LOS SINUOSOS CAMINOS DE LA JUSTICIA

En apenas una semana la Corte dejó sin efecto el sorteo del tribunal oral federal que debía juzgar las causas contra Cristina, y ordenó que se dejara sin efecto su instalación por no haberse conformado con el acuerdo del Senado para sus integrantes; mientras otro tribunal federal revocó la prisión domiciliaria del genocida Etchecolatz, y un tercero ordenaba la libertad de Cristóbal López.

En la misma semana otro tribunal ratificó las pericias de la tragedia de Once y en consecuencia dejó establecido que los frenos del tren funcionaban y el motorman ocasionó el desastre, pero no fueron las únicas resoluciones judiciales con impacto: un fiscal bonaerense acaba de citar a indagatoria a Scioli por presunta corrupción en la obra pública durante su gobierno, otro tribunal invalidó la pericia en la que se basaba la existencia de sobreprecios en las compras de gas licuado -de lo que se acusaba a De Vido, y por eso liberaron a Baratta- y un último desestimó por inexistencia de los hechos el invento de Myriam Quiroga sobre los bolsos con plata que entraban y salían de la Casa Rosada en el gobierno de Kirchner.  

Ya comentamos escuetamente acá los fallos anti-sindicales de los últimos días: la Corte ratificó (con apenas cuatro líneas) la cancelación de la personería gremial a los metrodelegados mientras la UTA cerraba una paritaria con el cepo impuesto por el gobierno y ellos denunciaban los vagones cancerígenos que compró el PRO, y otro juzgado denegaba la cautelar planteada por el SADOP para que se lo readmitiera en la desguazada paritaria nacional docente.

Para terminar el racconto, una jueza rechazaba el amparo presentado por Fernández Pastor contra la reforma previsional, defendiendo con agumentos absurdos el ajuste al bolsillo de los jubilados.

Un poco de todo como en botica, y sentado que el Poder Judicial -si algo tiene tiene- es una fina intuición política para captar fortalezas y debilidades y obrar en consecuencia, si hubiera que encontrar un hilo conductor (dado que se trata de jueces, tribunales y aun jurisdicciones distintas), se nos ocurre que hay como dos vías bien diferenciadas.

Por un lado los jueces parecen enviarle al gobierno el claro mensaje de que ya no se prestarán tan fácilmente para las fantochadas judiciales del gobierno para carpetear con causas a dirigentes opositores (habrá que ver si la tendencia se consolida) que el día de mañana pueden ser oficialistas y sentirse tentados de pagarles con la misma moneda a ellos (a los propios jueces); ni acompañarán causas con escaso consenso social (como la del "trato humanitario" a los abuelitos genocidas); o por lo menos tendrán que mejorar los modales y afinar la puntería; al menos hasta que el "clima social" cambie.

Pero ojo: los presos políticos del régimen siguen todos presos, y esta misma justicia ha rechazado recientemente pedidos de excarcelación, como los de Zannini. Ni tanto, ni tan poco.

Y por el otro, lo que están haciendo los jueces (poder conservador si los hay) es dar señales más claras aun al gobierno y al establishment de que con la economía y todo lo atinente a la guerra al salario, las paritarias, el sindicalismo y los derechos laborales (es decir, el corazón del plan económico del gobierno de los CEO´s, y de las preocupaciones de los dueños del capital), no habrá sorpresas desagradables; al menos de su parte.

Una de cal y otra de arena como quien dice, o la distinción entre lo transitorio, que va y viene de acuerdo al humor electoral, y lo que permanece quienquiera sea el que gobierne.