martes, 31 de marzo de 2020

LAS FRASES DEL MES


1. "Ojalá que entre las medidas de prevención contra el coronavirus no haya que usar barbijo, porque da un trabajo bárbaro ponérselo." (Mauricio Macri)

2. "Hay otro campo posible, pero tendríamos que agarrar la pala para construirlo." (Eduardo Buzzi)

3. "Cuando hablan de la ley de góndolas me pregunto ¿por qué nos tenemos que meter nosotros con el tráfico en Venecia?" (Gisella Barreto)

4. "Sobrevivimos al macrismo, miren si no vamos a sobrevivir al coronavirus." (Ginés González García)

5. "Le dije a Alberto y no falló: vas a ver que yo muevo los labios haciendo como que te digo algo, y los tengo a todos los boludos una semana tratando de interpretar que dije." (Cristina Fernández de Kirchner)

6. "La decisión del gobierno de prácticamente disolver la AFI es un claro atentado a la libertad de expresión, al afectar la principal fuente de información del periodismo independiente." (Daniel Santoro)

7. "Les pedimos a las entidades de la Mesa de Enlace que reconsideren su actitud, de lo contrario nos veremos obligados a despejar las rutas con una inspección de la AFIP." (Alberto Fernández)

8. "Los mismos que me expulsan del PJ me van a venir a buscar cuando necesiten un candidato ganador, como hizo la UCR con Cobos." (Miguel Angel Pichetto)

9. "Estoy indignada con los esquiadores que volvieron de Europa después que pasaron las elecciones, y encima trayendo el coronavirus." (Elisa Carrió

10. "Digan lo que digan, pero aun sin Ministerio de Salud, en mi gestión no hubo casos de coronavirus, ni en la Argentina ni en ningún lugar del mundo." (Mauricio Macri)   

11. "Lo único que hizo bien en tres meses de gobierno Alberto Fernández fue adoptar mi plan de lucha contra el hambre." (Martín Caparrós)

12. "No voy a estar más en la pantalla de América, recibí una oferta para hacer "La Cornisa" desde Italia, y la estoy analizando." (Luis Majul)

13. "Con esto del coronavirus aconsejan mantenerse en aislamiento social, razón por la cual es inadmisible que a los jueces pretendan recortarnos las jubilaciones." (Ricardo Recondo 

14. "Estamos preocupados por el brote de coronavirus, porque amenaza seriamente a nuestra base electoral." (Mario Negri)

15. "Escuché las declaraciones de Carrió sobre el coronavirus, y creo que más que un barbijo, necesitaría un bozal." (Aníbal Fernández)

16. "No quiero cuestionar la labor de Ginés, pero creo que lo más efectivo hasta ahora para evitar la propagación del coronavirus ha sido el impuesto del 30 % a los viajes al exterior." (Martín Guzmán)

17. "Al final, tanto criticarme y me terminaron dando la razón: van a prohibir la entrada de extranjeros al país." (Miguel Angel Pichetto)

18. "Esto conmigo en el Ministerio de Salud no pasaba." (Graciela Ocaña)

19. "He dispuesto el cierre de las fronteras de Córdoba, para evitar que nos contagien el coronavirus de países extranjeros, como la Argentina." (Juan Schiaretti)

20. "Sobreviví a la peste negra de 1348, miren si me voy a preocupar por el coronavirus." (Mirtha Legrand) 

21. "Al final, el tiempo me dio la razón: meten presa a la gente que anda por la calle sin permiso del gobierno." (Patricia Bullrich)

22. "La Argentina me hartó, me quiero ir a vivir a otro país más serio y seguro, no sé, Italia ponéle." (Susana Giménez)

23. "Primero los fueros, después el viaje a Cuba y ahora la cuarentena: Cristina ya no sabe que hacer para evitar que la metan presa." (Alfredo Leuco)

24. "Después del éxito del tuitazo pidiendo test masivos para detectar el coronavirus, vamos a escalar en el plan de lucha y movilización con un cacerolazo desde las casas." (Nicolás Del Caño)

25. "Milagro Sala está presa por su propio bien, para que no corra el riesgo de contagiarse del coronavirus." (Gerardo Morales)

26. "Yo cumpliría mi promesa de irme del país porque ganó el peronismo, pero pasa que ahora están suspendidos los vuelos, viste." (Baby Echecopar)

27. "Estoy indignado, no me invitaron a cantar." (Marcelo D'Alessio)

28. "No entiendo por qué se quejan porque despedimos empleados: ¿acaso no dijeron que la gente se tenía que quedar en sus casas?" (Paolo Rocca)

29. "Parece que la gente quiere flan, pero que el delivery se lo lleve en un avión de Aerolíneas." (Alfredo Casero)

30. "Macri llamó a imitar el modelo inglés para enfrentar el coronavirus, y se enfermaron el príncipe Carlos, el primer ministro y quizás la reina: no sé que es más, si mufa o boludo." (Aníbal Fernández

31. "El domingo casi termino el discurso de la prórroga de la cuarentena con un "La casa está en orden, Felices Pascuas", pero me pareció que no daba." (Alberto Fernández)

NOS LO MERECEMOS POR BOLUDOS


Si hay una empresa y un empresario que están en boca de todo el mundo en éste momento son, respectivamente, el grupo Techint y su CEO Paolo Rocca, por los 1450 despidos que acaban de producir en una de sus constructoras con motivo de la pandemia y en medio de ella.

A ellos estuvo centralmente dirigida la advertencia sobre los despidos de Alberto Fernández en su mensaje del domingo, y de ellos fue -en nombre de la AEA y el poder económico- la amenaza abierta al gobierno para que levantara la cuarentena, y reanudara la normalidad de la actividad, aun a riesgo de perder más vidas humanas por el coronavirus.

Que Techint o alguna de sus empresas despida gente no es ninguna novedad: en tiempos de Macri (que acompañó a Rocca a Houston a inaugurar una planta industrial allá) despidieron a 270 empleados cuando se pararon las obras del reactor CAREM. La diferencia estuvo (o puede estar) en la respuesta del gobierno en cada caso.

Lo curioso (o no) es que ahora la respuesta al reto/advertencia presidencial no vino del propio Rocca (quien no suele rebajarse a esos extremos), sino de Miguel Angel Toma, el ex director de la SIDE y funcionario menemista, devenido miembro del directorio de Siderar, una de las naves insignia del hólding, pero en representación del Estado; que tiene a través de la ANSES y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) el 26 % de las acciones de la compañía.

Toma fue designado en esa condición por el gobierno de Macri, y aun continúa en funciones porque el gobierno nacional no lo removió de su cargo o no le pidió la renuncia, como tantos ñoquis VIP que el macrismo le dejó plantados, con sueldos astronómicos y presunta protección contra despidos por doble indemnización en tal caso. Para que se entienda: alguien que debió ser despedido con el cambio de gestión, y por negligencia política no lo fue hasta acá, es quien sale a la palestra a enmendarle la plata al presidente, y bancar los trapos del conglomerado de empresas que está despidiendo gente en forma masiva durante la pandemia. Tuit relacionado:


Por si todo lo relatado no bastara para tener en claro que hay algunas cosas (como la pandemia) que nos pasan por imperio de las circunstancias, y otras (como ésta) por boludos, recordemos la historia de la participación accionaria del Estado (a través del FGS de ANSES) en varias de las empresas más importantes del país; entre ellas Siderar del Grupo Techint, donde Toma forma parte hoy del directorio.

Esas participaciones eran de las AFJP, cuando en los 90' invertían en obligaciones negociables o ampliaciones de capital de las grandes empresas (como el propio Grupo Clarín), que se financiaban con "la plata de los jubilados", y por eso fueron grandes impulsoras del sistema de capitalización. Cuando en el 2008, en el gobierno de Cristina, liquida el sistema y se pasan los activos al FGS por la Ley 26425, junto con ellos vienen las acciones de varias empresas, entre ellas el 26 % de Siderar.

En el segundo mandato de Cristina, allá por el 2011 y frente a la negativa de las empresas (entre ellas Siderar) de designar directores de la ANSES en proporción a sus tenencias accionarias, la propia presidenta dictó el DNU 441, por el cual modificó el "techo" que creaba la Ley 24241 (la de las jubilaciones privadas) a los derechos políticos del Estado como accionista, según lo cual con independencia del porcentaje del paquete accionario que tuviera, a los efectos políticos dentro de la sociedad (por ejemplo para designar miembros en el directorio) esa participación se consideraba con un máximo del 5 %: ponía la plata (en realidad, los jubilados) pero no tenía acceso a participar del control social.

En ese momento Techint amenazó con ir a la justicia contra el DNU, pero terminó aviniéndose a cumplirlo, y así fue como Axel Kicillof fue designado en el directorio de Siderar, en representación del 26 % de las acciones que detenta el FGS. Cuando se ratificó en el Congreso el DNU 441, los entonces opositores y luego oficialistas en "Cambiemos" votaron en contra, o se abstuvieron; alineándose con los intereses del hólding de Paolo Rocca.

Lo mismo pasó cuando en el 2015 Cristina planteó al Congreso lo que luego sería la Ley 27181, que prohibía vender las participaciones accionarias del Fondo de Garantía de ANSES en empresas privadas (entre ellas en Siderar); "cepo" a las privatizaciones que fue borrado de un plumazo apenas asumió Macri, con el artículo 35 de la Ley 27260, de blanqueo de capitales.

Un Macri que fue más lejos aun (con apoyo de parte de la oposición, al igual que en blanqueo) cuando en el 2018 modificó la Ley 26831 sancionada en 2012 durante el segundo mandato de Cristina, para regular los mercados de capitales: con precisión quirúrgica y a pedido directo de la cúpula de la AEA (básicamente, Clarín y Techint) eliminó de un plumazo el artículo 20, que protegía los derechos de los accionistas minoritarios en las sociedades que cotizan en bolsa, como lo es el Estado en Siderar, en Papel Prensa (con el 28 % de las acciones) o en el propio Grupo Clarín (con el 9 % del capital). En ambos casos (blanqueo y reforma a la ley de los mercados de capitales) el kirchnerismo se opuso a los planes de Macri, a diferencia de otros sectores de la oposición.

¿Será acaso este momento, el de los 1450 despidos de una constructora de Techint en medio de la pandemia, el del abierto desafío no ya de Rocca sino de su empleado Toma al presidente, el de enmendar tantos errores, y dar mínimas muestras de autoridad, además de obligarlos a retrotraer los despidos? ¿Podrán revisarse en éste marco, y atento a la conducta del hólding, los millonarios subsidios estatales que recibe su petrolera Tecpetrol en Vaca Muerta? (Acá Zaiat nos refresca la memoria de la historia de prebendas del hólding)

¿O seguirán prevaleciendo viejas cuitas de los años kirchneristas (o viejas amistades del PJ porteño, por lo de Toma), aunque digamos que "es con todos", porque fue Boudou el que tuvo la idea de liquidar las AFJP, o Kicillof el que planteó la necesidad de hacer valer los derechos del Estado como accionista en esas empresas, o Cristina la que trató de evitar que se volvieran a privatizar esas participaciones sociales? Gran oportunidad para el presidente para demostrar lo contrario, y de paso, dar una respuesta aleccionadora al poder económico que desafía su autoridad, en momentos tan difíciles para el país y la sociedad; que da muestras de confiar en su liderazgo.

lunes, 30 de marzo de 2020

TWEETS POLÉMICOS

A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS


Perdón por ser insistentes y reiterativos, pero no nos vamos a cansar de decirlo: estamos viviendo días excepcionales, que demandan del Estado y del gobierno respuestas excepcionales. La crisis del coronavirus crea enormes dificultades, pero al mismo tiempo abre una "ventana de oportunidad" para medidas audaces que no son un salto al vacío, sino que se imponen por el peso de la coyuntura.

Que el gobierno y el presidente vienen capeando con dignidad el temporal no caben dudas, y que eso genera un vasto consenso social en torno a la figura y la autoridad de Alberto Fernández tampoco. Lo acaba de confirmar prorrogando la cuarentena, pese a las presiones de los sectores del poder económico para que la levantara; priorizando la salud, sobre los negocios o la economía. 

Precisamente eso crea una plataforma firme en la cual pararse para tomar decisiones duras y drásticas; frente a los factores de poder que son más que "los vivos de siempre", y que no suelen medirse en sus planteos y exigencias, porque el presidente sea más o menos popular: decíamos el sábado acá a propósito de los despidos de Techint y la especulación de los remarcadores de precios y desabastecedores que "El gobierno ha demostrado hasta acá estar a la altura de los desafíos que plantea la emergencia sanitaria. Es hora de que tome nota de los otros desafíos que le están planteando y actúe en consecuencia, frente a la pandemia de hijos de puta.".


Mientras el gobierno se ha mostrado firme y decidido en tomar medidas que pueden resultar antipáticas pero son necesarias (como el "aislamiento social obligatorio"), no se puede decir lo mismo -al menos hasta acá, el discurso de anoche parece preanunciar una nueva etapa- de sus acciones para frenar otros comportamientos predatorios, o para alterar de un modo decisivo las prioridades en la asignación de los recursos del Estado con los que se venía manejando hasta que la crisis estalló.

Decíamos ayer acá que "El desafío entonces es para la política: no se trata solo de que los Estados gasten en forma contracíclica para superar la pandemia y torcer el rumbo de la recesión, y para eso emitan o tengan déficit. Eso sucede desde hace tiempo, en los propios países centrales que nos exigen al resto que no lo hagamos, por aquello de "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago".

Se trata de encontrar el modo de ir más allá en la intervención pública (como no se hizo en los países centrales luego de la crisis financiera global del 2008), regulando, interviniendo de modo directo e incluso poniendo directamente bajo el control de los Estados, resortes fundamentales de la estructura económica. De lo contrario el virus pasará, o encontrarán la cura a la enfermedad, pero las estructuras económicas y sociales que crean las condiciones objetivas para que cause daño (por ejemplo desfinanciando la salud pública, o privatizando la seguridad social) quedarán intactas, hasta la nueva crisis.".


Y lo que está pasando es que un Estado exhausto y quebrado, que debe rascar en el fondo de la olla para comprar respiradores, o inyectar recursos al fondo de la pirámide social para que les llegue algo a aquellos a los que la crisis golpea con más fiereza en su existencia cotidiana, sigue gastando miles de millones de pesos en pagarles a los bancos los intereses de las LELIQS (en contra de las promesas de campaña del hoy presidente), o pagando puntualmene los intereses de los vencimientos de la deuda; cuando el default de la deuda global (no ya el de la Argentina) se impone como la única solución racional posible, para empezar a salir del fondo del pozo. 

Señalar estas cuestiones no implica cuestionar el liderazgo de AF, ni su capacidad para pilotear la crisis, sino por el contrario advertir que si no se abordan ciertas cuestiones, ésta se agravará, lejos de comenzar a resolverse. Paolo Rocca es simplemente el mascarón de proa del poder económico, que ha tomado sobre sí el rol de hacer punta y medir la respuesta del Estado, y si esta no es contundente y categórica, detrás de él vendrán los demás, a imitar su ejemplo.



Cuando las ideas del neoliberalismo están en crisis en todo el mundo al compás de la pandemia, es inadmisible tolerar que sus corifeos locales aparezcan ahora preocupados por la economía, el PBI, los empleos, la inflación o los salarios, como si nos hubieran dejado un país en marcha y creciendo, sin deudas ni retroceso en sus indicadores sociales; un paraíso en el cual aterrizó el coronavirus como un visitante inesperado e indeseado. Sobre nuestros silencios y vacilaciones se construye su avance insidioso, apostando al cansancio social por la alteración de la vida cotidiana que supone la crisis, más aun cuando se acaba de anunciar la prórroga de la cuarentena.

No hay margen para seguir tolerando que haya servicios públicos esenciales en manos de empresas privadas prebendarias, inescrupulosas y jamás dispuestas a invertir; ni un sistema financiero manejado por bancos apalancados en enormes márgenes de ganancias (aun con el recorte de tasas), que se resisten a implementar las líneas de crédito a tasas subsidiadas que se habilitaron por la emergencia; como tampoco hay margen para que los formadores de precios sigan haciendo su agosto en medio de las necesidades apremiantes de la gente, sin ser duramente sancionados.

Es acá, es ahora, es oportuno y es necesario; cuando hasta la oposición (o buena parte de ella) admite que en tiempos de crisis, debe haber unidad de conducción para sortear los escollos; y cuando la imagen del presidente es altísima, y hasta los que no lo votaron lo apoyan. Después será tarde para lágrimas.


Una plaga, como el coronavirus, se puede comparar con una guerra, por los efectos que causa en la economía y en la sociedad: algún día termina, pero queda la tarea (y los costos) de reconstruir los daños que ha causado; y como repartir los esfuerzos que eso significa. Hay allí un terreno de disputa y de intereses encontrados, como siempre pasa en la política y la economía; y la presente crisis no será la excepción.

En el video de abajo (en especial en los primeros tres minutos, más o menos) uno que sabía algo de estos asuntos explica lo que pasa en esos casos, y como se puede salir del laberinto para que no te hagan pagar los platos rotos. Cambiando los tiempos y las situaciones (saquen guerra, pongan pandemia) los conceptos tienen plena vigencia:


domingo, 29 de marzo de 2020

TWEETS POLÉMICOS

ECONOMÍA, SALUD Y POLÍTICA


Siempre es complicado hacer prognosis de los procesos sociales, porque no se rigen por las leyes de la física, y la megacrisis que desató el coronavirus no es la excepción: aun no podemos saber por cuanto se extenderá ni cual será su magnitud final y los daños que cause, muchos menos podemos siquiera suponer como será el mundo que emergerá de ella; cuando concluya.

Lo que sí está claro es que este "cisne negro" que sobrevino a la humanidad y sus estructuras políticas, económicas y sociales no supone, forzosa e inevitablemente, un nuevo orden mundial, el fin del capitalismo o siquiera su reformulación respecto a los términos actuales: pronósticos similares se hicieron en otras crisis, y la historia los desmintió.

Por otro lado solos en nuestras casas, aislados y con miedo, no es seguro que adquiramos necesariamente el grado de conciencia política y social necesario para orquestar respuestas colectivas al problema, que cambien las relaciones de fuerzas, y posibiliten cambios. Hay sí ideas en el aire, algunas que fueron condenadas por algunos al museo de la historia y volvieron con fuerza (el Estado nación, la solidaridad), y otras que se nos presentaron como la panacea, y está en crisis terminal; como la del mercado como supremo y único asignador de los bienes y los costos en una sociedad. 

Pero son solo eso: ideas; las estructuras reales de poder (económico, simbólico, político) que se mueven detrás de ellas o se vehiculizan por su intermedio, siguen intactas, al menos por ahora, y nada indica que en lo inmediato eso vaya a cambiar. Vienen estas reflexiones a propósito de esta nota del Financial Times que cuelga El Cronista, en la que se analizan las posibles respuestas y salidas a la crisis, para evitar que la economía global termine cayendo en una gran depresión.

Si leen, verán que se habla de que los Estados gasten, como hacen en todas las grandes crisis: al diablo con los paradigmas del "ajuste virtuoso", la preocupación por el déficit fiscal, o el cuco de la emisión inflacionaria. Sin embargo, la intervención estatal que se reclama y exige es bien precisa: es para preservar el modelo actual del capitalismo, tal como viene funcionando. Como vocero calificado de ese sistema que es, FT lo deja claro: "salvar la economía" es salvar éste modelo económico, el del capitalismo financiarizado.

Nada nuevo bajo el sol: ya pasó con la prolongada crisis de la subprime (cuyos efectos aun llegan hasta nosotros) y los gigantescos paquetes fiscales de rescate a los bancos que instrumentaron los Estados Unidos o la Unión Europea. Los movimientos de "indignados" sacudieron por un tiempo la tranquilidad del capitalismo central, pero se revelaron impotentes a la hora de orquestar alternativas políticas disruptivas del orden establecido.

Y en la crisis actual, la capacidad de respuesta de las fuerzas del capital financiero global están respondiendo con más velocidad que la política (al menos en los países centrales), por la simple y sencilla razón de que son los dueños de esa política: mientras financien sus campañas, nada tienen que temer de ella. Solo desde este ángulo se pueden entender las respuestas de algunos Estados a la crisis, como está pasando en los Estados Unidos o el Reino Unido: aun figuras que nos vendieron como "anti sistema" como Trump, no están realmente dispuestas a cambiar nada.

Que el capitalismo tensione a los Estados y los gobiernos para que pongan en riesgo la vida y la salud de grandes porciones de la población para mantener funcionando la máquina de hacer dinero, no debería ser novedad: desde sus orígenes mismos la bestia capitalista necesita de su libra de carne para alimentarse, y no se detendrá en consideraciones humanitarias sino en tanto sea estrictamente necesario para sostener la reproducción de la fuerza de trabajo.

El desafío entonces es para la política: no se trata solo de que los Estados gasten en forma contracíclica para superar la pandemia y torcer el rumbo de la recesión, y para eso emitan o tengan déficit. Eso sucede desde hace tiempo, en los propios países centrales que nos exigen al resto que no lo hagamos, por aquello de "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago".

Se trata de encontrar el modo de ir más allá en la intervención pública (como no se hizo en los países centrales luego de la crisis financiera global del 2008), regulando, interviniendo de modo directo e incluso poniendo directamente bajo el control de los Estados, resortes fundamentales de la estructura económica. De lo contrario el virus pasará, o encontrarán la cura a la enfermedad, pero las estructuras económicas y sociales que crean las condiciones objetivas para que cause daño (por ejemplo desfinanciando la salud pública, o privatizando la seguridad social) quedarán intactas, hasta la nueva crisis. 

Algo similar al modo en el que muchos países (entre ellos, la Argentina del primer peronismo) salieron de la crisis mundial provocada por la Segunda  Guerra, ampliando los modos y las formas de la intervención estatal, dando origen al Estado de Bienestar que, aun dentro de los límites y marcos del capitalismo, proporcionó a millones de personas en todo el mundo una mejora objetiva en sus condiciones de existencia, comparada con las preexistentes, claro. Una eterna promesa del neoliberalismo -progresar, vivir mejor- que nunca puede cumplir, porque no está pensado para eso, simplemente: sería contrario a su naturaleza, con o sin virus. 

Hoy, cuando todos sus libros fundacionales fueron quemados en la hoguera de la crisis y cuando muchos de los propaladores de sus ideas se han vuelto consumo irónico en las redes sociales, las fuerzas reales que se mueven detrás de los discípulos de Hayek o Friedman (el gran capital financiero trasnacionalizado, y sus imbricaciones en la estructura productiva) están pensando como salir de ésta crisis, como salieron de todas las anteriores: sin pagar ellos los costos. La cuestión es cual va a ser, frente a ese intento que ya está en marcha (en el país, atravesando la discusión por la vigencia de la cuarentena, y en el mundo), cual va a ser la respuesta de la política.

sábado, 28 de marzo de 2020

TWEETS POLÉMICOS

PANDEMIA DE HIJOS DE PUTA


No iban a dejar de ser hijos de puta simplemente porque exista una crisis epidemiológica mundial: está en su naturaleza serlo, como la fábula del escorpión y la rana. Más aun: es en este tipo de situaciones cuando más hijos de puta se vuelven, porque han construido su poder y su fortuna sobre la base del aprovechamiento de contextos como el actual.

Pero acá hay algo más que hijoputismo genético y constitutivo: hay un desafío abierto a un presidente y un gobierno que vienen capeando la crisis como pueden, y que en ese trance van ganando consenso y creciendo en imagen. Y eso simplemente no lo pueden permitir, porque si se fortalecen el Estado, la autoridad electa y la política, se debilitan ellos; que necesitan un Estado bobo, una política cómplice y gobernantes títeres.

Por eso sale Macri a pedir que el gobierno repatríe a parte de su base electoral que quedó varada en el exterior, a donde fueron desoyendo todo consejo cuando la pandemia ya estaba estaba declarada. Y al hacerlo está calculando (acaso con exceso de confianza en su olfato) que el temperamento casquivano de las clases medias le va a terminar jugando a favor suyo, y en contra del gobierno: es muy notorio ver como del "alineamiento de la oposición" con el gobierno por la crisis, se van abriendo en los medios las presiones para levantar la cuarentena, que todo vuelva a la normalidad y que -a la inversa de la prioridad puesta por Albero- la economía (o sea, sus negocios) se imponga sobre la vida y la salud de la gente.

Casos como el del sorete de Quintana y Farmacity hay miles, a diario, en todo el país: desabastecimiento, remarcación salvaje de precios, especulación. Y hasta acá es en éste flanco donde quizás el gobierno esté pagando los mayores costos, por no actuar. Porque ahí también hay un desafío a su autoridad, y no alcanzan las frases presidenciales en tono enojado (como en el reportaje de anoche en la TV pública), o las amenazas de actuar, contra "los vivos de siempre".

Con todo el peso y el rigor de la ley, más legitimado socialmente que nunca, por las actuales y dramáticas circunstancias: no pueden haber más temores ni vergüenzas -por ejemplo- en aplicar la Ley de Abastecimiento 20680 porque la usaba Moreno, o porque en el 2014 Kicillof planteó una reforma que endureció sus penalidades, con la Ley 26994.

Transcribimos parte de su articulado, para entender de lo que hablamos: "Artículo 4.- Serán pasibles de las sanciones que se establecen en el artículo 5° y, en su caso, en el artículo 6°, quienes: a) Elevaren artificial o injustificadamente los precios en forma que no responda proporcionalmente a los aumentos de los costos, u obtuvieren ganancias abusivas; b) Revaluaren existencias, salvo autorización expresa de la autoridad de aplicación; c) Acapararen materias primas o productos, o formaren existencias superiores a las necesarias, sean actos de naturaleza monopólica o no, para responder a los planes habituales de producción o demanda; d) Intermediaren o permitieren intermediar innecesariamente o crearen artificialmente etapas en la distribución y comercialización; f) Negaren o restringieren injustificadamente la venta de bienes o la prestación de servicios, o redujeren sin causa la producción habitual o no la incrementaren, habiendo sido intimados por la autoridad de aplicación a tal efecto con cinco (5) días hábiles de anticipación, en caso de tener capacidad productiva, para responder a la demanda;g) Desviaren o discontinuaren el abastecimiento normal y habitual de una zona a otra sin causa justificada; h) No tuvieren para su venta o discontinuaren, según el ramo comercial respectivo, la producción de mercaderías y prestación de servicios con niveles de precios máximos y mínimos, o márgenes de utilidad fijados, salvo los eximentes justificados que se establezcan por vía reglamentaria, teniendo en cuenta ramo, habitualidad, modalidad, situación de mercado y demás circunstancias propias de cada caso;..."

Y las sanciones de su artículo 5: "a) Multa de pesos quinientos ($ 500) a pesos diez millones ($ 10.000.000). Este último límite podrá aumentarse hasta alcanzar el triple de la ganancia obtenida en infracción; b) Clausura del establecimiento por un plazo de hasta noventa (90) días. Durante la clausura, y por otro período igual, no podrá transferirse el fondo de comercio ni los bienes afectados; c) Inhabilitación de hasta dos (2) años para el uso o renovación de créditos que otorguen las entidades públicas sujetas a la ley 21.526 de Entidades Financieras, y sus modificatorias; d) Comiso de las mercaderías y productos objeto de la infracción; e) Inhabilitación especial de hasta cinco (5) años para ejercer el comercio y la función pública; f) Suspensión de hasta cinco (5) años en los registros de proveedores del Estado; g) Pérdida de concesiones, privilegios, regímenes impositivos o crediticios especiales de que gozare. Las sanciones previstas en este artículo podrán imponerse en forma independiente o conjunta, según las circunstancias del caso...".

Y que decir del hijo de Puta de Paolo Rocca, CEO de ese conglomerado de hijos de puta que es el Grupo Techint, que haya o no crisis, a la primera de cambio cuando algo no sale como ellos quieren, tiene el despido fácil: 1450 despidos dispararía, en una de sus constructoras, en plena crisis y pese a la vigencia de la doble indemnización.

Sin haber pedido el procedimiento preventivo de crisis que exige la Ley 24013 en su artículo 98 por la magnitud de los despidos; para no tener que frenarlos o retrotraerlos conforme lo exige el artículo 104 de la misma ley. Un claro atentado a una paz social que hemos perdido por el virus, tanto como un claro desafío al gobierno y a la sociedad; haciendo siempre de los trabajadores la variable de ajuste.

El gobierno ha demostrado hasta acá estar a la altura de los desafíos que plantea la emergencia sanitaria. Es hora de que tome nota de los otros desafíos que le están planteando y actúe en consecuencia, frente a la pandemia de hijos de puta. 

viernes, 27 de marzo de 2020

OPERANDO SIN BARBIJO NI ALCOHOL EN GEL

Primer acto de la obra: La Politica Online publica esta publinota del diputado nacional ¿socialista, librepensador? Contiggiani en la que dice que hay una fábrica de biocombustibles de Villa Ocampo, en el norte de la provincia, que podría producir alcohol en gel; y que para eso solo necesitaría un aporte económico del gobierno provincial, para reconvertir las instalaciones.

Agrega además Contiggiani que si él hubiera estado en el Ministerio de la Producción (fue ministro de Lifschitz dos años, y de ahí saltó a la banca de diputado), lo hubiera hecho, y remató: "...si en Santa Fe falta alcohol es por una decisión política..." (del gobierno de Perotti, entiéndase.

Segundo acto de la obra: La Politica Online debe publicar una aclaración de la Secretaría de Industria de la provincia, en la que dice que no es tan así la cosa como dice Contiggiani: textual dijo "Yo sería muy cuidadoso con este tema", disparó el secretario y explicó que "las normas que establece el Ministerio de Salud de la Nación son muy rigurosas, se debe modificar no sólo la vestimenta de los trabajadores y protocolos sanitarios dentro de la fábrica, sino también los equipos". Además, respecto a las adecuaciones técnicas, "se demandan un tipo de estructuras de aleación de acero que hoy la planta no tiene, porque no hacen falta para los biocombustibles...", profundizó Mossuz.".

No lo tildó de burro a Contiggiani, pero la dejó picando.

Tercer acto de la obra: en el mismo portal de noticias (La Politica Online), elos productores de biocombustibles descartan la idea, por disparatada. Textual: "El plan para producir alcohol en gel en las plantas de biocombustibles fue cortado de cuajo por los productores, que lo calificaron como "una irresponsabilidad" por las consecuencias que tendrían en el cuerpo humano. "Nuestras plantas producen un alcohol apto solamente para el uso industrial o de combustibles. Tiene muchas impurezas que pueden ocasionar daños importantes en el cuerpo", explicaron desde una de las firmas a LPO.".

"Sin embargo, desde las empresas sostienen que se trató de una cuestión "marketinera". "Eso pasa cuando todos quieren quedar bien y ofrecen una solución que tiene 70 quilombos adentro", indicaron a este medio. "La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) no está al pedo. Es una irresponsabilidad decir que se puede usar el alcohol de biocombustibles para uso humano. Sólo lo podrían hacer unas pocas plantas sin mucha capacidad", agregaron.".

O sea, aunque no lo digan con nombre y apellido: Contiggiani además de bruto, es un oportunista e irresponsable. Como el portal que le hizo la primera publinota, que no la referenció en la última, ni creyó necesario hacer ninguna aclaración al respecto. Tuits relacionados:

jueves, 26 de marzo de 2020

TWEETS POLÉMICOS