En una de las habituales publinotas o partes de prensa oficiales disfrazados de artículo del diario, nos contaban que según un estudio de la EPE, el valor de la electricidad mayorista habrá aumentado un 5980 % en 3 años (desde que asumió Macri), cuando entre en vigencia el nuevo aumento del que hablábamos acá.
No se trata de que la información sea falsa, ni mucho menos, pero si de contextualizar su propósito: convalidar otro aumento de tarifas de la distribuidora estatal santafesina, bajo el argumento de que no hace más que trasladarles a sus usuarios los mayores costos del servicio, como consecuencia de la quita o rebaja de los subsidios nacionales.
Sin embargo, como cualquiera que vive en Santa Fe sabe, cuando íbamos camino a ser Venezuela (es decir, cuando gobernaba el kirchnerismo en el país) y la compra de electricidad en el mercado mayorista estaba subsidiada, la EPE aumentaba igual las tarifas, sistemáticamente, año tras año.
Para no perdernos con cifras que pueden confundir, daremos algunos datos de evolución porcentual de las variables que demuestran lo que decimos, sacando los datos de la información oficial contenida en la Cuenta de Inversión de cada año (la última disponible es la del 2017), considerando las siguientes variables: ingresos de la EPE por distribución de electricidad, gastos de la distribuidora por comprarla al mercado mayorista, gastos totales y las relaciones entre sí. Para 2018 nos manejaremos con las cifras presupuestadas (no hay ejecución discriminada disponible) y para 2019, también con las consignadas en el presupuesto que acaba de aprobar la Legislatura.
En el año 2007 (último de los gobiernos del PJ en la provincia, y con plena vigencia de la política de subsidios) la compra de electricidad en el mercado mayorista representó el 49,04 % de los gastos totales de la EPE, y por cada peso que invirtió a esos fines, obtuvo $ 1,90 por tarifas cobradas a sus clientes: la diferencia entonces (que se supone que se aplica a otros gastos de prestación del servicio) era de 90 centavos.
Dejando de lado el año 2015 (atípico por lo que veremos después), en el año 2014 (siempre con el kirchnerismo en el país, y con la política de subsidiar la compra de electricidad vigente), los gastos por compras del fluido en el mercado mayorista habían bajado a apenas el 23,92 % de los gastos totales de la EPE, y por cada peso que gastó la distribuidora estatal en comprar electricidad, obtuvo de sus clientes 3,48 por distribuirla: el "colchón" creció exponencialmente en la misma medida en que se licuaba su costo principal (la electricidad), al amparo de los tarifazos.
Otras cifras corroboran lo expuesto: entre 2007 y 2014 los gastos de la EPE por compra de electricidad en el mercado mayorista (fruto además del aumento del consumo, por ser un ciclo de crecimiento económico) crecieron un 113,77 %; mientras que en el mismo período sus ingresos por tarifas crecieron un 291,81 %: un "colchón" del 178,04 %, en solo 7 años.
Por qué dijimos antes que el año 2015 no entraba en los cálculos: porque ese año el socialismo decidió "auto-otorgarse" un plan de facilidades de pago de la electricidad comprada a CAMMESA (la administradora del mercado mayorista), como consecuencia de lo cual por un lado acumuló una deuda multimillonaria por el suministro, pero por el otro bajó la incidencia del rubro en sus gastos a un irrisorio 8,15 % del total, aunque no se privó de volver a aumentar las tarifas; como consecuencia de lo cual por cada peso que ese año gastó en comprar luz, obtuvo 11,47 por venderla: ¿uno de los mecanismos de financiación de la campaña de Lifschitz a la gobernación?
¿Qué sucedió entonces con el advenimiento del gobierno de Macri? Sucedió que entre 2014 y 2019 (cifras del presupuesto en éste caso) mientras los gastos de la EPE por compra de electricidad crecieron un 901,33 %, sus ingresos por tarifas subieron (o subirían, porque falta el nuevo aumento en trámite) un 503,84 %: el "colchón" se achicó, pero aun así sigue siendo más alto que en los años en que el PJ gobernaba en la provincia.
En efecto, si dijimos que en el 2007 (último año del gobierno de Jorge Obeid) la compra de electricidad en el mercado mayorista fue el 49,04 % del gasto total de la EPE, para 2017 (ya sin subsidios nacionales a la compra, o muy recortados) fue del 42,84 %, o sea menos; y para el año próximo (según el presupuesto) sería del 44,86 %: siempre por debajo del último año de gestión anterior a las del Frente Progresista.
El aparente contrasentido se explica muy sencillamente por la política sostenida de tarifazos seguida por los 3 gobernadores socialistas desde 2007 para acá, con o sin subsidios nacionales: así como dijimos que en 2007 la EPE de Obeid recaudaba $ 1,90 de tarifas por cada peso que gastaba en comprar electricidad, en 2017 la relación fue de 2,13 a 1, y este año sería (según el presupuesto) de 2,07 a 1.
Puede que la baja de los subsidios nacionales y la dolarización de los precios de la energía explique parte de los aumentos de tarifas de la EPE, en especial los producidos desde 2016. Las explicaciones que nos deben a los santafesinos son por los aumentos de los 8 años anteriores, que encontraron a la provincia (frente a las nuevas políticas impulsadas por el macrismo para los servicios públicos) con el "piso" de pagar uno de los servicios de electricidad más caros del país. Tuits relacionados:
— La Corriente K (@lacorrientek) 4 de enero de 2019
Natanson, Abraham, Katz, Sarlo y el flagelo de los pelotudes que hablan maravillas de la gestión del socialismo acá sin haber pisado siquiera la provincia— La Corriente K (@lacorrientek) 4 de enero de 2019
En 2015, sin que el anterior gobierno aumentara la tarifa mayorista, los “socialistas” (que la iban de discriminados) no pagaban la electricidad que recibían de la Nación a través de CAMMESA. Con ese dinero que no pagaban a CAMMESA, financiaron la campaña de Lifschitz.
ResponderEliminarAhora que desde el 2016 el macrismo les aumentó la energía mayorista en casi un 6.000%, pagan puntualmente y no dicen una palabra, ni una queja. Según los parámetros europeos (adonde ellos miran embelesados hace más de cien años), se considera como pobre energético a quien destina más del 10% de sus ingresos a pagar tarifas. En la provincia “socialista”, desde el 2016 el 80% de la población destina más del 10% a pagar tarifas, es decir son pobres.
Y en mucho contribuye a esa pobreza el gobierno "socialista" a través de las facturas de agua y luz.
Agarren una factura de Diciembre de 2015 y una factura de Diciembre de 2018.
Fijense que ingreso tenían en Diciembre de 2015 y que ingreso tuvieron en Diciembre de 2018. Saquen porcentajes. Y los que votaron a Macri, saquen un turno en el psiquiatra.
El Colo.