Llamaba la atención que este año en
particular no hubieran hecho escombro con la impresión de las boletas únicas, o
que en El Litoral no apareciera ninguna nota al respecto, ponéle.
No supimos a tiempo
(o sea, antes de las PASO y las generales) quienes iban a imprimir las boletas
para las elecciones, que vinieron complicadas en un montón de temas: reparto de
la publicidad en los medios, escaneo de los telegramas y escrutinio provisorio,
software que se iba a usar, intento de armar una consulta popular por la
reforma constitucional en paralelo.
Y ahora, viendo el
decreto de apertura que recién “aparece” cuando ya las elecciones pasaron, se
entiende todo: si antes de votar sabíamos que otra vez las boletas las iban a
imprimir Boldt y AGL (Artes Gráficas del Litoral), seguro que se armaba
quilombo.
Boldt, la
licenciataria de dos de los tres casinos de la provincia, la que hace la
lectura electrónica de los juegos de la Lotería provincial desde 1984 y la que le alquila a la provincia oficinas en el puerto de Santa Fe, en inmuebles de los que la provincia es dueña.
Y AGL, la sociedad
conformada hace 10 años (justo este año fueron los festejos, se ve que el
gobierno de Lifschitz se sumó con un regalo) en un 50
% por ciento por la empresa dueña de “El Litoral” (que ahora también lo es de
“La Capital” de Rosario), y por el Grupo Clarín, a través de AGEA (Arte Gráfico
Editorial Argentino). Tanto, que el domicilio de la empresa (cuya planta
impresora está en Sauce Viejo) es en Buenos Aires, en la calle Tacuarí.
La adjudicación de
la impresión de las boletas significó para la provincia un gasto de casi 400
millones de pesos, de los que AGL se quedó con la mitad, y Boldt con la mayor
parte del resto, con dos detalles “de color”, a saber:
La Imprenta Oficial
de la provincia avisó que no podía imprimir las boletas “porque estaba en
remodelación”. ¿Y los años anteriores por qué no las hizo, viene en
remodelaciones desde que en el 2011 se implantó la boleta única en Santa Fe?
Los organismos
técnicos aconsejaron pedirles a Boldt y AGL una “mejora de oferta” de acuerdo
con el artículo 133 de la Ley 12.510, porque sus precios eran muy caros. Pero
la Secretaría Electoral de la provincia (a cuyo titular le acaban de llamar a
concurso el cargo que subroga, después de las elecciones) dijo que no había
tiempo para eso, porque tenían que entregar la boletas 30 días antes de las
PASO.
Las elecciones
fueron convocadas el 17 de diciembre del año pasado, la licitación para
imprimir las boletas la lanzaron el 10 de enero de este año(24 días después),
las ofertas técnicas las abrieron el 28 del mismo mes (18 días después) y las
ofertas económicas el 15 de marzo (17 días después de abiertos los primeros
sobres).
El decreto de
adjudicación lo firmaron el 25 de marzo, o sea 56 días después de abiertos los
sobres con la oferta técnica 10 días después de abiertas las ofertas
económicas, y apenas 34 días antes de las PASO. ¿Y en todo ese tiempo no
pudieron pedirles por -digamos- 48 o 72 horas que mejoraran sus ofertas?
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