Si se confirman mañana los anticipos de algunas encuestas muchos van a descubrir que eso de sacar menos del 3% de los votos y sostener que uno tiene razón y los demás están equivocados no es privativo de los troscos.
— La Corriente K (@lacorrientek) July 16, 2023
Y sin tiroteos a las viviendas. Que después hay que andar desistiendo de las querellas y esas cosas que hacen perder tiempo. https://t.co/xCEdkYRXqY
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No podríamos estar más de acuerdo. https://t.co/TYZcrUG4Z3
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Más que nada es un derecho. Pero como no soy panelista de la tele mejor no opino. https://t.co/g2OMZGeoZJ
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También podríamos terminar de una buena vez con la poronga de la boleta única. https://t.co/y9o2fvVJjh
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Claro. Los vas a eliminar haciéndoles competencia. https://t.co/sf7OnLxJhC
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Aclaración preliminar: al subir éste post se llevaban escrutadas el 57,28 % de las mesas, pero con una carga sesgada porque del Departamento La Capital se habían escrutado el 34,92 % de las mesas, y en el Departamento Rosario el 31,47 %. De cualquier modo las cifras son tan claras, que el único interrogante será -al menos en los cargos provinciales- la diferencia final, y la conformación de las listas definitivas en el caso de los diputados.
Si bien se trató de las PASO, es inevitable hacer la sumatoria de los votos de los frentes principales (como si aun hubiera ley de lemas), y con ese cálculo, la cosa parece difícil de revertir para el peronismo y sus aliados de cara a las generales de septiembre: una diferencia abismal a reducir en apenas 56 días de campaña -atravesados además por la elección nacional- no es algo sencillo de resolver.
Como se pasó de una elección de tercios en el 2019 (entre el FDT, Cambiemos y el Frente Progresista), a una polarizada en dos opciones éste año (enseñanza válida para la elección nacional y el desinfle de Milei) la conclusión sería que hay que reversionar la marcha: "los muchachos antiperonistas todos unidos triunfaremos".
En la derrota del peronismo en la sumatoria de "lemas" en una provincia de una zona del país que le es hostil (la zona centro del núcleo sojero) inciden sin dudas factores nacionales y provinciales vinculados a la gestión de los respectivos gobiernos, pero a condición de que no se pierda de vista lo principal: las dos opciones del antiperonismo divididas sumaron en el 2019 el 57 % de los votos para gobernador, y ellos aprendieron rápidamente la lección: simplemente juntándose, estaban a tiro de ganar.
De cara a las internas de cada frente (que al fin y al cabo de eso se trataba: de una PASO), y dicho lo anterior, resulta claro que la interna de "Unidos para Cambiar Santa Fe" (tal el nombre de la franquicia gorila en la provincia) fue mucho más competitiva que la nuestra (que tuvo cuatro candidatos a gobernador, y ocho listas de diputados provinciales), potenciando al espacio en su conjunto. Habrá que ver cuanto pueden retener de sus votos para las generales, sobre todo considerando la munición gruesa con la que se tiraron Pullaro y Losada en toda la campaña; pero la diferencia acumulada parece darles resto aun para una eventual deserción por esa vía.
Esa interna arrojó el triunfo de Pullaro, por márgenes mucho mayores que los que auguraban muchas encuestas, y acá aparece el primer contrasentido: gana la interna -y se encamina a ganar la general, si no hay fuga de votos del espacio- el candidato más comprometido con denuncias por sus vínculos con el narcotráfico y la corrupción policial (dicho esto por sus propios adversarios internos), en una provincia que es noticia en los medios del país por la violencia y la inseguridad asociadas al narcotráfico. Pero la grieta -la real, la que viene desde 1945- parece más fuerte.
Esa misma interna confirmó la crisis del socialismo -rumbo a transformarse en una fuerza menor y testimonial-, y el escaso volumen del PRO en la bota santafesina: mientras todos miran la elección acá en términos de la disputa entre Bullrich y Larreta, a los amarillos locales, luego de la fugacidad de Miguel Del Sel, apenas les alcanzó para poner los candidatos a vice de Pullaro y Losada (invirtiendo el orden de las fórmulas nacionales de la coalición de derecha), y ni siquiera pudieron poner la cabeza de la lista de diputados provinciales, en ninguna de las que competían en la interna.
Perotti -que no tenía reelección y competía por una banca de diputado- gana la tercera interna al hilo en cuatro años: en el 2019 a María Eugenia Bielsa, en el 2021 al "Chivo" Rossi y ahora a otras 7 listas en la categoría a diputados provinciales, con el 60,22 % de los votos que obtuvo el peronismo en esa categoría. Su candidato a gobernador (o el que se vio forzado a aceptar porque Mirabella no medía), Marcelo Lewandosky, ganó las PASO con el 64,78 % de los votos obtenidos por el peronismo y sus aliados en esa categoría, sacando en su cosecha personal 13.000 votos menos que el actual gobernador que fue el candidato más votado del espacio, sin distinción de categorías; pero ambos obtuvieron menos votos que Losada, la segunda en la interna de la oposición provincial, para gobernador: así de grande fue la derrota.
Moraleja: con todas las críticas que se le han hecho y seguramente se le seguirán haciendo a su gestión de gobierno y su impronta política y personal, Perotti parece ser el "peronismo tolerable" para Santa Fe, o al menos mucho más que cualquier otro dirigente que hoy aparece en el horizonte. Hoy. El tema es que parece que los santafesinos no toleran ni siquiera ese peronismo.
Porque el peronismo en su conjunto pierde una importante cantidad de votos en relación a los conseguidos en la elección provincial del 2019 (posiblemente a manos del voto en blanco y la merma en la concurrencia, más que para otras fuerzas) como consecuencia del combo de los déficits de la gestión provincial, y la nacional. Y si bien no se puede nacionalizar los resultados de ayer, el precedente para las elecciones presidenciales no es auspicioso, ni mucho menos.
Las distintas franquicias kirchneristas -o al menos aquellos que reivindican la experiencia del kirchnerismo, con sus matices- protagonizaron otro estruendoso fracaso, como ocurre cada vez que Cristina no es candidata, y no pueden colgarse de sus votos. Ni unidos ni organizados, era lógica que no florecieran mil flores: sumando los votos de la Cámpora (Cleri), el rossismo de la Corriente Nacional de la Militancia (Busatto) y el Movimiento Evita (Toniolli) apenas llegaron a superar la mitad de los votos de Lewandosky para gobernador, o Perotti para diputado provincial. Otro tanto pasó con Oscar "Cachi" Martínez cuyo partido "100 % Santafesino" forma parte del Frente Renovador de Sergio Massa: al cierre de éstas líneas estaba quinto entre ocho listas que compitieron en la interna.
Suponer que esos números son trasladables sin más a la elección nacional sería un error, aunque el peronismo santafesino -y el nacional- tienen un problema adicional acá: mal que les pese, para mejorar la perfomance necesitarían que el gobernador participe de la campaña, cuando lo "ralearon" prolijamente de la lista de diputados nacionales, que lleva en sus cuatro primeros lugares (podrían entrar dos o tres, máximo) representantes de todos los sectores que derrotó ampliamente en la interna de ayer, y ninguno puesto por él.
Por no mencionar que es la provincia del actual jefe de gabinete y candidato a vicepresidente de "Unión por la Patria", cuyos candidatos estaban (al momento de cerrar el post) cuarto en una interna de cuatro para gobernador, y sexta entre ocho listas, en la elección de diputados provinciales.
Acá pueden ir siguiendo lo que será seguramente un lento escrutinio provisorio, y en otras entradas iremos desgranando los resultados.
La baja performance del oficialismo es responsabilidad toda del gobernador, no se entiende eso de que deberia partipar mas en la campaña.
ResponderEliminarNo puedo opinar sobre las candidaturas peronistas actuales en Santa Fe, porque hace 13 años que dejé mi provincia. Pero cuando me fui en 2010, el clima ideológico general ya era claro y este avance amarillo no me sorprende en absoluto. Porque, como todos mis coprovincianos de entonces, me comí aquel destituyente lockout agrogarca del 2008 que ya anticipaba, entre otras miserias, la construcción de una mística delirante por la cual esos tipos se arrogaban ser, no sólo ser el motor exclusivo de la economía, sino también ser los fundadores de la Patria, en un ejercicio de ucronía pasmoso. Y más allá de los tropiezos de gestión de socialistas y peronistas desde entonces a la actualidad, siempre resalto que dejar rodar ideas fuerza tan sintéticas como engañosas sin darles batalla cultural contundente, no es buen negocio a futuro.
ResponderEliminarEn otro orden, bastante curró el Socialismo santafesino durante 30 años con su copia meramente formal de las socialdemocracias europeas. Claramente, no podrían sostenerse por mucho más tiempo con esa máscara, independientemente de sus fracasadas experiencias de gestión. Tampoco hay que olvidar esa base radical "acomodada" que nutrió al Socialismo santafesino en sus inicios y que parece reproducir descendencia burocrática con regularidad suficiente como para ser empleada por fuerzas retrógradas en ascenso. Los radicales colonizan muchísimas instituciones en Santa Fe y en ese sentido son muy útiles.
En cuanto a las tribus peronistas, recuerdo que eran bastante caníbales por entonces y tal parece que no cambiaron demasiado. Por si fuera poco, el PJ, cuando dominó Ejecutivo Nacional, tampoco colaboró demasiado en apaciguar y esa conducta hizo que no pocas veces se ninguneara a un gobernador peroncho y se estimulara a sus competidores locales. Recuerdo, particularmente, los desplantes que el Ejecutivo le hacía al ya extinto Obeid y los coqueteos "nacionales" con el Socialismo de Binner, en un intento, quizás, por acotar a nuestro propio gobernador del palo. Boludeces que salen caras, a la larga.
En fin, Santa Fe parece estar blanqueando simpatías antes vergonzantes y sería interesante obtener datos de la composición social de ese 40% de abstinentes a votar. Porque preferiría que fueran progresistas desilusionados y no clase popular en resignación negativa. A los primeros los podés llegar a convencer en octubre con "nosotros, o el tren fantasma de la Pato", pero a los segundos, que ya vienen cascoteados mal por la precariedad y la ausencia de futuro...me temo que ese argumento no les basta. Saludos.
Algun comentario sobre los resultados de las PASO para Intendente de Rosario y la performance de Ciudad Futura? Ahi hay una luz de esperanza?
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