El cuadro de apertura corresponde al
escrutinio definitivo de las PASO del 28 de abril pasado, para la categoría a
gobernador. Como ven, el frente “Juntos” formado por el PJ y sus aliados
terminó ampliando la diferencia en relación al Frente progresista respecto al
último porcentaje de mesas computado por el gobierno provincial en el
escrutinio provisorio (97,32 %).
En el 2,68 % de las
mesas faltantes y tal como señalábamos acá, el frente
articulado por el PJ amplió su diferencia en 10.663 votos, consecuencia de que
en esas 163 mesas sumó 26.882 votos, contra 16.228 votos del FPCyS, y 10.689
votos de Cambiemos. Para tener una idea de lo sesgado de la carga de las mesas
por el gobierno socialista, ver que en ese residuo de mesas faltantes el peronismo
y sus aliados obtuvieron apenas 35 votos menos que la suma de las otras dos
listas (Frente Progresista y Cambiemos).
En el mano a mano
entre Perotti y Bonfatti, la diferencia se redujo finalmente a 45.384 votos:
1298 menos que en el resultado obtenido al detenerse el escrutinio provisorio.
En ese puñado de mesas que faltaban contar, incluso lo superó: sumó 17.526
votos contra 16.228 del ex gobernador.
Los porcentajes que
expresa el cuadro de apertura están calculados sobre el total del padrón provincial,
a los fines de determinar los partidos y alianzas que superaron el piso del 1,5
% que establece la ley provincial para poder participar de la elección general.
Si se los computa sobre el total de los votos válidos emitidos (o sea,
incluyendo los votos en blanco), el Frente Juntos (PJ + aliados) sumó el 39,90
% de los votos, el Frente Progresista el 28,92 % y Cambiemos el 18,30 %.
Si en cambio los
porcentajes se calculan sobre los votos válidos afirmativos (es decir, los que
eligieron una lista), el PJ y sus aliados obtuvieron el 42,81 % de los votos,
el FPCyS el 31,03 % (o sea que la diferencia final fue del 11,78 %) y Cambiemos
con la candidatura de Corral el 19,63 %.
Muy interesantes
son las comparaciones de estas PASO en la categoría a gobernador, con las del
2015 para el mismo cargo: así por ejemplo el Frente Progresista había obtenido
entonces 533.087 votos sumando las candidaturas de Miguel Lifschitz y Mario
Barletta (la UCR integraba el frente por entonces, porque fue antes de la
Convención de Gualeguaychú que la integró a Cambiemos). Es decir 22.642 votos más que los que ahora obtuvo Bonfatti como candidato único de la lista.
Cambiemos no
existía como tal en 2015, y el PRO fue a las elecciones como Unión Pro Federal,
con Miguel Del Sel como único candidato, que obtuvo 582.521 votos: 259.586
más que los que obtuvo ahora Corral.
El PJ (por entonces
Frente Justicialista Para La Victoria) también tuvo un único candidato, que fue
Omar Perotti, y obtuvo entonces 365.239 votos, es decir 99.822 menos que los
que él mismo obtuvo el 28 de abril de este año, y 338.929 menos que los que
obtuvo el conjunto del frente “Juntos”, sumando los votos de María Eugenia
Bielsa.
Hasta acá venimos
comparando PASO contra PASO, pero los 704.168 votos que el peronismo y sus
aliados obtuvieron en las de este año en la categoría de gobernador y vice
superan en 145.597 votos los que obtuvieron Perotti y Alejandro Ramos en las
elecciones generales del 2015. El dato es relevante porque entonces Oscar
“Cachi” Martínez fue en lista propia por el massismo (Frente Renovador) como
candidato a gobernador, obteniendo 131.313 votos en las PASO, y solo 70.429 en
la elección general; y en esta elección su sector participó de la interna del
frente armado por el PJ.
Las conclusiones
son claras: al desgaste propio de la gestión de Macri, Cambiemos le sumó la
falta de un candidato taquillero como Del Sel, y buena parte de sus votos
migraron al peronismo; al que además le dio excelentes resultados la estrategia
de ampliar aun más los alcances de la unidad que había alcanzado para las
elecciones provinciales del 2015.
Y el otro dato es
que el Frente Progresista sigue perdiendo votos, como le viene pasando
sistemáticamente desde aquel 48 % de Hermes Binner en el 2007, con 864.524 votos: el desgaste de
la gestión es notorio. En la categoría de diputados provinciales, los 561.883 votos que obtuvo en las PASO Miguel Lifschitz encabezando la lista no alcanzaron los 584.017 votos que sacó en la elección general de
hace cuatro años, como candidato a gobernador: se cae así el mito del “gran
elector” al cual solo la falta de la reforma constitucional con reelección lo
privó de ganar. (*)
Un caso de diván el
de la izquierda en cualquiera de sus dos vertientes: en 2015 el FIT con el
mismo candidato a gobernador que ahora (Octavio Crivaro) había pasado el filtro
de las PASO con 39.040 votos, y en las generales consiguió trepar a 44.686.
Cuatro años después, y en medio de una provincia incendiada por despidos,
suspensiones, cierres de empresas, procedimientos preventivos de crisis y
caídas del salario, se quedaron afuera de la general al conseguir solo 37.165
votos, y no llegar al 1,5 % del padrón que, como dijimos antes, exige la ley
provincial.
Mientras tanto la
Nueva Izquierda (el MST y otras fuerzas) logró subir -comparada PASO contra
PASO- de 23.821 votos en el 2015 para gobernador, a 25.926 ahora, sin pasar el
filtro legal, aun cambiando de candidato: al parecer, el único “éxito” que
obtuvieron fue morderle un puñado de votos al FIT, quedando ambos dentro del
rango de la insignificancia electoral.
Para finalizar,
mucho se habla de los cambios de tendencia que se producen en Santa Fe entre
las PASO y la elección general, pero lo cierto es que ya en el 2015, los que
más creció entre una instancia y la otra fueron el PJ y sus aliados: obtuvieron
entonces 193.332 votos más a la hora de los bifes, contra 50.930 más del Frente
Progresista y 46.041 más de Miguel Del Sel con la boleta del PRO.
(*) Actualización: Como consecuencia directa de eso, Lifschitz anunciaría que da marcha atrás con la consulta popular por la reforma, un absurdo que nunca debió haber puesto en marcha.
(*) Actualización: Como consecuencia directa de eso, Lifschitz anunciaría que da marcha atrás con la consulta popular por la reforma, un absurdo que nunca debió haber puesto en marcha.
Vamos a volver. En Santa Fe y en la Nación.
ResponderEliminarLos muertos que mató Macri, gozan de buena salud.