viernes, 9 de marzo de 2018

LA CORTE SIGUE SOSTENIENDO EL 2 X 1



Todos recordamos la reacción social que generó el año pasado el fallo de la Corte otorgando el beneficio del 2 x 1 a los genocidas condenados en causas de lesa humanidad. Tanto que si aquello era un globo de ensayo para tantear el terreno sobre las repercusiones que generaría sobre cualquier retroceso en las políticas de memoria, verdad y justicia les salió mal, y tuvieron que recular.

Para escapar del callejón en el que ellos solos se metieron, los cortesanos (al menos los firmantes del voto de la mayoría) trataron de explicar que jurídicamente no les quedaba otro camino, y que en todo caso era necesaria una “ley interpretativa” del Congreso para excluir a los genocidas del beneficio.

Esa ley (que finalmente se sancionaría bajo el número 27.362 en mayo del año pasado) era innecesaria; y solo tuvo por objeto facilitarles a los jueces de la Corte una coartada jurídica para no ser eyectados el día de mañana de sus cargos, con fundamento en el disparatado y bochornoso fallo: si era una cuestión jurídicamente opinable, no se los podría destituir.

Desde entonces quedó flotando en el aire el compromiso de la Corte de rever su posición a la luz de la nueva ley, y dictar otro fallo en el que excluyera expresamente la aplicación del “2 x 1” en las causas de lesa humanidad; lo cual por otro lado era lógico considerando que fueron ellos quienes pidieron que la ley se sancionara.

Sin embargo, tal como lo cuenta acá Irina Hauser en Página 12 y pese a tener gran cantidad de causas en su poder para haber fallado en estos diez meses transcurridos desde entonces (entre ellas, la del fallecido dictador Bignone) optaron por el camino más cómodo y sigiloso: en una causa de menor relevancia optaron por el famoso artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la nación, y se sacaron de encima el asunto en cuatro renglones; rechazando el recurso extraordinario interpuesto por un represor contra la denegación del beneficio en instancias inferiores.

Lo hemos citado varias veces acá, pero lo reiteramos porque hace a la comprensión cabal de como actuó la Corte. El artículo 280 del CPCC dice (en lo que acá interesa) lo siguiente: "La Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia."

Y así como el artículo citado les permite a los cortesanos denegar recursos a su solo arbitrio y discreción y sin la obligación de dar fundamentos (con lo cual se ahorraron emitir opinión), tampoco publicaron la escueta resolución en ninguno de los sitios web habituales; esos mismos en los que Lorenzetti (que nada dijo al respecto en la pomposa inauguración del año judicial) daba amplísima difusión al estado de las causas de lesa humanidad.

O peor que eso: se tomaron el trabajo de subir al portal oficial del Poder Judicial de la nación (verlo acá) un escueto comunicado de prensa en el que destacan que "La Corte no se pronunció al respecto y aplicó al caso la fórmula del artículo 280 del CPCyCN.", que más arriba comentamos. Lo que implica en términos prácticos y concretos que la Corte sigue sosteniendo el criterio que sentara sobre la aplicación del 2 x 1 en las causas de lesa humanidad, aun después de sancionada la Ley 27.362, que dice que no se aplica a ese tipo de causas. 

Sigilo, discreción, ocultismo y (acaso también) empecinamiento; que -junto con los inexplicables diez meses de demora transcurridos desde la sanción de la ley “interpretativa” hasta ahora- nos llevan a preguntarnos cuáles son los compromisos y ataduras que llevan a los cortesanos (incluso a los que en su momento votaron en contra del “2 x 1” como Lorenzetti y Maqueda) a proceder de esa manera.

Acaso tenga que ver con el nuevo clima imperante no en la sociedad (que como dijimos, rechazó ampliamente el “2 x 1”) sino en las altas esferas del poder político; en las que por ejemplo acaba de asumir como jefe del Ejército alguien casado con una de las más conocidas activistas del “pandismo”, o desde las que se pide la libertad condicional para 96 de los peores genocidas condenados en los juicios, sin intervención ni opinión de los jueces que actuaron en las diferentes causas: otro olvido del presidente de la Corte en su discurso. Ojo: tampoco es que los jueces sean la gran garantía, sino recordemos lo que pasó con la prisión domiciliaria de Etchecolatz.

Será cuestión de estar atentos y seguir ejerciendo la presión social necesaria para no dejar ningún resquicios posible para que vuelvan a intentar colar la discusión del 2 x 1, ahora que está visto que no ahorran ningún medio (como hablar de "superpoblación carcelaria" luego de años de decirnos que "los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra") para que los genocidas condenados vuelvan a estar libres.

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