Por la Corriente Kirchnerista de Santa Fe
La derrota electoral del domingo pasado fue un duro golpe, no hay dudas; hubiera sido muy importante recuperar el gobierno de la provincia.
El tiempo de la catarsis ya pasó, y nosotros dijimos todo lo que teníamos que decir al respecto; ahora hay que dar vuelta la página.
No tiene sentido sentarse a esperar que los causantes de la derrota asuman su responsabilidad y den un paso al costado, aunque alguno lo haga. Tampoco tiene sentido poner el esfuerzo en lograr que lo hagan.
No al menos hasta después del 23 de octubre: hasta entonces, tenemos cosas mucho más importantes que hacer.
Tampoco podemos pretender que las cosas cambien de la noche a la mañana en la construcción política del peronismo santafesino en general, y del kirchnerismo en particular, o que los que protagonizaron la campaña electoral que culminó en la derrota del 24, no pretendan hacerlo con la que concluirá el 14 de agosto en las primarias, y el 23 de octubre en las generales.
Por eso ahora es el turno de nosotros, los militantes; que tendremos que redoblar el esfuerzo y afinar la puntería, modificar estrategias y métodos de acción política para revertir el resultado. No hay otro modo, ni tenemos por delante obligación más importante que esa.
Decíamos en el documento hace algunos días: "...se viene en el país una fuerte ofensiva para instalar la idea del balotaje y la derrota de Cristina; que en Santa Fe sonará más fuerte: tendremos a Duhalde, Macri, Del Sel, Reutemann y -por que no- hasta a Obeid sumándose, por acción u omisión, a la embestida."
Lamentablemente no nos equivocamos, y los máximos responsables del vaciamiento político, ideológico y organizativo del peronismo santafesino durante los últimos 20 años, hoy salen a escena; como si no tuvieran que rendir cuentas de nada, y dispuestos a alquilar al mejor postor el capital político que creen conservar.
Dicen a Duhalde, pero objetivamente puede ser cualquiera; cualquiera menos Cristina, porque ya lo hicieron antes, sin ir más lejos en las elecciones provinciales: traicionar al peronismo, en nombre de una supuesta esencia de ese mismo peronismo, de la cual se sienten dueños.
Hay que demostrarles lo equivocados que están, logrando que Cristina triunfe ampliamente en Santa Fe en agosto y en octubre.
También habrá que enfrentar a la maquinaria de propaganda mediática puesta a funcionar todo el tiempo para socavar las chances de Cristina, maquinaria que en Santa Fe tiene aceitados mecanismos de complicidad con el Frente Progresista, para ocultar que concurrirá a las elecciones nacionales partido en tres pedazos, con referentes que compiten entre sí a ver cual extrema más el anti kirchnerismo.
Por eso la parada del 14 de agosto -estación importantísima hacia las elecciones de octubre- será brava en Santa Fe; quizás como en ningún otro lugar del país, salvo la ciudad de Buenos Aires; y exigirá de nosotros el mayor esfuerzo que podamos dar.
Tenemos que dejar de hablarle a los convencidos, tenemos que romper el microclima de los que apoyan al modelo nacional; para ir por los que dudan, por los que no saben a quien votar, y hasta incluso por los que dicen que no votarán a Cristina.
Hay que ir por los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo, los papás y las mamás de los amigos y compañeros de nuestros hijos, sus amigos si están en edad de votar; nuestros propios parientes.
Hay que argumentar, debatir, convencer; no sólo exhibiendo los logros del gobierno -que los hay, son muchos y todos los conocemos-, y no sólo en tanto los hayan favorecido personal o familiarmente.
Hay que lograr que entiendan que nada es casual, ni es eterno: que la situación del país no es fruto del azar, ni de la casualidad, ni del viento de cola, sino de decisiones políticas, de un modelo político, de una idea de país.
Y que la continuidad de esos logros, y la concreción de todo lo que falta por hacer también exigirán de lo mismo: decisiones políticas, rumbo claro, conducción firme; y que eso sólo lo puede garantizar Cristina.
Porque lo que está enfrente ha demostrado antes que no sabe y no puede; y está demostrando todos los días que no quiere: han renunciado a dirigir el país, para ser dirigidos por los dueños de la Argentina.
Y tenemos que hacerle entender que ahí perdemos todos, como siempre.
Habrá que buscar los momentos, los temas, los lenguajes, las circunstancias.
Tenemos que ponernos como meta conseguir -cada uno de nosotros- un voto más para Cristina; transformando cada voto que recibió Agustín Rossi el 24, en dos.
Así de claro, así de sencillo. O de difícil, depende de como se lo mire.
Y si lo logramos no solo estaremos contribuyendo al triunfo nacional que permita cuatro años más de Cristina para seguir profundizando el modelo, yendo por lo que falta.
Estaremos empezando a dar vuelta la página de la decadencia del peronismo santafesino, que no es poco.
No tiene sentido sentarse a esperar que los causantes de la derrota asuman su responsabilidad y den un paso al costado, aunque alguno lo haga. Tampoco tiene sentido poner el esfuerzo en lograr que lo hagan.
No al menos hasta después del 23 de octubre: hasta entonces, tenemos cosas mucho más importantes que hacer.
Tampoco podemos pretender que las cosas cambien de la noche a la mañana en la construcción política del peronismo santafesino en general, y del kirchnerismo en particular, o que los que protagonizaron la campaña electoral que culminó en la derrota del 24, no pretendan hacerlo con la que concluirá el 14 de agosto en las primarias, y el 23 de octubre en las generales.
Por eso ahora es el turno de nosotros, los militantes; que tendremos que redoblar el esfuerzo y afinar la puntería, modificar estrategias y métodos de acción política para revertir el resultado. No hay otro modo, ni tenemos por delante obligación más importante que esa.
Decíamos en el documento hace algunos días: "...se viene en el país una fuerte ofensiva para instalar la idea del balotaje y la derrota de Cristina; que en Santa Fe sonará más fuerte: tendremos a Duhalde, Macri, Del Sel, Reutemann y -por que no- hasta a Obeid sumándose, por acción u omisión, a la embestida."
Lamentablemente no nos equivocamos, y los máximos responsables del vaciamiento político, ideológico y organizativo del peronismo santafesino durante los últimos 20 años, hoy salen a escena; como si no tuvieran que rendir cuentas de nada, y dispuestos a alquilar al mejor postor el capital político que creen conservar.
Dicen a Duhalde, pero objetivamente puede ser cualquiera; cualquiera menos Cristina, porque ya lo hicieron antes, sin ir más lejos en las elecciones provinciales: traicionar al peronismo, en nombre de una supuesta esencia de ese mismo peronismo, de la cual se sienten dueños.
Hay que demostrarles lo equivocados que están, logrando que Cristina triunfe ampliamente en Santa Fe en agosto y en octubre.
También habrá que enfrentar a la maquinaria de propaganda mediática puesta a funcionar todo el tiempo para socavar las chances de Cristina, maquinaria que en Santa Fe tiene aceitados mecanismos de complicidad con el Frente Progresista, para ocultar que concurrirá a las elecciones nacionales partido en tres pedazos, con referentes que compiten entre sí a ver cual extrema más el anti kirchnerismo.
Por eso la parada del 14 de agosto -estación importantísima hacia las elecciones de octubre- será brava en Santa Fe; quizás como en ningún otro lugar del país, salvo la ciudad de Buenos Aires; y exigirá de nosotros el mayor esfuerzo que podamos dar.
Tenemos que dejar de hablarle a los convencidos, tenemos que romper el microclima de los que apoyan al modelo nacional; para ir por los que dudan, por los que no saben a quien votar, y hasta incluso por los que dicen que no votarán a Cristina.
Hay que ir por los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo, los papás y las mamás de los amigos y compañeros de nuestros hijos, sus amigos si están en edad de votar; nuestros propios parientes.
Hay que argumentar, debatir, convencer; no sólo exhibiendo los logros del gobierno -que los hay, son muchos y todos los conocemos-, y no sólo en tanto los hayan favorecido personal o familiarmente.
Hay que lograr que entiendan que nada es casual, ni es eterno: que la situación del país no es fruto del azar, ni de la casualidad, ni del viento de cola, sino de decisiones políticas, de un modelo político, de una idea de país.
Y que la continuidad de esos logros, y la concreción de todo lo que falta por hacer también exigirán de lo mismo: decisiones políticas, rumbo claro, conducción firme; y que eso sólo lo puede garantizar Cristina.
Porque lo que está enfrente ha demostrado antes que no sabe y no puede; y está demostrando todos los días que no quiere: han renunciado a dirigir el país, para ser dirigidos por los dueños de la Argentina.
Y tenemos que hacerle entender que ahí perdemos todos, como siempre.
Habrá que buscar los momentos, los temas, los lenguajes, las circunstancias.
Tenemos que ponernos como meta conseguir -cada uno de nosotros- un voto más para Cristina; transformando cada voto que recibió Agustín Rossi el 24, en dos.
Así de claro, así de sencillo. O de difícil, depende de como se lo mire.
Y si lo logramos no solo estaremos contribuyendo al triunfo nacional que permita cuatro años más de Cristina para seguir profundizando el modelo, yendo por lo que falta.
Estaremos empezando a dar vuelta la página de la decadencia del peronismo santafesino, que no es poco.
Dejen de confundir Peronismo Santafesino con PJ, no entienden nada.
ResponderEliminarCristina tendra la reeleccion sin segunda vuelta con los votos del Peronismo Santafesino y los sectores populares de esta Provincia. No con el PJ
Los que estan confundidos son los rossistas, no los Peronista.Cristina Presidente
ResponderEliminarAnónimo gil de cuarta. No entendés nada. Seguí mirando Tinelli, que se ve que te gusta
ResponderEliminarAnónimo de las 22.31: ¿en qué parte específica del documento se confunde peronismo con PJ?, y los sectores populares (muchos) votaron a Del Sel, a eso hay que darle respuesta, y a eso apunta el documento.
ResponderEliminarSegundo Anónimo de las 22.31 (¿o el mismo?): ahora resulta que Rossi no es peronista y todos son cristinistas de la primera hora, más que Rossi que se la bancó en el conflicto del campo. ¿Eso incluye a Reutemann, Obeid, Spinozzi y Mercier?
Como bien dicen los documentos de la Corriente K a A. Rossi le cabe una parte importante de la responsabilidad, quer él no esquiva de asumir -recordemos sus palabras del 24.07 a la noche. Pero que quede claro, A. Rossi es un companerazo con el que se puede seguir militando y del cual muchos nos enorgullecemos. Será en otro rol, pero enriquece cualquier lugar en donde milita.
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