que debían hacerse en la central donde está instalado el centro de monitoreo de las cámaras.
O sea que la central de vigilancia seguirá esperando por las reformas, pero la empresa cobrará el aumento del precio del contrato por el "Mantenimiento y Reparación del Ssistema", y la EPE las facturas de luz más caras.
Todo no se puede en la vida.
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