Tal parece que se empieza a develar el misterio de que mierda tiene Macri en la cabeza, o al menos podemos saber cuáles son sus "intelectuales de cabecera", según nos cuenta acá la tribuna de doctrina : parece que Marquitos Peña (de cuya existencia y tareas tampoco hubo demasiadas novedades los últimos meses) lo mantiene en diálogo permanente con intelectuales del país, y del extranjero.
Entre ellos, Eduardo Levy Yeyati, economista, fugaz funcionario macrista en el BICE y responsable de una de las consultoras que -para variar- le pifiaron fiero a todos los pronósticos sobre la inflación, el dólar y la evolución de la economía. ¿Será el que le daba letra para que Macri dijera que el rumbo era el correcto, aunque la realidad lo desmintiera a los gritos.
También habla, por supuesto, con Iván Petrella (prohibido hacer rimas con el apellido) del thin tnak macrista "Fundación Pensar": sí, el macrismo tiene una fundación con ese nombre, no es joda. Un día de estos arman una "Fundación Trabajar" y nos caemos de culo. Cuenta la nota que Petrella arrimó extranjeros a las tertulias con el presidente, porque al parecer no bastaba con los nabos de cabotaje.
También habla, por supuesto, con Iván Petrella (prohibido hacer rimas con el apellido) del thin tnak macrista "Fundación Pensar": sí, el macrismo tiene una fundación con ese nombre, no es joda. Un día de estos arman una "Fundación Trabajar" y nos caemos de culo. Cuenta la nota que Petrella arrimó extranjeros a las tertulias con el presidente, porque al parecer no bastaba con los nabos de cabotaje.
Los intelectuales kirchneristas y entre ellos los de Carta Abierta -dicen- fueron invitados, pero prefirieron no asistir. Una pena: una charla entre Macri y Horacio González hubiera sido de antología, se sacarían chispas por la verba florida de ambos; aunque no falta quien sostenga que a los dos les hubiera hecho falta un intérprete para poder entenderse.
Cuenta el artículo que los encuentros del presidente con los intelectuales duran entre 40 minutos y una hora, y la razón es muy clara: es más o menos lo que dura el primer o segundo tiempo de un partido de fútbol (un poco más si hay alargue o penales), y más tiempo Macri no aguanta, sin empezar a bostezar o dormirse. También hay quienes sostienen que la duración viene impuesta por la apretada agenda presidencial: se complica encontrar huecos entre rascada y rascada de huevo, o escapada y escapada de vacaciones.
Al parecer, uno de los temas más frecuentes que aborda el presidente en estas charlas son las formas de salir de los esquemas de polarización ideológica (vulgarmente conocidos como "grieta"), hasta que llega Durán Barba, preguntan en que andan y saca cagando al intelectual de turno; al grito de "dejáte de pelotudear, Mauricio, volvamos a lo de siempre, que nos da buenos resultados".
Uno de los consultados es el psicólogo cognitivo Seven Pinker, conocido como el "gurú de la felicidad", porque su teoría se basa en la premisa de que las personas pesimistas lo son porque no ven la realidad correctamente: un pensador más a la medida de un gobierno que no puede mostrar una sola estadística favorable o logro importante en tres años, no se puede conseguir. ¿Estará asesorando también a Todesca en el INDEC?
También Macri alterna con el israelí Noha Harari, para el cual el problema con los líderes populistas es que "....nunca reconocen sus errores, por lo que son incapaces de rectificar posiciones, y siempre plantean que la culpa debe ser de otro...", y que "...en la genética del populismo está la incapacidad para cambiar de rumbo...": si bien acota el periodista de La Nación que allí Macri recordó que su gobierno admitió errores (como los recortes a las pensiones y la forma en que se implementaron los tarifazos) y cambió (?), es muy posible que por fallas en la traducción, creyera que eso exactamente eso es lo que debe hacer su gobierno; a juzgar por los resultados.
Entre los 25 "consejeros permanentes" del presidente están Marcos Aguinis y Juan José Campanella (¿un toque de gorilismo para compensar algún riesgo de peronización presidencial, o una apelación a la manada para no sentirse tan solo?), lo cual explicaría la profundidad del pensamiento presidencial: de un dedal, para ser más precisos.
Pero ojo, guarda, también habla con gente crítica de su gestión, como Tomás Abraham y Martín Caparrós: así como en éste último caso podemos colegir que el tema de conversación fue Caparrós, Boca y el fútbol (en ese orden), al parecer Abraham sería el que lo asesora en materia futbolística, y el verdadero mentor de aquella expresión presidencial según la cual Gallardo es "un culón":
Pero ojo, guarda, también habla con gente crítica de su gestión, como Tomás Abraham y Martín Caparrós: así como en éste último caso podemos colegir que el tema de conversación fue Caparrós, Boca y el fútbol (en ese orden), al parecer Abraham sería el que lo asesora en materia futbolística, y el verdadero mentor de aquella expresión presidencial según la cual Gallardo es "un culón":
Tomás Abraham: "Gallardo es mal técnico y Messi, si no cambia, mejor que no vuelva a la Selección" https://t.co/CUWEee4VHw | Por Sebastián Fest pic.twitter.com/Xt5BYtdwrF— infobae (@infobae) 27 de diciembre de 2018
Finalmente nos cuenta la nota que Macri habló con los expertos en inteligencia artificial, para asesorarse sobre cuáles serán los trabajos del futuro en los que las máquinas reemplazarán al hombre: ¿se prepara para justificar más despidos, o para conseguir un robot que le rasque los huevos y lo apantalle al borde de la pileta?
¿Macri recibe a intelectuales?
ResponderEliminarAhí tenés una prueba del estado ineficiente: es al ABSOLUTO PEDO.
Bueno, pero antes definamos intelectual, porque esos de la lista,...mamita!, explicarían que la salida lógica sea la "inteligencia artificial" y con el comprador de aceituna, pobrecito, agobiado ante tanto pensamiento dificil... una cosita, y andahasi, por qué no está?, no tiene méritos suficientes?, la mirthea?, y luisito majul y la familia leuco? - Unos discriminadores ustedes, desde cuándo un sobre quita lo intelectual?
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