domingo, 24 de febrero de 2019

PERONISMO PARA TODES


“Para algunos entender al peronismo es convertirse en peronista. A muchos les ha pasado esto último. Pero el antiperonismo, como se ha dicho, no lo entiende. Y en su lógica racional, no entender es una razón más para la negación y el desprecio.”

“El apellido es importante y determinante a la hora de construir un líder. Es el caso de Perón. Perón permite tocar el bombo. No así el apellido Masteodonato o Llambias. Perón suena como un bombo. Es un bombo en sí mismo. Es el propio sonido del bombo. Tal vez el hecho de que sea Perón el portador de semejante palabra sea solo azar. Ese azar que a veces empuja a la historia. También quizás su nombre de fácil retención y transmisión modeló en parte su personalidad y su destino. No alcanzaría con llamarse Perón para ser líder. Pero sí colaboraría para que creara al peronismo que para millones de personas es algo tan fácil de entender, retener, transmitir y por supuesto, perdurar, como su nombre.”

“Siempre se acusa al peronismo de sostener prácticas ligadas al clientelismo. De la misma manera, muchos antiperonistas de clases medias y altas suponen que no son víctimas del clientelismo. Pero lo son: los beneficios de la injusticia social, la conservación de privilegios y de cómodos lugares en la estructura social, son el choripán y la Coca por los cuales votan a quien se los asegure.”

“La propaganda política suele tomarse como un concepto despectivo en sí mismo. Se supone una práctica indeseable y maligna. Pero no comunicar a la población sobre los logros de una gestión política es una omisión grave. Porque se puede confundir lo que hace un gobierno con logros derivados del azar, del exclusivo mérito personal, de la situación socioeconómica mundial o de la providencia. Parte intrínseca de un buen gobierno es una buena propaganda política. El peronismo siempre fue criticado por sus supuestos excesos propagandísticos. En todo caso, se lo puede acusar de no ser discreto. Lo contrario del capitalismo, que hace propaganda de sí todo el tiempo, pero siempre en forma enmascarada.”

“Perón era todos y ninguno. Fenómeno que le otorga la cualidad de ser inclusivo al máximo: incluimos a todos los que vean a la fuerza política que defenderá sus intereses, o bien, los del pueblo. Perón es, entonces, el espejo en que cada argentino puede ver reflejado lo que él quiere ver. Perón le devuelve a cada uno el reflejo de lo que busca ser, enviándole el Perón adecuado para que, en cada momento, uno se sienta peronista.”

“El peronismo molesta, básicamente, porque no se ajusta a las normas. Y se siente suficientemente libre como para hacerlo. Si no molesta, es entonces funcional. En términos cartesianos, la molestia sería la propia comprobación de su existencia. De todos modos, esto demuestra que el peronismo es bueno con sus adversarios. Es más lo que molesta que lo que asusta. Porque cuando los peronistas meten miedo, terminan presos o los matan.”

“Tanto el odio de clase en general como el odio al peronismo en particular, pueden verse como reflejos de luchas por el poder. Es decir, el peronista pelea por compartir recursos, por tener participación en las ganancias, porque los trabajadores ganen su cuota de poder. Y la oligarquía, en su odio al peronismo, expresa su temor a que le arrebaten su histórico poder.”

“Un purista termina siendo un individualista. Porque la sola idea de lo comunitario puede meterlo en el problema de juntarse con otros, y esto será impureza. De ahí que las posibilidades de acción del purista se reduzcan siempre: la idea es pura en tanto no entre en contacto con otras. Y menos lo será si entra en contacto con la realidad. La idea pura sólo es pura en la inmovilidad total. Así que el purista sirve, pero solo en la punta de la cadena de producción de hechos. En el medio o al final arruinan todo. Evita enseñó a amar a los humildes, Perón a cómo tener cargos. Ambas cosas son necesarias. El que te enseña que el poder es malo es el que tiene el poder. Así se lo dejás a él.”

“Tomando los parámetros del enemigo como ideal y aspiración, el peronismo termina por identificarse con lo que el otro marca como falencia. Es culposo. Trata de dar pruebas de no ser aquello de lo que es acusado. Sin poder escapar a su origen de oprimido, no puede dejar de comportarse como el esclavo bueno que pretende imitar los modales del amo. Ahí es cuando pierde.”

“El peronismo, nacional y popular, es visto muchas veces como opuesto a la cultura de las marcas internacionales de prestigio. Porque el peronismo es percibido por los amantes de las marcas como una marca más. En este caso, una marca “de pobre”, de cabotaje, ajena a la cultura central. Paradójicamente, por sus políticas de consumo el peronismo siempre genera crecimiento y con él, la llegada de aquellas marcas internacionales y prestigiosas que ansía la burguesía. Esta, de todos modos, seguirá viendo al peronismo como esa gran “contra-marca” que amenaza a las marcas deseadas. Y por lo tanto, los amenaza a ellos.”

(Fragmentos del libro de Pedro Saborido “Una historia del peronismo...”. Si solo tienen tiempo ahora de leer un libro, que sea ése. Para recordar algunas cosas hoy, a 73 años del primer triunfo electoral de Perón)

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