Estamos entrando en la etapa en la que las principales plumas de los diarios nos cuentan las internas del gobierno y del peronismo como tema excluyente. Señal de que la oposición ya es un limón que no da jugo. Bien.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2021
Pasó casi imperceptiblemente, pero pasó: de pronto la política corrió a un costado la pandemia, y empezó a pensar en las elecciones. O alterna ambos temas, sin solución de continuidad. Aunque si lo vemos desde la óptica de la oposición, nunca dejaron de pensar en las elecciones: los delirios bolsonaristas de Patricia Bullrich, por ejemplo, nunca tuvieron otro objeto que posicionarse en la interna del macrismo, para obtener lugares expectantes en las listas de cara a las legislativas de éste año.
También están los que aparecen con frecuencia en los medios porque se les termina el mandato, y aspiran a renovar la banca: tratan de no pasar desapercibidos, para que los tengan en cuenta los que manejan la lapicera. Y los que estaban en el ostracismo y quieren volver, como Corral o Barletta.
La semana pasada se resolvió -en la nación y por carácter transitivo en la provincia- la readecuación del cronograma electoral para más adelante en el almanaque de las fechas originariamente previstas, de común acuerdo entre los oficialismos y las oposiciones, con base aparente en la pandemia, pero con base real en las urgencias de cada uno por cerrar acuerdos, dirimir alianzas o internas o -en el caso de los que gestionan- exhibir resultados que puedan ser capitalizados en las urnas.
Acá en Santa Fe por ejemplo, la oposición le dio al asunto un tinte dramático como si Perotti pretendiera manipular el cronograma electoral para perjudicarlos, cuando simplemente no podía modificar las fechas, hasta tanto lo hiciera la nación (tema explicado en su momento acá). Y el "perottismo" leyó las nuevas fechas como la señal de largada de su propia corriente interna en el peronismo local, sobre lo cual nos remitimos a lo dicho acá por Barricada, en mérito a la brevedad.
En el orden nacional, y tal como lo señala el tuit de apertura, los principales operadores periodísticos de los medios hegemónicos pasaron rápidamente del affaire Pfizer -que delegaron en plumas menores- a contarnos con lujo de detalles las internas del gobierno nacional y del "Frente de Todos", en inequívoca señal del declive opositor; un cambalache en el que todos se candidatean diciendo que los otros restan o no ayudan, y dejando en claro todos al mismo tiempo, que en JxC no hay liderazgos únicos: no era necesario muchachos, se nota bastante.
Por otro lado en el planeta Massa (que siempre se está probando el traje) las cosas siguen como estaban en diciembre del 2019: agenda propia, mostrarse como "presidenciable", encuentros con el poder real, mostrando sus relaciones con "Washington", surfeando los problemas, pero buscando capitalizar las soluciones. En algunos casos el "siga siga" es tal, que hasta reapareció Duhalde en modo conspirador, yéndose al pasto como es habitual (¿quién fue el imbécil que lo consideró "esencial" para vacunarlo a él y su mujer?).
Pero mientras tanto, la pandemia sigue haciendo estragos, está lejos de controlarse y la economía sigue requiriendo atención porque no termina de despegar y "derramar" crecimiento en los bolsillos de la gente. En los últimos días han circulado trascendidos sobre discusiones por el rumbo del plan económico al interior del FDT, y supuestos planteos de Cristina y Kicillof a Guzmán; cuya obsesión fiscalista es a esta altura de los acontecimientos indisimulable.
Especulaciones aparte, nadie va a pretender que la política se apague porque hay pandemia, o que nos olvidemos que éste año hay elecciones. Precisamente porque nos acordamos de eso es que decimos que las prioridades -ya no excluyentes entre sí- son la salud y el bolsillo; y a eso deben atender los gobiernos. De como lo hagan dependerá como les vaya en las urnas, en su momento.
Y las internas, internotas e internitas (acá en la provincia, y en la nación también) son solo eso: folklore político habitual, a condición de no olvidar las prioridades. Porque es muy irritante ver el tiempo que le dedican algunos, que no tienen responsabilidades de gestión, y no tienen que preocuparse por conseguir vacunas, respiradores, camas, o ver como se mejoran los ingresos de la población, o se combate la inflación; en especial la de alimentos.
Por supuesto que también están los que sí tienen responsabilidades de gestión ("funcionarios que no funcionan", en la provincia, en la nación, en todos lados) que tienen que ocuparse de esas cosas, y no lo hacen; e incluso puede que haya alguno que no lo haga, por ocuparse de la interna. En ese caso perdón por distraerlos gente, pero va siendo hora de apagar el espiral. Tuit relacionado:
Deberían tratar de guardar un poco las formas: https://t.co/pNLYLJY9OY
— La Corriente K (@lacorrientek) June 7, 2021
Massita sigue siendo la real apuesta del enermigo.
ResponderEliminarel Colo.