Leíamos días pasados en El Cronista: "Se flexibilizó el mercado de securitización de hipotecas, que consiste en que los bancos puedan "empaquetar" su cartera de préstamos y venderla en el mercado mediante un fideicomiso. La duración de dicho instrumento estaba limitada a 30 años pero ahora podrá extenderse por todo lo que duren los préstamos vendidos al mercado."
"Se trata de una modificación normativa que realizó la Comisión Nacional de Valores (CNV) sobre la securitización de hipotecas que fue autorizada por la Ley de Financiamiento Productivo. Esta alternativa apunta a mejorar el fondeo de los préstamos que ajustan por inflación, que despegaron con fuerza en 2017, sin un crecimiento equivalente de los depósitos UVA. Mientras que los hipotecarios pueden llegar a financiar la compra de una vivienda en 30 años, los depósitos UVA tienen un plazo mínimo de 90 días".
"Los hipotecarios desaceleraron fuerte su crecimiento real en los últimos dos meses como consecuencia del salto del dólar. Otra cuestión que desincentivó la colocación fue la turbulencia financiera de las últimas semanas. "Muchos de los compradores de estos fideicomisos son los fondos comunes de inversión, que tuvieron muchos rescates y hay que esperar un nuevo punto de equilibrio", dijeron en otra entidad." (las negritas son nuestras)
El argumento del "descalce" temporal entre la duración promedio de un crédito hipotecario y la de un depósito a plazo fijo es el que usan siempre los bancos para no dar ese tipo de créditos, a menos que le garanticen que tengan la vaca atada: por ejemplo que ajusten por inflación, y que puedan desprenderse de ellos cuando quieran, vendiéndolos en el mercado.
Cuando se presionaba al Congreso para modificar la Ley 26.831 que regula los mercados de capitales para que nos consideraran "mercado emergente", decíamos nosotros en ésta entrada: "El único propósito de la reforma al régimen legal de los mercados de capitales es a su vez habilitarles a los bancos la securitización de los créditos UVA (negociándolos en el mercado de derivados, por si se vuelven “activos tóxicos”) y eliminar los controles de la CNV (Comisión Nacional de Valores) sobre las empresas que cotizan en bolsa, en modo conteste con la relajación de todos los demás controles estatales: AFIP, UIF, Comercio, Aduana, que se viene imponiendo desde el inicio de la gestión macrista. Un expreso pedido de los principales miembros de la AEA: Techint, Arcor, el Grupo Clarín, poco que ver entonces con la inversión en infraestructura.". (otra vez las negritas nos pertenecen)
Muy errados no estábamos, porque si bien la nota no lo dice, la inflación persistente y la corrida del dólar no solo retrajeron la demanda de los préstamos indexados por UVA, sino que empiecan a complicar la cobrabilidad de los ya acordados.
¿No se los irán a tirar al Banco Nación y al Provincia de Buenos Aires, no?
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