BINNER JUEGA CON FUEGO

El triunfo del Frente Progresista en las elecciones del domingo no alcanza a disimular un hecho: la coalición es un rejunte electoral para vencer al peronismo, en lo que hasta ahora ha demostrado más eficacia que su antecesora la Alianza Santafesina.

Rejunte entre socios que se miran con creciente desconfianza -como los socialistas y los radicales-, porque la cosa viene muy despareja en el reparto del poder provincial; y que tanto en el 2007 como en éste 2011 a la hora de las definiciones electorales nacionales, tomaron por rumbos distintos: la prueba más contundente de la afirmación que hacemos en el párrafo precedente.

Leemos declaraciones de Binner -ya proyectado como candidato presidencial, dejando el gobierno en manos de Bonfatti desde el mismo domingo y sin esperar a diciembre- rechazando acuerdos con Duhalde y Ricardo Alfonsín de cara a la primera vuelta de octubre y un eventual balotaje; calificando además al candidato radical -al igual que al bañero de Lomas- como "nombres para mirar para atrás".

En la medida que nos acerquemos a las elecciones del 14 de agosto se recalentará la campaña con declaraciones de los candidatos opositores no sólo contra Cristina y el gobierno nacional, sino también entre ellos, buscando perfilarse como los segundos de la contienda. 

Eso sería simplemente parte de las reglas de juego si el socialismo no debiera afrontar a partir del 10 de diciembre -cuando Binner ya no sea gobernador ni tampoco presidente- la realidad que describimos en este post: un senador propio sobre 19, 5 diputados sobre 50, y minoría en ambas Cámaras legislativas aun manteniendo la unidad del Frente Progresista con sus socios radicales.   

Por ende no están las cosas como para que Binner y los socialistas le estén mojando la oreja a los radicales todo el tiempo, después de haberlos sometido durante cuatro años a ocupar un rol secundario dentro del gobierno santafesino; al que por algo todo el mundo en la provincia y en los medios nacionales califica como "socialista".

Menos cuando hasta los medios nacionales que le dan cobertura cuando le pegan a Cristina ya empiezan a contar la verdad de lo que realmente pasó en las elecciones santafesinas hacia el interior del Frente Progresista; como podemos ver en esta columna de Eliaschev en La Nación (con algunos leves errores que no invalidan el fondo del asunto), escrita seguramente a pedido de los amigos radicales de Pepe el perseguido para contarle las costillas a Hermes. 

En el afán de levantar una candidatura presidencial que tiene bastante de testimonial Binner está jugando con fuego, y se puede quemar, él y Bonfatti que todavía no asumió.

Y de eso no le va a poder echar la culpa a Cristina.