sábado, 18 de junio de 2011

PERONISMO, KIRCHNERISMO, ELECCIONES Y EL TERCER MOVIMIENTO HISTÓRICO

 
Por Jaime Dri (*)

Ya por los setenta hablábamos del Tercer Movimiento. Analizábamos que el Yrigoyenismo fue superado por el peronismo y que el peronismo sería superado por otro porque veíamos que el peronismo era copado por las fuerzas reaccionarias y cipayas.

Muchos pensábamos que el montonerismo sería su superación. ¡Qué ingenuidad!

Cuando se da lo de Menem, decíamos: se crean las condiciones para que aparezca el Tercer Movimiento porque el menemismo es equivalente al Alvearismo en el radicalismo. Con Perón, el Yrigoyenismo encuentra su expresión en el peronismo. Ahora el menemismo se queda con el peronismo justicialista y los peronistas que levantan las banderas de liberación se expresarán en otro movimiento.

Cuando aparece Néstor Kirchner dijimos: este se plantea dar nacimiento al nuevo movimiento. Y ahora que se murió dijimos: qué lástima, se murió sin poder ver que el tercer movimiento del que quería ser el conductor, no lo pudo ver. Pero creo que, al fin, su muerte es la que le da un perfil más definido a ese movimiento y pienso que será la plataforma de base para la nueva expresión del movimiento de liberación, que no podrá ir solo sino en un frente nacional.

Esto de Néstor Kirchner no lo dijimos porque alguien nos lo hubiera manifestado, “sino que por sus hechos los conoceréis”. Néstor desde el principio planteó el movimiento transversal y nunca se escudó detrás de las figuras de Evita y Perón. Los nombraba poco. De ahí interpretábamos que él decía: yo soy el continuador de la línea histórica nacional y popular después de Perón.

Tomemos otro dato que la oposición y los medios como Clarín y La Nación -o pseudoperiodistas como Mirtha Legrand- dicen: el entierro fue organizado por “La Cámpora”. Además, Grondona ha dicho: La Cámpora me trae a la memoria las juventudes de Hitler. Tomemos nota de esta expresión, para ver cómo tratan de desprestigiar a esta juventud que sale hoy a la calle para reivindicar la participación política.

Pero a La Cámpora la lidera el hijo de Néstor. Casualidad que no se llama como las otras que aparecen, como el Movimiento Evita o como Descamisados, que levantan las figuras originales del peronismo.

La juventud organizada o inspirada por Néstor es la expresión de los años setenta con el peronismo expresado en Montoneros, en los gobernadores como Bidegaín, Obregón Cano, Cepernic, Martínez Vaca, Ragone en Salta -que lo mató la dictadura- y que incluye a Cámpora. Al final es la juventud maravillosa que fuimos todos los que estuvimos allí, sean Montoneros o no; peronistas o no.

Leemos que hay una voluntad y una intención de levantar el peronismo liderado por la juventud de los años setenta, que planteaba con claridad la transformación profunda de la sociedad. Es la juventud que planteaba la Patria Socialista mientras el otro sector, el Alvearismo, planteaba la Patria Peronista.

También recordamos cuando a fines de 1973 y comienzos de 1974 la Juventud Peronista, en presencia de Perón, decía: “Qué pasa General, está lleno de gorilas el gobierno popular”. En presencia de Perón estaban las dos corrientes.

Creemos que se plantea librar la lucha por la identidad dentro del peronismo, impulsando posiciones transformadoras de la sociedad, un salto hacia delante, en contraposición a los que pelean esa identidad recurriendo al pasado, e implícitamente, debajo de su ropaje de peronistas, llevan escondido “el demonio” porque representan los intereses de la clase dominante y no los intereses populares.

La historia no se repite, no regresa para que podamos volver a transitarla. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca has de volver a pisar”, dijo Antonio Machado.

Por eso creemos que el kirchnerismo expresa el peronismo en sus ansias, sentimientos y propuestas en la política actual, de lograr la liberación nacional; y social y que además incorpora explícitamente la lucha latinoamericana y busca que los argentinos piensen como latinoamericanos y no como europeos.

El entierro de Néstor fue categórico: en el entierro íntimo de 100 personas estuvo Hugo Chávez (toda una definición). Además se notó la presencia y lo expresado por los otros líderes de Sudamérica.

El kirchnerismo busca construir un frente nacional por un lado y latinoamericano por el otro, pero conjuntamente.
En lo nacional desarrolla una tarea para la formación de un frente nacional, a través de la formación del frente transversal con aproximación a otros sectores sociales y los partidos políticos no peronistas.

Todo iba bien hasta la 125, con la virulencia con que respondió la reacción que esperaba la oportunidad para golpear al gobierno; y como les fue tan bien hicieron lo posible por dar el golpe de Estado.

Frente a esta situación, el avance frentista queda rezagado. Hay que suspender un tanto el proyecto porque el paso que se dio con la 125 dejó al descubierto la debilidad que tenía el proyecto de los Kirchner. NO TENÍA NINGUNA ESTRUCTURA DONDE APOYARSE. Néstor era un nombre y buenas intenciones y con eso solamente no se puede llevar adelante un proyecto político.

No le quedó otro camino que dar un paso atrás para crear las condiciones y poder avanzar en otro momento. Meterse en el PJ, negociar con la CGT y recurrir a citas y evocaciones de Evita y Perón. Último bastión para enfrentar y resistir a la reacción oligárquica-imperialista.

“Los Justicialistas”, los traidores y cipayos o, como les llamábamos, los Alvearistas en general, ahora conocidos como los “Federales”, ante la debilidad y la posibilidad que el proyecto Kirchnerista se caiga, rápidamente tomaron distancia e intentaron buscar la conducción del peronismo, pero se les quemaron los bollos en la puerta del horno. La lucha está planteada, creo que con ventaja para los kirchneristas, pero no está terminada ni definida.

Por eso los peronistas no se pueden ir ahora del peronismo a Nuevo Encuentro u otros, porque no se ha decidido la lucha interna y hay que librarla para que los Alvearistas del peronismo se queden con la menor fuerza posible. Inclusive hay que pelearles los símbolos y las instituciones, cosa difícil. Hay que actuar con la consigna que supo usar Perón: “Hay que desplumar la gallina sin que grite”.

En la etapa anterior FORJA, con Arturo Jauretche, Scalabrini Ortiz y otros, fue la que dio la lucha ideológica y política defendiendo las banderas del Yrigoyenismo dentro del radicalismo, en contra de la corriente entreguista y de defensora de las clases pudientes expresada en los antipersonalistas o Alvearistas.

Cuando aparece Perón y se da el 17 de Octubre, los dirigentes de FORJA resuelven disolverse e integrarse al nuevo movimiento nacional expresado en las clases sometidas que asumían a Perón como líder y que expresaba la lucha que venían desarrollando ellos dentro del radicalismo.

Superadas las dificultades surgidas en marzo de 2008, había llegado el momento de reiniciar el proyecto y Kirchner ya lo había retomado cuando se muere. Pero su muerte le puso el sello, con la multitud de jóvenes en su entierro. Su muerte confirma el “kirchnerismo”. Cómo continuará no sabemos. Apostamos a que Cristina es un referente y un cuadro extraordinario para conducir, pero eso sólo no alcanza. Hay que ver cómo puede ella seguir conduciendo el kirchnerismo cuya base es peronista y a la vez lograr una apertura de los kirchneristas a otras fuerzas y lograr que otras fuerzas se sumen a un proyecto nacional con los kirchneristas.

Habrá que hacer un trabajo de pinzas: conseguir que los kirchneristas acepten otras fuerzas -que muchas vendrán de los gorilas clasemedieros y trabajadores que no vienen del peronismo- por un lado; y por otro lograr que se acepte al kirchnerismo como núcleo central de un frente nacional, donde los otros acuerden participar con sus fuerzas organizadas en un gran espacio.

Cristina apuntó bien en varios discursos. Cuando la gente le dice “que se vayan” a los de la oposición, ella les responde: “No, que se queden que los necesitamos a todos”.

Primero la pelea por la representación del peronismo

La pertenencia e identidad política no se cambia de un rato para otro. Entonces hay que librar la lucha por la representatividad de las masas peronistas. Miremos cómo todavía encontramos gente bien intencionada que comprende la situación pero sigue siendo radical porque lo traen desde la cuna.

En este momento la batalla principal es dentro del peronismo y en segundo lugar el trabajo frentista, aunque hay que ir llevándolo conjuntamente.

Además miremos a todo el arco opositor y de todos los colores: están pendientes y participan de acuerdo a sus intereses en la lucha interna que se da en el peronismo de una u otra forma. Porque en definitiva el peronismo sigue siendo “el hecho maldito del país burgués”

Debemos enfrentar a todos los dirigentes peronistas que dejaron de ser aliados del kirchnerismo, como los federales y otras yerbas. Hay que disputarles palmo a palmo las bases y tratar de dejarlos desplumados. Hay otros dirigentes que todavía están del lado kirchnerista porque la intuición y los cálculos hicieron que se queden de este lado; y hay que tratar de retenerlos lo que más se pueda hasta lograr que el kirchnerismo sea incuestionablemente el representante de los intereses nacionales y populares que se expresa en el peronismo. Por consiguiente hay que pelear los símbolos y las instituciones como el PJ. Porque para muchos ser justicialista es ser peronista y entonces no le debemos dejar ese nombre y las instituciones a los traidores a las banderas del peronismo.

Hay algunos que dijeron que ya no son peronistas, y otros no lo han negado pero en los hechos no hacen nada para parecerlo, pese a que vienen de vieja tradición peronista. Porque nosotros a nadie le negaremos lo que dicen que son. Hay que ganarles la representatividad en el seno del peronismo. A ellos si están actuando de buena fe, o a los que andan con ellos y son de buena fe, los encontraremos en un frente común.

Por eso decimos que si no fuéramos peronistas estaríamos en Nuevo Encuentro, que es oposición pero nunca pasa la raya que nos separa entre los que defendemos las banderas nacionales y populares y los que defienden los intereses de las corporaciones y del imperio.

Además, es tentador para muchos pertenecer a Nuevo Encuentro. Se los ve un grupo limpito, no andan con barro ni en las patas ni en las manos ni en la cara. Están bien bañaditos, como quieren Del Sel y Macri, que los “negritos de las villas se bañen con agua caliente”. Pero pensamos que Nuevo Encuentro será un aliado estratégico para profundizar el proceso de liberación nacional y social, será parte del Tercer Movimiento.

Si esa batalla se gana viene otra súper difícil. ¿Quién conducirá el kirchnerismo? ¿Será una líder como Cristina, es decir una persona? ¿Tiene que ser una organización con una conducción colegiada? ¿Hay que dar una estructura de partido con algún remedo de los partidos revolucionarios? Chávez en Venezuela formó un partido para librar la lucha ideológica y política. Veremos cómo le va. Por ahora es un partido frentista y por consiguiente la lucha interna será feroz. Hay que mirar esa experiencia. Hay que ver cómo Evo está conduciendo la situación en Bolivia.

Porque aunque ganemos la batalla en el seno del peronismo, en cualquier momento aparecen los que están agazapados dentro del kirchnerismo o los bien intencionados que cambian o también los comprados: el peligro de los Vandor sigue estando siempre.

Mirada a la coyuntura

Para las elecciones de octubre habrá candidatos del Partido Justicialista que correrán como fuerza kirchnerista; que no saltaron del barco cuando parecía que el gobierno se caía, pero eso no nos da garantía de que no van a pasar a la oposición en otro momento. Algunos de ellos pueden saltar en el mediano plazo, como podría ser cuando se aproximen las elecciones de 2015, al definir quién sucederá a Cristina si sale electa para un próximo período.

Otros serán candidatos como aliados y llevarán como candidata a Cristina y a su vez ellos recibirán el apoyo del kirchnerismo. Otros, como en Santa Fe con los dos personajes que ya fueron gobernadores de la provincia y se hicieron a un costado, pese haber saltado del barco e irse con el Peronismo Federal, prefieren “desensillar hasta que aclare” y no arriesgarse a quedar “desplumados” si las fuerzas kirchneristas ganan abrumadoramente.

En la coyuntura nos parece bien que a muchos de ellos se los lleve como candidatos, porque hay algunos en especial que se debe evitar que salten ahora, cuando las aguas están muy turbias; y será necesario más tiempo para que decanten las diferentes posiciones y las conductas de los actores.

En este momento hay que fortalecer el espacio kirchnerista en todo el país. En esta movilización electoral, que será muy agitada y apasionada, hay que participar activamente apoyando a los candidatos propios o aliados pero, a su vez, fortalecer la organización de los identificados profundamente con el kirchnerismo.

Al mismo tiempo hay que seguir discutiendo qué tipo de sociedad se quiere construir como proyecto político a nivel de las bases peronistas, casa por casa, manzana por manzana, barrio por barrio, fábrica por fábrica, oficina por oficina, universidad por universidad para escuchar profundamente lo que la gente piensa, quiere y aspira y para que a su vez los militantes expliquen y planteen ejes de discusión que engloben el proyecto nacional y latinoamericano.

En síntesis, en esta contienda electoral, la corriente kirchnerista tiene que desplegar un trabajo por su identidad, y avanzar en organización, para que en la movilización electoral se impongan sus consignas que los identifiquen, para explicar el rumbo y los objetivos buscados, y al mismo tiempo consultar y tomar en serio lo que la gente quiere.

Hay que lograr la reelección de Cristina y apoyarla para que pueda gobernar avanzando con medidas que permitan fortalecer el poder popular y proyectar referentes para el otro período. Posiblemente el enfrentamiento para el 2015 tomará ribetes más dramáticos, porque en la perspectiva que actualmente se avanza, los poderosos, “El Demonio”, se valdrán de cualquier cosa para revertir el proceso. Allí, la sabiduría de todos, pero de la juventud en particular, será fundamental.

Es difícil anticipar y fácil de equivocarse. Pero arriesgando, creemos que es posible que para el 2015 se partan las aguas o hayamos avanzado con la identidad kirchnerista en el seno del movimiento peronista. Ojalá que para esa época haya varias gallinas desplumadas o con pocas plumas.

Finalmente, pensamos que esta campaña es crucial para marcar un hito y avanzar en representatividad en el seno del peronismo. Creemos que la consigna sería: “Cristina presidenta, el pueblo al poder”. Reflejaría la lucha kirchnerista contra el poder de las corporaciones y que la voluntad y decisión es crear la organización popular capaz de llevar adelante las transformaciones económicas y sociales.

(*) Para Cooperativa La Masa-Redacción Rosario 

1 comentario:

  1. Desde que tengo uso de la razón (eso creo..) estoy convencida, porque así me formaron, que el único camino de una Argentina grande se logrará con un gobierno popular, también me formé con la idea de una América Latina unida y fuerte y libre, lejos de la opresión, sin embargo todo ésto me parecía una utopía hasta que llegó Néstor a nuestras vidas y a partir de allí una luz de esperanza comienza a iluminarnos y mi sueño comenzó a tomar forma. Hace unos días en nuestro blog, haciendo referencia a la candidatura de Cristina, dije algo así como: "...Hace cuatro años Cristina fue consecuencia de Néstor, hoy Cristina es consecuencia de Cristina...".
    Este es el modelo que nos abre el camino para lograr una Argentina Grande, una América Latina unida libres de todo sometimiento imperialista y lejos del poder económico, porque además promueve la educación y la cultura, herramienta importante para luchar contra la sumisión y la opresión.
    No puede ser de otra manera "Cristina presidenta, el pueblo al poder"
    Excelente entrada!!!
    Un abrazo.

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