jueves, 26 de mayo de 2022

LAS PEORES MEDIDAS

 

El video de apertura es del 18 de abril pasado, es decir de hace hoy 38 días. En él el ministro de Economía está anunciando el envío al congreso de un impuesto a "las rentas inesperadas", que debían pagar las empresas que haya obtenido ganancias superiores a los 1000 millones de pesos; como consecuencia del alza de los precios internacionales derivadas de la guerra en Ucrania.

Entre ellas sobresalen las alimentarias, y los principales grupos exportadores de commodities, en especial materias primas agropecuarias, y sus derivados industrializados.

Pasaron esos 38 días, los precios siguieron subiendo y el mismo gobierno dice que, por la prolongación del conflicto y la inestabilidad que crea, esperan precios altos de los alimentos hasta el 2024 por lo menos. lo acaba de decir por ejemplo el canciller Cafiero.

Sin embargo, el proyecto de ley anunciado quedó solo en eso: en un anuncio, jamás aterrizó por el Congreso. Incluso en esos 38 días hubo una reunión del presidente con la cúpula de la UIA (en la que se agrupan muchas de las empresas que deberían pagar el nuevo impuesto, si se aprobara), en la que ambas partes coincidieron en aclarar que no se habló del tema.

Otro mecanismo -no incompatible con el impuesto- para desacoplar los precios internos de los internacionales, o para que el Estado capte rentas extraordinarias, son las retenciones. Que por estos días fueron objeto de un inadmisible culebrón entre el presidente y sus ministros, que lo contradijeron en público sin ponerse colorados. 

De hecho, la decisión tomada del gobierno de no aumentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias -anunciada por Guzmán antes de que el presidente reflotara el tema, ratificada por Julián Domínguez después de que lo hiciera- es el motivo central por el cual Roberto Feletti renunció a su cargo en la Secretaría de Comercio.

Sin embargo, el presidente sigue defendiendo teóricamente a las retenciones como el mejor (si no el único) instrumento para evitar que el alza de los precios internacionales se traduzca en mayor inflación interna, y desafía a la oposición a discutir en el Congreso un proyecto para subirlas, que nunca mandó ni piensa mandar. Cosa esta última que se puede colegir del hecho de que dice que lo manda, si la oposición acepta discutirlo.

Con lo cual da un paso más hacia la deslegitimación de su propia autoridad e investidura, del que diera cuando anunció (y decretó vía DNU) la expropiación de Vicentín, para luego retroceder ante un cacerolazo de los votantes de la oposición.

El impuesto a las rentas inesperadas y la suba de las retenciones -dos medidas indispensables para mejorar la distribución del ingreso y contener la inflación, que el propio presidente reconoció como los principales déficits de su gestión- ingresan así en la categoría de las peores medidas de un gobierno: las que no se toman, en especial cuando se debiera. Tuits relacionados:   

1 comentario:

  1. ¿No hay ningún periodista que le pregunte a Fernandez cual es la alternativa, sin subir retenciones, para desacoplar los precios internos de los internacionales?
    ¿Estamos esperando que los de Clarin o La Nación le pregunten eso?
    El Colo

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