Los otros días contábamos en ésta entrada
como Aranguren había puesto en marcha el proceso de privatización de activos
del Estado en el sector energético, que había habilitado Macri a partir del
Decreto 882 de noviembre pasado.
Dentro de los
activos a vender, hay tres centrales térmicas ubicadas en la provincia de Santa
Fe: la "Brigadier General Estanislao López" en Sauce Viejo, y otras dos ubicadas
en la localidad de Timbúes en el sur provincial, la "Vuelta de Obligado" y la "General San Martín".
En la entrada
citada y en ésta otra dábamos cuenta de la oposición de la UCR nacional a la
venta de las acciones del Estado nacional (a través de Enarsa) en Citelec, la
sociedad controlante de Transener, que es la principal transportadora eléctrica
del país.
Sobre el particular,
leemos al intendente Corral (referente de “Cambiemos” en la provincia y hasta
hace poco presidente de la UCR nacional: “...el Intendente José Corral se
pronunció sobre la decisión del Gobierno Nacional de poner a la venta la
Central Eléctrica Brigadier López ubicada en el Parque Industrial Sauce Viejo:
“Hay que buscar la mejor solución práctica. Si los privados tienen que
prestar ese servicio, no vemos ningún inconveniente” aseguró.
Corral remarcó que la Central Brigadier
López “es parte del sistema de energía, que tiene muchos prestadores privados”
y afirmó que no es un tema “para ideologizar”. Por el contrario, el intendente de Santa Fe
opinó que el Estado Nacional sí debe mantener su participación en la
transportadora de energía Transener: “Como radicales hemos expresado que el
Estado debe quedarse con esa atribución”.
Corral aseguró que se hizo “un buen negocio” el año pasado ya que se compraron “acciones cuando estaban muy baratas”. “Es una conversación que estamos teniendo con el Gobierno Nacional, que tiene también otras opiniones” informó. Para finalizar, el referente de Cambiemos en la provincia pidió “poner estos problemas arriba de la mesa, analizarlos sin tantos prejuicios y ver qué es lo mejor para el país”.”. (las negritas son nuestras)
Ahí quedan expuestos los límites concretos del radicalismo
que hoy es parte de la coalición gobernante: la ideología es un problema para
resolver los problemas (el núcleo ideológico de una ideología, el
neoliberalismo), no hay inconvenientes en privatizar cosas “si las tienen que
hacer los privados” sin que sepamos quien lo determina (¿el Estado, el mercado,
los negocios de los CEO´s del gabinete o de los testaferros presidenciales como
Mindlin?) al mejor estilo del decálogo menemista de Dromi en los 90', y el Estado compra acciones en una empresa (Citelec, controlante de
Transener) no por una decisión estratégica, sino porque “era un buen negocio”.
Aranguren no lo podría haber dicho mejor, y de hecho fueron
las exactas palabras que usó el ministro para contestarle por escrito al
reclamo de la UCR para que no venda esas acciones, ahora que valen más por las
decisiones de política energética del gobierno de Macri, básicamente aumentar
las tarifas. De corto vuelo entonces el cuestionamiento radical.
Tan corto que en el caso de las 3 centrales de la provincia
que se van a vender, ni siquiera alcanzó a despegar: para mantener los dos pies
en el plato y que Macri le levante el brazo como candidato a gobernador el año
que viene, le hace un guiño a la UCR nacional con lo de Transener, y al PRO
con la venta de las centrales; diciendo que no tiene ningún problema con que las rifen.
Que hayan sido construidas por el Estado (durante el
kirchnerismo y por De Vido, aclaramos, por si hace falta) y que en consecuencia
al privatizarlas los privados hagan un negocio aprovechando una inversión
pública sin haber puesto un peso de su parte, es un detalle menor al parecer para Corral.
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