La Política Online es un portal que suele ser utilizado con frecuencia para lanzar operaciones políticas disfrazadas de noticias, o meter la operación adentro de la noticia; como sucede con esta nota en la que se habla de la supuesta crisis del socialismo, a partir del voto negativo de su único diputado en el Congreso nacional (Luis Contiggiani, ex ministro de la Producción de Lifschitz) a la reforma previsional, pese a las presiones del gobernador de Santa Fe.
En la misma nota se da cuenta del acercamiento de Contiggiani "con el peronismo santafesino", aunque en rigor sería a un sector bien concreto: el "Nuevo Espacio Santafesino" que armaron los senadores provinciales de la Banelco para presentar la lista que encabeza Alejandra Rodenas en las PASO del año pasado, que luego como sabemos al llegar al Congreso formó rancho aparte con un monobloque con esa denominación (NES).
Es muy sencillo advertir detrás de ésta nota -y de una anterior donde justamente se daba la primicia del bloque unipersonal que terminó formando Rodenas- las pezuñas de Armando Traferri, el senador por el Departamento San Lorenzo y verdadero inspirador del NES, y del acercamiento electoral del PJ con el socialismo de cara a las elecciones provinciales del año que viene.
Porque el artículo -oh casualidad- nos cuenta que Contiggiani "rompería" con el Frente Progresista o más precisamente con Lifschitz para juntarse con Rodenas en un interbloque de dos en el Congreso, en el marco de una estrategia de acercamiento de sectores del peronismo provincial (Traferri y los senadores, bah) y del socialismo (o sea, Bonfatti).
La idea es perfectamente funcional a la estrategia que hasta acá vino siguiendo el socialismo con el gobierno de Macri en general, y con sus iniciativas en el Congreso, en particular: Lifschitz acompaña y las vota (asumiendo el rol del "opositor responsable que cuida la gobernabilidad"), mientras Bonfatti (presidente a la sazón del socialismo a nivel nacional, una entelequia fuera de Santa Fe) la juega de "progre" y opositor "al gobierno de la derecha.
Tanto que llegó al extremo de condenar los "salvajes tarifazos", omitiendo que desde el 2008 para acá el socialismo aumenta sin piedad todas las tarifas que regula el Estado provincial: la luz, el agua, los peajes de la autopista Santa Fe-Rosario, el túnel subfluvial y las rutas provinciales, y el transporte de pasajeros entre localidades de la provincia.
Hace poco reseñábamos acá las contradicciones e incoherencias en que incurrieron Bonfatti y Lifschitz al intentar justificar porque Santa Fe adhirió al pacto fiscal con la nación, que son consecuencia de este juego del policía bueno y el policía malo que vienen jugando los dos con el gobierno de Macri desde hace más de dos años.
La estrategia de los senadores provinciales del PJ en cambio, viene siendo la misma de siempre: son los de la agrupación "Vengo por la mía", que hacen la suya al margen de lo que define el partido en la provincia, y cual sea su política de alianzas; e incluso de la propia existencia del partido: mientras los empleados del PJ no cobraban los sueldos porque ellos no hacían el aporte de la parte de sus dietas que manda la carta orgánica y al partido le cortaban los servicios básicos por falta de pago, ellos le votaban a Binner la boleta única para salvar la ropa en sus departamentos, desentendiéndose de la suerte del peronismo en las elecciones provinciales (y nacionales también).
En las últimas PASO trataron de forzarlo al "Chivo" Rossi a competir por afuera del PJ (después de blandir el peronómetro, y apelar a la unidad y la "organicidad") con el argumento de que les hacía "entrismo" en el peronismo y se iba a quedar con una banca "birlada" gracias al "voto escudito" en una lista común, dado que -por supuesto- se comían un perro que la interna la ganaban ellos y Agustín entraba por la minoría.
Cuando perdieron (y feo, porque como dijo el "Chivo", hay más kirchnerismo en la gente que entre los dirigentes en el peronismo santafesino) le sacaron el culo a la jeringa en la campaña, y luego armaron el monobloque de Rodenas "para resguardar los intereses santafesinos". Haber sabido que lo se discutía era una cuestión provincial, porque así dicho suena a la vieja teoría de Reutemann de "alambrar la provincia", para mantenerla al margen de las discusiones políticas nacionales.
Y ahora están embarcados (Traferri sobre todo) en tirarle centros a Bonfatti pensando que de cara a las elecciones del 2019 para gobernador "es el que más mide", sin dejar de hacerle guiños a Lifschitz (que en definitivas es el que firma los cheques de la Banelco de los subsidios) con la posible reforma de la Constitución provincial, que habilite su reelección.
El miedo al "efecto Cantard" (es decir, que Macri imponga la marca "Cambiemos" con candidatos desconocidos en el 2019, y perder sus bancas que conservan en algunos casos hace más de 30 años en sus departamentos) los empuja en esa dirección. Son las delicias de la boleta única, que ellos votaron y con la cual Del Sel estuvo a punto dos veces de ser gobernador de Santa Fe.
Al socialismo esa estrategia en la que el peronismo (o parte de él) se subordina a sus necesidades le viene bárbaro, porque sueñan con compensar con votos peronistas, lo que perdieron en votos radicales al formarse "Cambiemos". Habrá que ver si el grueso de su electorado -rabiosamente antiperonista- piensa lo mismo; o la estrategia acelera la ya ostensible fuga de votos que vienen padeciendo, elección tras elección.
Sin embargo la mentira tiene patas cortas, y pronto se sabrá cuantos pares son tres botines: Contiggiani votó en el Congreso contra de la reforma previsional y también del presupuesto nacional y de la reforma tributaria, pero a favor del pacto fiscal que firmó Lifschitz con el gobierno de Macri; y que fue el origen de la reforma previsional y el ajuste a los jubilados, y de la reforma tributaria y los beneficios a los sectores más concentrados de la economía.
Lifschitz mandó la ratificación de la adhesión de Santa Fe al pacto a extraordinarias de la Legislaturaq provincial, pero Bonfatti (que preside la Cámara de Diputados) le pisó el freno al tratamiento del proyecto -según dicen- hasta febrero o marzo. Los gremios estatales santafesinos y todos los nucleados en el MOS (Movimiento Obrero Santafesino) lo rechazan de plano.
Veremos que hacen entonces los diputados que le responden a Bonfatti, y los senadores que le responden a Traferri: si lo rechazan, o lo aprueban en obsequio "a la gobernabilidad" de Lifschitz, haciendo la gran Pichetto que vienen haciendo en Santa Fe desde el 2007, con los tres gobiernos del socialismo/Frente Progresista.
En diputados no le darían los números para aprobar el pacto fiscal macrista.
ResponderEliminarA pulmón los votos no alcanzan. ¿Habrá más chispa todavía?