martes, 12 de julio de 2011

SI MARGARITA LO DICE...


Es realmente patético el espectáculo que está ofreciendo por estas horas la oposición saliendo a captar el voto del 47 % de los porteños que eligieron a Macri, de cara a las internas de agosto y las generales de octubre. Ahora resulta que todos son del PRO, poco menos.

Acá se suma al coro -que cambia minuto a minuto- Margarita Stolbizer; antes lo habían hecho Carrió y el inefable Ricardito Alfonsín.

Stolbizer que -recordemos- apoyó a Pino Solanas, quien no apoya a Binner (el candidato de Stolbizer) en la elección nacional. Ninguno de los dos -ni Stolbizer, ni Binner- asomaron la nariz por la Capital el domingo a la noche; sorprendente generosidad política.

Pese a eso, Stolbizer asegura terminante que los votantes de Pino votarán a Binner (tirando a Alcira Argumedo a la zanja), y que incluso lo harán muchos votantes de Macri, porque votan "gestión y previsibilidad", y transparencia republicana.

De donde por carácter transitivo nos venimos a enterar que Macri reúne todos esos valores; con lo que cabe preguntarse (además de la verdadera salud mental de Stolbizer) ¿dónde quedó toda aquélla cháchara de meses sobre el "progresismo", la disputa por la franquicia o por saber en manos de quien quedaba la auténtica interpretación de las Sagradas Escrituras de la progresía?

¿En manos de los votantes de Macri, a los que hay que seducir a como dé lugar porque no se presenta de candidato a presidente y deja vacante ese sitial para la derecha pura y dura, o resignada a que lo cubra Duhalde sin el mismo vuelo electoral?

El argumento de la "gestión" de Stolbizer emparentando la de Binner en Rosario como intendente y en Santa Fe como gobernador, con la del imitador de Freddy Mercury en la CABA, nos releva a nosotros de repetir lo que alguien ya dijo acá: cuanto se parecen los en apariencia "distintos" socialistas y amarillos.

Resulta entonces que la elección porteña vino a exponer en su desnudez a partidos metropolitanos (algunos de escala municipal o comarcal), con dirigentes cubiertos de una pátina progresista (de espesor indefinido) y electores de derecha; a los que deben seducir permanentemente; y por eso se lanzan a diario tras la agenda de los grandes medios y del poder económico.

Barato se vende el progresismo, el problema es que habemos muchos que ni así lo compraríamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario