sábado, 12 de abril de 2025

ESTA PELÍCULA YA LA VIMOS

 

Hace poco y a propósito de la aprobación en Diputados del DNU que habilitaba al gobierno a cerrar otro acuerdo con el FMI, decíamos en ésta entrada: "Y esta vez -mal que le pese a Caputo, que es el mismo de entonces- no es distinto: un gobierno que se ufana de tener superávit en pesos (al precio de un ajuste descomunal con efectos devastadores en la economía y la sociedad) y que concedió a través del RIGI beneficios exhorbitantes al capital internacional, le pide dólares con la excusa de fortalecer las reservas (que está rifando a diario para sostener el ancla cambiaria del plan antiinflacionario) y mejorar el balance del Banco Central (un argumento tan absurdo que ni ellos creen), para que -otra vez más, y van- se vuelvan a ir por la canaleta de la fuga de capitales, dejándole al país la mochila de la deuda, aun más pesada de lo que ya está.".

"Reclamando a cambio una profundización de la motosierra que nos trajo a éste punto en la enésima versión del ajuste permanente, una opción que donde no hay crisis la provoca, y donde ya existe la profundiza y agrava, sin resolverla nunca; porque sencillamente no está diseñada para eso, sino para extraer sufrimiento de la sociedad, que se asienta en los balances como ganancias del capital financiero internacional.".

"Insistiendo en "condicionalidades" y "reformas estructurales" que jamás garantizan el crecimiento y mucho menos la redistribución del ingreso, como todas las políticas "ofertistas" ensayadas desde siempre: en plena vigencia del RIGI las petroleras se están yendo de Vaca Muerta, en lugar de llegar. Y llegado el caso que esas reformas se impongan -generalmente a palos- lo único que consiguen es que la insustentabilidad económica se profundice hasta devenir política, e incluso institucional: ahí están los ejemplos de 1989 y 2001 y el fracaso de Macri desde 2018 en adelante, para recordárnoslo.".

Apenas dos semanas después de lo escrito, estamos ahí, y no es por clarividencia nuestra: todos los gobiernos que acudieron (en palabras de Adorni) al FMI como rueda de auxilio fracasaron, y no pocos de ellos no pudieron siquiera concluir su mandato. De hecho, el mismo anuncio del acuerdo coincidió con los datos oficiales de la inflación de marzo, que -aun dibujados- dan cuenta del rotundo fracaso del plan anti-inflacionario basado en los delirios teóricos de la escuela austríaca.  

Con 16 meses de un ajuste fenomenal del gasto público (con las consecuencias económicas y sociales que todos, menos Milei, podemos percibir) y deteniendo (en teoría) la emisión monetaria, estamos en el mismo punto de partida, tanto que el gobierno cederá a la presión del FMI y devaluará la moneda otra vez, como cuando arrancó. Imponiendo en el camino un ajuste inútil (otro más y van) al pueblo argentino, que fue solo el preludio de otro mayor, que seguramente exigirá el Fondo a cambio de su ayuda.  

El fracaso conceptual del marco teórico (si es que se puede llamar así) desde el que Milei perpetra su política económica es tan grande como la desconexión absoluta que existe entre el palacio y la calle, o entre el descontento social, su expresión en forma de protesta en las calles y la generación de respuestas desde la política y las instituciones para zanjar la crisis: del mismo modo que la CGT permaneció hibernando mientras crecía el daño causado por las políticas del gobierno y ajena a los vaivenes institucionales del Congreso como caja de resonancia (las hinchadas de fútbol acompañaron antes que su dirigencia el reclamo de los jubilados), cuando finalmente rompe su inercia declarando un paro general y acompañando a los jubilados, la política (en especial el peronismo) está envuelta en una absurda pelea interna, como si no hubiera cosas más urgentes e importantes que atender. 

Cierto es que el estado anímico (por decirlo de algún modo) de las mayorías populares argentinas es más de desesperanza y abatimiento, que de enojo traducido en voluntad de luchar y resistir; pero habrá que ver que pasa en los días por venir, en los que todo indica que la respuesta del gobierno a los reclamos será una mayor licuación de los ingresos vía una fuerte devaluación que no hará sino acelerar un proceso inflacionario que ya se venía recalentando, y no precisamente porque lo empujen los salarios o el consumo. 

Y eso sin considerar un marco internacional complejo y francamente adverso paras el país, del cual ni siquiera se está tomando debida nota, no hablemos ya de articular medidas en respuesta, algo en lo que éste gobierno no cree y aunque creyera, decidió no hacer para no contrariar las determinaciones del gobierno de Trump, al que le está mendigando apoyo ante el FMI y el Tesoro. O dicho de otro modo, canjear su salvavidas para llegar a las elecciones y la ventana de oportunidad para que los amigos de Caputo dolaricen sus ganancias del carry trade y se rajen, por puestos de trabajo, salarios y tejido productivo argentinos destruidos primero por sus políticas, y después por las de la nueva administración yanqui.

Mientras tanto, mientras todo esto sucede, la herramienta de la política -la única que nos puede sacar de éste lío- sigue oxidad y mellada, perdida en los meandros de discusiones secundarias y estériles: así como su deterioro trajo a Milei, solo su recomposición se lo llevará. De lo contrario el 2001 (en términos políticos e institucionales) estará siempre a la vuelta de la esquina. 

Tuits relacionados:

viernes, 11 de abril de 2025

TWEETS POLÉMICOS

 

jueves, 10 de abril de 2025

LA CONSTITUCIÓN DE BUKELE

 

En medio de la más absoluta indiferencia ciudadana y sin que buena parte de los santafesinos siquiera sepan que tienen que ir a votar el domingo (no digamos ya que sepan que es lo que se vota), iremos a las urnas para elegir nada menos que los convencionales que han de reformar la Constitución de la provincia, vigente desde 1962.

Con el propio gobernador Pullaro encabezando la lista de convencionales del oficialismo (y los sondeos previos), que comenzó su campaña prometiendo que en la nueva Constitución provincial se terminan "todos los garantismos", y por si eso fuera poco para calmar al electorado de derecha nos aclaró esta semana que no se piensa hacer cargo del problema de los sueldos de los trabajadores de Vicentín porque en Santa Fe no gobierna un Estado comunista.

Como (aclaró) cuando estaba Perotti, que quiso intervenir la empresa a través de la Inspección General de Personas Jurídicas o Alberto Fernández, que la quiso expropiar pero después se arrepintió. De paso, culpó de los problemas de Vicentín no a los delincuentes de sus dueños y directivos que la vaciaron, sino...a la política que metió la cola y no los dejó vaciarla tranquilos, impidiendo que se homologara el concurso preventivo y su propuesta de pago a los acreedores.

Pero volvamos a lo del garantismo, que -en palabras de Pullaro- sería una promo que se cancela el domingo si gana las elecciones: ayer leíamos en Rosario 12 esta nota a Oscar Blando, socialista encargado del diseño de la reforma constitucional provincial que en su momento ensayara Lifschitz en su gobierno. Cuestiona Blando que la ley que habilitó la reforma permita que la futura convención reformadora discuta cambios en el artículo 9 de la Constitución provincial vigente, que replica las garantías establecidas en el artículo 18 de la Constitución Nacional.

En desmedro de la brevedad, lo transcribimos íntegramente para que se entienda de que se trata el artículo: "Ningún habitante de la Provincia puede ser privado de su libertad corporal, o sometido a alguna restricción de la misma, sino por disposición de autoridad competente y en los casos y condiciones previstos por la ley. Toda persona que juzgue arbitraria la privación, restricción o amenaza de su libertad corporal, puede concurrir ante cualquier juez letrado, por sí o por intermedio de cualquier otra que no necesita acreditar mandato, para que la haga comparecer ante su presencia y examine sumariamente la legalidad de aquéllas y, en su caso, disponga su inmediata cesación. Ninguna detención puede prolongarse por más de veinticuatro horas sin darse aviso al juez competente y ponerse a su disposición al detenido, ni mantenerse una incomunicación por más de cuarenta y ocho horas, medida que cesa automáticamente al expirar dicho término, salvo prórroga por auto motivo del juez. Queda proscripta toda forma de violencia física o moral sobre las personas sometidas a privación o restricción de su libertad corporal. Nadie puede ser penado sino en virtud de un proceso y de una típica definición de una acción u omisión culpable previamente establecidos por la ley, ni sacado del juez constituido con anterioridad por ésta, ni privado del derecho de defensa. No se puede reabrir procesos fenecidos, sin perjuicio de la revisión favorable de sentencias penales en los casos previstos por la ley procesal. Cuando prospere el recurso de revisión por verificarse la inocencia del condenado, la Provincia indemniza los daños que se le hubieren causado. Las cárceles serán sanas y limpias y adecuadas para la readaptación social de los internados en ellas. No se alojará a encausados juntamente con penados y los procesados o condenados menores de diez y ocho años y las mujeres lo serán en establecimientos especiales. La ley propende a instituir el juicio oral y público en materia penal.". 

Recordando los dichos del gobernador sobre ponerle fina al garantismo, se pregunta Blando (y nosotros también) que cambios quiere introducir Pullaro en ese texto (la ley declaratoria de la necesidad de la reforma habla vagamente del régimen del habeas corpus), y como hacer que esos cambios sigan haciendo que el texto provincial se ajuste al nacional. Recordemos por nuestra parte que el artículo 6 de la Constitución provincial vigente (que no se piensa reformar) dice que "Los habitantes de la Provincia, nacionales y extranjeros, gozan en su territorio de todos los derechos y garantías que les reconocen la Constitución Nacional y la presente, inclusive de aquellos no previstos en ambas y que nacen de los principios que las inspiran.". 

La Constitución Nacional -por su parte- en su artículo 5 establece la cláusula federal de garantía, bajo la cual reconoce a las provincias el uso y goce de sus instituciones y su autonomía: "Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.". Es decir que en nuestro sistema jurídico ser "garantista" (crea lo que crea Pullaro) no es opcional.

Pero no solo las declaraciones del gobernador hacen sonar alarmas al respecto: esta misma semana -también ayer- veíamos acá en el propio portal oficial del gobierno que enviarían a la Legislatura un proyecto de ley para "capacitar" a jueces y fiscales para que comprendan las circunstancias en las que -en ciertos casos- los agentes de las fuerzas de seguridad deben disparar, e incluso matar. Se la denomina "ley Luciano" por Luciano Novelli, el Chocobar santafesino que fue condenado en primera y segunda instancia por matar a dos delincuentes ya rendidos por la espalda, y luego absuelto por la Corte provincial, como prenda de paz con Pullaro cuando éste amagó con descabezarla.

Para que se entienda: jueces y fiscales serían capacitados (por policías) para que los "comprendan" en esos casos y los exoneren de culpa y cargo, aunque las circunstancias marquen claramente que se trata de casos de gatillo fácil. Otra muestra de la política "anti garantista" del Bukele santafesino, que apenas  Novelli fue liberado de culpa y cargo por la Corte (que en rigor mandó a hacerle un nuevo juicio), lo incorporó como asesor al Ministerio de Justicia y Seguridad; seguramente para que organice los cursos en los que se enseñará a jueces y fiscales la doctrina Chocobar.

Y esta misma semana -más precisamente el lunes- Pullaro firmó el Decreto 598 (ver imágenes en el tuit al final del post) por el cual adjudicó una "licitación acelerada" para comprarle a la única oferta presentada (una ignota SRL) micrófonos ocultos para tareas de inteligencia por más de 150.000 dólares, para la SIDE provincial creada por la Ley 14246 (más información al respecto, en ésta entrada). 

Les va costar conseguir votos con el discurso manodurista a LLA acá en Santa Fe (el PRO es aliado de Pullaro), porque el gobernador los acapara todos. Tuits relacionados:

miércoles, 9 de abril de 2025

TWEETS POLÉMICOS

 

martes, 8 de abril de 2025

PAREN EL MUNDO, QUE ME QUIERO BAJAR

 

Si es como dicen que dicen los chinos que en cada crisis hay oportunidad, la mega crisis económica mundial que ya está entre nosotros es una oportunidad para nuestra derecha vernácula, aunque no en el sentido que sería deseable (aprovecharla para generar políticas que favorezcan al país), sino como una formidable excusa a la que apelar para explicar y justificar el estruendoso fracaso de un plan económico que ya se venía cayendo a pedazos, mucho antes de que Donald Trump le declarara su guerra arancelaria al mundo entero (salvo a Rusia).

Antes del "liberation day" del presidente yanqui, Milei estaba mendigando (como Macri en 2018) un préstamo salvador del FMI para sostener el ancla cambiaria contra la inflación hasta las elecciones, y de paso ayudar a los amigos de Caputo a rajarse a tiempo, realizando las siderales ganancias que acumularon con más de un año de bicicleta financiera. Eso, y torturar a las estadísticas públicas hasta que confiesen lo que se espera de ellas, para tratar de convencernos a los argentinos -contra toda evidencia cotidiana- que la economía crece, la inflación y la pobreza bajan drásticamente y los salarios recuperan poder adquisitivo.

Sería muy prematuro afirmar -como están haciendo algunos- que las medidas de Trump suponen el fin de la globalización tal como la conocimos (no al menos en tanto no se regulen los flujos financieros de los capitales especulativos ni las guaridas fiscales) y en base a la cual los propios Estados Unidos asentaron un predominio mundial que ya no tienen, y que no van a recuperar simplemente subiendo aranceles aduaneros. 

Lo que si se puede avizorar es que, cualquiera sea la extensión y profundidad de la crisis en ciernes y su resultado final, nos golpeará de lleno en los "fundamentals" del modelo colonial extractivista que encarna Milei, sin que él ni su gobierno acierten no ya a articular medidas para minimizar sus efectos en el país, sino simplemente a comprender lo que está pasando. Que es básicamente que han vivido en un mundo onírico sin ninguna conexión con el real, basados en teorías absurdas en las que solo ellos y los miembros de su secta creen.

Caen los precios del petróleo y los commodities (con la excepción del oro, tradicional reserva de valor en tiempos de crisis), se desploman las bolsas, se destruye el valor de las empresas (empezando por las tecnológicas), se licúan las criptomonedas, se debilita a futuro el comercio internacional (y por ende la idea de un crecimiento económico sustentado exclusivamente en las exportaciones), abrimos incondicionalmente nuestro mercado interno en tiempos de políticas proteccionistas que generarán enormes saldos disponibles de productos en busca de mercados que no se les cierren, y así podríamos seguir. 

El propio hecho Milei (es decir su emergencia en el marco de lo que se dio en llamar "insatisfacción democrática") y sus ribetes bizarros y papelonescos ya venían revelando la profunda indigencia intelectual de nuestra élites, creyentes -como el demente que gobierna por y para ellos- en que el mercado se regula solo, la racionalidad intrínseca del capitalismo resolverá los problemas que él mismo ha creado y la innecesariedad de la política y las regulaciones públicas, cuando no la contraindicación de su uso para que las economías crezcan.

La profundidad de la crisis que se asoma -como sucedió en 2008 con las de las sub-prime y la caída de Lehmann Brohers- expone con crudeza la obsolecencia del marco teórico de la derecha en todas sus manifestaciones (política, empresarial y cultural) para comprender el mundo real; y lo que vemos simplemente son intentos desesperados por sostener posiciones de privilegio en medio del naufragio; utilizando las herramientas de las que ya disponían para ello (la propiedad de los medios de producción y los dispositivos comunicacionales de construcción de sentido), y de los que empleándolos, consiguieron conquistar. Como la conducción del Estado a través del voto popular, o su cooptación por otros medios, aun perdiendo elecciones.

En todo el mundo en general pero con particular virulencia en nuestro pobre país, se puede ver el tremendo cortoplacismo de una derecha cavernícola que apostó un pleno a un mundo unipolar que no existe ya hace décadas, al amparo de una potencia que está dando manotazos de gigante ahogado frente a la irrefrenable pérdida de su hegemonía en muchos terrenos; y a la sustentabilidad de un modelo neocolonial insostenible no ya a largo plazo, sino simplemente a mediano y aun corto, como estamos pudiendo comprobar en estos días.

Como contracara, han sido los denostados populismos los que -al menos en América Latina- tomaron las últimas decisiones estratégicas a largo plazo, como apostar a los BRIC's y otras formas emergentes de integración; o articular políticas públicas anticíclicas frente a las mega crisis del capitalismo globalizado, como pudimos ver en Argentina, con Cristina y frente al crack del 2008 del que hablábamos antes; oportunidad en la que -por ejemplo- se recuperó para el Estado el manejo de los fondos de jubilaciones y pensiones liquidando el oprobioso sistema de las AFJP, para contar con recursos que permitieron entonces capear el temporal mundial y sus efectos sobre el empleo, la producción y la actividad.

Pensar en una salida similar o parangonable en estos tiempos de un presidente que espera consejos de su perro muerto (y más prosaicamente, el salvavidas financiero del FMI como todo plan económico) es, directamente, ciencia ficción: la crisis argentina, y la mundial y sus posibles efectos en el país no tienen solución, con éste gobierno, con este (ningún) plan y con Milei como presidente.

Lo cual expone a su vez -con toda crudeza - las precariedades de nuestro sistema político y de partidos, y en un sentido más amplio, de nuestra democracia y sus instituciones; imposibilitadas como están de adoptar las mínimas medidas de higiene política (como la destitución del presidente) que la gravedad del momento requiere.

Y aunque pueda parecer un dato de menor relevancia en éste contexto, justamente en medio de él asistimos asombrados a una interna absurda que no hace sino agudizar la crisis de representación, la insatisfacción democrática y el vacío de la política, extendiéndolos hasta el campo electoral y social propio; en el que reside la mayor responsabilidad histórica por proveerle a los argentinos una salida (no ya electoral, sino de propuesta política integral) como en los tiempos del macriato; porque está demostrado en los hechos que del resto del espectro político (a salvo la coherencia testimonial de la izquierda) nada se puede esperar en ese sentido: son parte del problema, y no de la solución.

Desertar de ese compromiso por absurdas y minúsculas -en éste contexto- disputas de cargos, repartos de poder o liderazgos (todo eso es pequeño frente a la magnitud de la crisis) sería imperdonable, máxima cuando el tiempo nos terminó dando la razón, hasta en aquellas cuestiones instrumentales que más nos cuestionaron, como los controles cambiarios y de capitales vulgarizados (con intención de descalificarlos) como "cepo". Tuits relacionados:

lunes, 7 de abril de 2025

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domingo, 6 de abril de 2025

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